Más allá de su salud y los cambios que movieron el gabinete en las últimas horas, hubo dos temas que descollaron en la vuelta a la actividad de la presidenta Cristina Fernández.
El otro, el pingüino de peluche que Cristina mostró en su reaparición, regalo de Federico García Caffi, un militante de Pilar.
Fiel al estilo camporista, el joven que milita en el Frente de Estudiantes Secundarios de Pilar, ayer se refirió al hecho en su perfil de Facebook, donde dijo: “la verdad es que me da un poco de vergüenza todo lo que está pasando. Quiero que le agradezcan a mis compañeros y a todos los pibes que se comprometen con su país”.
A su vez agregó: “El pingüino al lado de la compañera Presidenta representa a toda una generación de argentinos, a la mía, a esta generación del bicentenario que volvió a tener sueños, a creer, a sentirnos capaces y a involucrarnos junto a otros para cambiar las cosas”.
Por último escribió: “Me siento orgulloso de pertenecer a esta generación, a este proyecto político y a los compañeros que tengo. Yo soy uno más”.
El pingüino que García Caffi le hizo llegar a Cristina, es el mismo que durante varios días se exhibió en el puesto que los jóvenes K montaron en la plaza 12 de Octubre durante las últimas Fiestas Patronales. Finalmente llegó a manos de Cristina después de sortear algunas ofertas de quienes quisieron comprarlo.
García Caffi es hijo de Eduardo García Caffi, quien años atrás tuvo una fugaz participación política como candidato a intendente de Pilar por un partido vecinalista de raíces peronistas.
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