En los últimos días, casi todas las certezas en la composición del gabinete de Alberto Fernández parecen derrumbarse. No irá Nielsen a Economía, ni Redrado al Banco Central, ni Donda al de la Mujer. Tampoco Randazzo ni Caserio a Transporte, y siguen los nombres.
La frase “el que suena, sonó”, parece tener más vigencia que nunca, a partir de la reunión que mantuvieron Cristina, Alberto, Máximo y Wado de Pedro, que provocó un verdadero efecto mariposa sobre las expectativas iniciales del nuevo presidente.
Otro de los casos de los supuestamente intocables del nuevo gabinete era Diego Gorgal, número puesto aparentemente en el área de Seguridad. Muy próximo a Sergio Massa, Gorgal fue sometido a fuego a discreción por parte de operadores políticos próximos a la ex presidente. También se denunció que Gogal tiene un pasado muy cercano a Horacio Rodríguez Larreta.
Una segunda cuestión que motivó el desplazamiento de Gorgal fue el padrinazgo de Sergio Massa. En esta semana, el futuro presidente de la Cámara de Diputados retrocedió varios pasos, ya que no sólo perdió al ministro de Seguridad, sino también a Mirta Tundis, a quien le bajaron el pulgar en la ANSES y la AFIP, pulgar debajo de Cristina Fernández mediante.
Descartado por el momento Gorgal, en la mesa chica de Fernández - Fernández se está pensando en una modificación profunda del organigrama de Justicia y Seguridad. Una versión que ha comenzado a correr afirma que Juan Martín Mena, segundo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el último gobierno de Cristina, se haría cargo del ministerio de Seguridad de Manera transitoria, hasta la creación por parte del Congreso Nacional de la Agencia Nacional de Seguridad que estará a cargo del control de las fuerzas de seguridad nacionales.
El nombre de Menna también sonaba como posible ministro de Seguridad de Axel Kicillof, pero ahora parece que su destino estaría asociado a ese rediseño que también apuntaría a atomizar la AFI. En el nuevo reparto, la Inteligencia Criminal quedaría bajo la órbita del ministerio o agencia de Seguridad.
Otro trascendido indica que Menna iría a Justicia, y desde ahí manejaría las palancas de Seguridad y de la AFI. Una fuente de la PSA deslizó en off a REALPOLITIK que Gustavo Beliz le presentó a Alberto Fernández un ambicioso proyecto que incluye la creación de un Consejo Nacional de Seguridad, inspirado en la NSA norteamericana, y que el nuevo presidente se mostró seducido por la propuesta, que incluso contaría con el aval del Papa Francisco, muy preocupado por el funcionamiento de la inteligencia en nuestro país.
Estas alternativas liquidarían las esperanzas de Sergio Berni de acceder al ministerio de Seguridad de la Nación. Hasta ahora ha ido dilatando la respuesta ante el ofrecimiento de Axel Kicillof para desempeñar dicho cargo en provincia, pero a esta altura se está viendo compelido a pronunciarse al respecto.
Otras dos novedades que circulan en los corrillos no tienen menos desperdicio. Una de ellas señala que Axel y Máximo estarían trenzados en una dura pulseada por la presidencia de la Legislatura de la provincia. En tanto el nuevo gobernador pretende que el cargo sea desempeñado por Carlos “Cuto” Moreno, mientras que Máximo habría cerrado con la Liga de Intendentes que encabeza Martín Insaurralde la candidatura de Jorge Otermin. Otro final de bandera verde.
El último trascendido está llamado a provocar mayor revuelo aún. Según fuentes confiables, La Cámpora estaría tratando de imponer como nuevo procurador General de la Nación a Andrés “Cuervo” Larroque, quien estaría llamado a ser el nuevo “Gils Carbó” del próximo gobierno. Por cierto que hay un impedimento, ya que el referente no es abogado. Pero muchos recuerdan el caso de Laura Alonso que tampoco lo era, y todo se resolvió con un decreto de Mauricio Macri.
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