En Santa Rosa funcionan dos Concejos Deliberantes paralelamente que toman resoluciones distintas.
El conflicto institucional se profundiza en el municipio de Santa Rosa y la guerra entre el intendente Elpidio Guaraz y los concejales sumó otro capítulo. Los concejales del FV se encontraron con la novedad de que el jefe comunal les cambió la cerradura del Concejo Deliberante y no pudieron ingresar a sesionar. Por su parte, Guaraz solo reconoce al Concejo paralelo que conformó hace pocos días y dijo que cambió la cerradura "porque hasta el mate cocido que toman los concejales se paga con recursos del municipio", argumentó.
El absurdo no tiene límites ya que funcionan dos Concejos Deliberantes en forma paralela. Uno está integrado por el presidente Cristian Guzmán y el concejal Mario Páez, quienes suspendieron por 30 días a la hermana del intendente, Esther Guaraz. En su reemplazo, los concejales le tomaron juramento a Rosa Carlina Llampa, suplente de Esther Guaraz.
Antes Esther Guaraz se autoconvocó y decidió reasumir el cargo, suspender a los dos concejales, nombrar a sus reemplazos y dar por finalizado el período de sesiones ordinarias. En ese momento asumieron Gladis Gómez y Raquel Verón, suplentes de Guzmán y Páez.
La situación derivó en una fuerte polémica y con denuncias cruzadas en la Policía.
Ayer, el "Concejo oficial" tenía previsto escuchar a Esther Guaraz para que haga su defensa con relación a los motivos de la suspensión. Pero cuando los ediles llegaron encontraron que se cambió la cerradura y había un decreto que advertía que el Concejo estaba en receso administrativo. También se pegó en la puerta el decreto por el que se informaba la nueva integración del CD.
Mientras tanto, el jefe comunal participaba de la reunión de la Comisión de Participación Municipal. A la salida de la reunión dijo que las maniobras de los concejales apuntan contra él. "Apuntan a suspenderme a mí porque es la única forma que tienen para llegar al municipio, no pueden llegar a través del voto", desafió.
Sin ningún inconveniente admitió que mandó a cerrar el edificio del Concejo para preservar la documentación y el mobiliario. "Todo lo que tiene el Concejo Deliberante es gracias a mí; la silla, el escritorio, los papeles, hasta el café que toman, el mate cocido lo tienen gracias al Municipio", dijo.
Guaraz denunció la suspensión de su hermana ante la Subsecretaría de Asuntos Municipales. Hoy, los ediles del FV ingresarán denuncia en la Justicia.
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