Militante peronista desde muy joven, en su Colegio Nacional de La Plata, siempre estuvo dentro de ese espacio político, aún en los momentos más críticos de la vida institucional del país. Admite que su familia siempre lo apoyó en sus decisiones y asegura, con orgullo que “heredó el gen peronista” de su papá. Los intentos desperonizantes post derrocamiento de Juan D. Perón en el ‘ 55, sellaron –paradójicamente-, su adhesión al movimiento más popular de Argentina para siempre.

Siro Flores presidió durante los últimos años el Honorable Concejo Deliberante de Bolívar, una función que le permitió sumar a su extenso desempeño en cargos públicos, un desafío del cual se despidió el lunes 30. Militante desde su adolescencia transcurrida en La Plata, el médico pediatra supo de escenarios complejos, de mayorías electas, de mieles, pero también de sabores amargos. Así en la política como en la vida, las enfrentó desde sus convicciones y con la certeza de que con diálogo fructifica la democracia real.

En las sesiones del deliberativo, muchas veces fue dueño de una templanza reconocida por propios y extraños, sosteniendo un delicado equilibrio entre el libre juego de la expresión política de cada bloque y la necesidad de que los concejales “vayan redondeando el tema” para votar, cuando el tema se había ido de cauce.

Como concejal electo en primer lugar por la lista que acompañó la candidatura de Eduardo Bucca en 2011, (primer mandato), tuvo también la oportunidad de ejercer el cargo de intendente interino durante el tiempo que duró la licencia anual de Bali, a fines de enero de 2015.

“Esa experiencia fue muy satisfactoria y muy grata, admite. Desde la etapa previa a la candidatura de Bali en 2011, tuvimos la oportunidad de ver su capacidad política y sus ganas de trabajar, que, sumadas al aire nuevo que le trajo a nuestro espacio, me animaron a acompañarlo y asumir la corresponsabilidad de esta gestión. Eso constituía una gran expectativa que fue satisfecha con creces, teniendo en cuenta cómo ha trabajado Bali (...). Me siento orgulloso de haber integrado esta gestión, de haber acompañado a este intendente en los primeros cuatro años de gobierno”.

Esta forma de trabajar del intendente, a la que hace referencia, se caracteriza por la vertiginosidad y la toma de decisiones trascendentes, entre otros aspectos. ¿Eso le imprimió un nuevo carácter al Concejo Deliberante, que debió coordinar sus tiempos (más laxos) para acompañar la gestión de un Ejecutivo hiperactivo?

-Claramente. Yo traté de canalizar el ejercicio de mi presidencia en el Concejo, dentro de lo que considero que debe ser la mirada política enfocada en el consenso. No visualizo a la política como una confrontación permanente, sino como un ámbito de diálogo y en ese sentido, el órgano deliberativo es el lugar del diálogo por excelencia, en virtud de que aquí están representadas todas las fuerzas políticas que han tenido reconocimiento en la comunidad.

Siempre traté de dialogar, con los concejales propios y con los de la oposición y ser útil como nexo con el Ejecutivo, para que se entienda que el Concejo tiene sus tiempos, que son establecidos, determinados por la normativa. Por supuesto que con la dinámica que le imprimió Bali, con la necesidad de que todo tuviera una celeridad inédita, inusual, en Bolívar, nos movilizó a todos los concejales, tanto opositores como oficialistas.

Creo en definitiva, que fue un Concejo que trató de estar a la altura de las circunstancias y que intentó acompañar la gestión, a pesar de grandes discusiones, con posturas no compartidas, con disensos e incluso con rechazos a algunos proyectos. En definitiva, con todo lo que tiene que ver con la democracia y la política, porque pretender que todo salga por unanimidad, que no haya discusión, es no alcanzar a dimensionar cuál es la cuestión política de la diversidad.

Flores ha sido concejal por espacio de 12 años. En ese lapso, le ha tocado ser opositor (en mayoría electa y en minoría por división pos electoral) y oficialista (en minoría y en mayoría).  Esos vaivenes estuvieron dados no sólo por los resultados electorales sino por decisiones tomadas post electoralmente, fruto de escisiones dentro del bloque en el que actuó.

Las divisiones internas constituyeron un plus en el ejercicio de su concejalía; le tocó jugar con escenarios que irrumpieron novedosos y complejos en muchos casos. Flores reconoce que esas fueron cuestiones políticas se fueron saldando. “Bali logró unificar precisamente la mirada de los justicialistas detrás del proyecto que él lidera como intendente y como presidente del PJ local. Me parece que él tuvo la capacidad de liderazgo como para lograrlo”, asegura.

Los dos primeros años de la gestión de Bucca, el FpV/PJ tuvo la mayoría en el Concejo y en 2013 uno de los concejales dejó de pertenecer a ese bloque y se incorporó al Frente Renovador. Eso volvió a modificar la dinámica del Bloque, que, a pesar de haber sido el espacio ganador en las elecciones, no contó con la mayoría legislativa.

Al respecto, Siro Flores recuerda cómo fue el accionar del Bloque oficialista, tanto cuando le tocó ser mayoría como en minoría. “Nunca hicimos abuso de la mayoría, y en este sentido quiero resaltar la actitud del presidente del bloque, Oscar Ibañez. Siempre consensuamos, siempre dialogamos y con Oscar compartimos esa manera de ver la política. Por eso, a pesar de que teníamos mayoría desde el punto de vista del resultado electoral, cuando se dio el pasaje de un concejal de nuestro bloque hacia el FR, volvimos a quedar en minoría y nuestro trabajo continuó con la misma actitud dialoguista, con la misma línea de acción. Está claro que eso no fue tan sencillo, que hubo más temas a discutir y que en algunos aspectos logramos el consenso y otros no; incluso perdimos algunas votaciones al confrontar con los dos bloques opositores”.

El médico resalta que no fue sencillo el inicio del trabajo legislativo estos dos últimos años, a partir de la conformación de una mayoría en la sumatoria de la oposición, entre otras cosas, porque significó una dificultad a la hora de conformar las comisiones del Concejo. “Se tardó mucho tiempo en la discusión por las presidencias de las comisiones, tal es así que se comenzó a reunir las comisiones a mediados de diciembre con toda la demora que implicó para el tratamiento, fundamentalmente, del Presupuesto que se terminó de tratar en 2014. Este fue un hecho incómodo, porque hubo posturas irreductibles, en particular del bloque del radicalismo que no quería aceptar la equidad en la distribución de las comisiones”.

¿Fue la coyuntura más conflictiva desde el punto de vista del funcionamiento del HCD?

-Lo que pasa es que el Concejo tiene momentos, como el tratamiento del Presupuesto, que tienen tiempos estipulados y que son visualizados por el Tribunal de Cuentas, que acciona con sanciones si no se cumplen. A veces, esta circunstancia es utilizada políticamente.

¿Cómo se ve, fuera del Concejo Deliberante, al menos por los próximos años? ¿Va a extrañar?

-Sí, seguramente, lo voy a extrañar. Mi decisión es personal, hablada en primer lugar con mi familia y luego con Bali. Quise dejar este lugar, no porque me jubile de la política ni porque deje de actuar en política, sino porque quiero dar lugar a la participación de los más jóvenes. Siempre se dice que hay que dar espacio a ellos y creo que es lo que tenía que hacer. Hay mucha gente valedera, con mucha formación, con capacidad, que viene acompañando a Bali, que han llevado adelante el municipio con gran mayoría de aciertos y con un gran reconocimiento comunitario; que adquiere mayor relevancia aún a la luz de los resultados electorales que se dieron en la provincia y en el país.