El Concejo recibió las actuaciones que hubo en el Emvial luego de que su ex presidente intentara ocultar que había destrozado una camioneta del organismo. Si bien todavía no se documentó dónde está el vehículo, el procurador concluyó en que Guzmán debe pagar los gastos.
Las múltiples contradicciones en las que incurrió el ex presidente del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado, Miguel Angel Guzmán, para tratar de ocultar el vuelco de una camioneta oficial y evitar hacerse cargo del pago de los cuantiosos daños que provocó quedaron documentadas en un voluminoso expediente que la Secretaría de Gobierno de la comuna acaba de remitirle al Concejo Deliberante.
La carpeta contiene varios de los actos administrativos adoptados por el Emvial desde que Guzmán fingió que el vehículo sólo había sufrido un desperfecto mecánico en Córdoba para tratar de encubrir así el hecho de que en realidad había volcado mientras realizaba un viaje particular junto a su hija hacia la provincia de San Luis.
Dentro de ese expediente, figura una nota del procurador municipal, Mariano Perticarari, quien una vez descubierto el caso consideró que Guzmán tendría que hacerse cargo de todos los gastos y advirtió que además podría ser demandado ante la Justicia.
Para los concejales, si bien los documentos esclarecen algunos aspectos del caso, no responden a algunos interrogantes que todavía hoy siguen siendo una incógnita.
Una de las principales incógnitas del caso se relaciona con la ausencia de datos acerca de dónde está la camioneta Ford Ranger blanca que Guzmán volcó en San Luis el 9 de enero, cuando llevaba a su hija de 13 años a visitar a su abuelo.
También resta saber cuánto constarán las reparaciones del rodado, así como conocer qué hará el Ejecutivo ante las múltiples irregularidades que hubo en todo el procedimiento, incluyendo la confección de documentos mediante los cuales hubo intentos por ocultar la verdad.
Una de las primeras fojas de la carpeta que llegó al Concejo contiene una nota firmada por el propio Guzmán el 14 de enero, en la cual contó una primera versión sobre lo que le había ocurrido.
Allí señaló que la camioneta había sufrido un accidente a causa de un desperfecto mecánico cuando él se trasladaba desde Córdoba hacia Buenos Aires para mantener una presunta entrevista en el Ministerio de Planificación Federal. Guzmán sí había viajado a Córdoba junto a dos agentes del Emvial para retirar un hidroelevador. Lo que no contó fue que los dos empleados regresaron de inmediato a Mar del Plata a bordo de ese vehículo mientras que él y su hija emprendieron un viaje particular hacia San Luis, el cual concluyó con el vuelco de la Ford Ranger en la localidad de Beazley.
Allí el vehículo terminó en un zanjón y completamente destrozado.
Cuando un mes más tarde LA CAPITAL reveló este hecho, el intendente Carlos arroyo resolvió solicitar la renuncia del funcionario quien a pesar de ya haber abandonado del cargo todavía sigue comprometido con la situación.
De hecho, varios concejales de la oposición que analizaron ayer el expediente en la comisión de Legislación preguntaron por qué razón el Ejecutivo todavía no actuó judicialmente contra Guzmán no sólo para reclamarle el pago de los daños, sino también para que se investigue si se cometieron delitos en su intento por establecer una falsa versión sobre lo ocurrido.
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