CFK & Sergio Massa: nada cambia rumbo a 2025

CFK & Sergio Massa: nada cambia rumbo a 2025

El peronismo replica la sociedad a pesar de la derrota 2023. Mesa convocada para febrero. Milei prescinde de los servicios de Macri. Furia PRO por Chiqui Tapia.

 

Por Gabriela Pepe

 

El escenario político 2025 se empezó a configurar en la víspera del comienzo del año electoral. Cristina Fernández de Kirchner, ahora como presidenta del PJ, cranea con Sergio Massa la reorganización del peronismo con una convocatoria a gobernadores, mientras Mauricio Macri le cerró a puerta a un acuerdo con Javier Milei y ya piensa en el armado del PRO.

Después de un acto de asunción que mostró demasiadas ausencias, CFK se llevó el jueves todo el crédito por la jugada que terminó en la expulsión de Edgardo Kueider del Senado, que le permitirá al peronismo ganar una banca. Fue la expresidenta la que empujó a los suyos para que presentaran el pedido de sesión para conseguir el desafuero.

En el bloque de Unión por la Patria no había acuerdo total para esa jugada. Los senadores Juan Manzur, José Emilio Neder, Sandra Mendoza y Gerardo Montenegro habían viajado al Vaticano. Otros no querían bajar al recinto. El miércoles se lamentaron cuando el oficialismo sacó de la manga el pedido de suspensión a Oscar Parrilli que los obligaba a defenderlo en el recinto. A la noche, después del acto que se celebró en la UMET, ralearon la cena que el bloque organizó para verse con la expresidenta. Eran menos de 20.

Neder estuvo el miércoles en la UMET. Manzur y Mendoza se las tuvieron que arreglar para volver a tiempo. Montenegro no llegó. Tenía un compromiso en otro país por su rol como dirigente del básquet. La mañana de la sesión algunos pensaban que iban rumbo a una derrota.

Pero todo cambió pocas horas antes de bajar al recinto, cuando la jueza federal Sandra Arroyo Salgado envió al Senado un pedido de desafuero a Kueider, junto con una orden de detención en el marco de una causa por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Esa requisitoria le dio el último empujón a los dudosos del peronismo y del resto de la oposición. En el recinto, fue goleada de la posición de Cristina. Puertas adentro, el peronismo le tuvo que reconocer audacia y coraje. “Impecable”, dijeron en el despacho de una senadora que había expresado su desacuerdo con la estrategia.

No dejó de ser llamativo que fuera Arroyo Salgado la jueza que le sirviera en bandeja el triunfo a Cristina. La magistrada, exesposa del fallecido fiscal Alberto Nisman, tiene enemistad con la expresidenta. Fue raro, además, que activara de manera intempestiva una causa que estaba paralizada. En el peronismo sobrevolaron sospechas sobre la motivación de la jueza. ¿Alguien la mandó? Cristina celebró.

El triunfo fue doble. A la expulsión de Kueider le siguió un escándalo que el oficialismo se autofabricó con los cuestionamientos respecto de la validez de la sesión. El PJ miró atónito la guerra entre la Casa Rosada y la vicepresidenta Victoria Villarruel. “Inventaron un quilombo que no estaba en la cabeza de nadie, es insólito”, dijeron en el cristinismo.

Conseguida la expulsión, el entorno de Cristina activó otros movimientos. Lanzó un operativo para desgastar a Carlos Camau Espínola. El correntino fue, hasta el jueves, compañero de bancada de Kueider, con quien se asoció a principios de 2023 para romper el bloque de senadores del peronismo. Su espacio terminó como aliado de Milei.

"No fue casualidad que los dos hayan votado la ley Bases. Creo que algún fiscal debería indagar sobre las acciones del senador Espínola", lanzó el viernes la senadora provincial Teresa García en Radio Con Vos. Espínola suena para ser candidato a gobernador de Corrientes por La Libertad Avanza. Cristina quiere arruinar esos planes.

La vigencia de la sociedad CFK-Sergio Massa

Al inicio de la semana, el peronismo escenificó una postal de unidad con una reunión convocada en Moreno a la que asistieron Cristina, Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Massa. Aunque el entorno de Cristina intentó bajarle el tono a las discusiones, los dirigentes que quedaron en el medio de los cruces entre el cristinismo y el ala kicillofista se fueron preocupados.

“Hay que parar este quilombo”, le pidió un intendente a una dirigenta bonaerense que dialoga con todos los sectores, durante el acto de asunción de Cristina. La percepción de los no enrolados en ningún bando es que Cristina y Massa, firmantes de la sociedad 2023 que terminó en derrota, armaron una emboscada en contra de Kicillof.

En el entorno del excandidato a presidente de UP lo niegan. Massa dice en privado que el peronismo necesita que a Kicillof le vaya bien y llegue de la manera más competitiva a 2027. “Si no, estamos todos muertos”, apuntan. Pero, como Cristina, tiene cuestionamientos al gobernador por su “encierro” en su mesa chica. “Axel no ganó las elecciones solo. Todos los sectores trabajaron para eso, Cristina, Máximo, los intendentes y Sergio”, dicen.

El lunes, el gobernador se sorprendió con los argumentos contra el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, que Massa y Cristina habían consensuado. ¿El líder del Frente Renovador no opinaba lo contrario? La expresidenta sostiene que el desdoblamiento pondría el foco en la gestión bonaerense y desviaría el eje Milei-anti Milei.

Objetivo, Senado: se vienen las mesas de Unión por la Patria

Cristina y Massa tienen en mente el armado de una mesa política en la que se tomarán decisiones electorales. Quieren que el peronismo tenga una estrategia nacional. La convocatoria está prevista para febrero e incluiría a gobernadores, la CGT, los movimientos sociales y dirigentes de peso en cada distrito. Por eso, Cristina le hizo un guiño público al riojano Ricardo Quintela.

La preocupación principal es la definición de una estrategia para las provincias que eligen senadores, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y la Ciudad de Buenos Aires. El peronismo pone en juego 14 bancas sobre 34. Es muy probable que el bloque se achique.

Por ahora, los gobernadores no dan señal de aceptación. Quieren que primero CFK baje la tensión con Kicillof y asegure que no habrá obstáculos en su eventual carrera presidencial. Difícil. La exmandataria y Massa también apuestan al armado de una mesa política en la provincia de Buenos Aires con Kicillof. ¿Quién la encabezaría?

A pesar de las internas brutales, los distintos sectores del peronismo tienen algunos acuerdos que pasan debajo del radar y fijan líneas que nadie cruza. Quedó claro con la caída de la ley de Ficha Limpia -que no avalaron ni los anticristinistas- y con el proyecto de democratización sindical. “Nada contra el peronismo”, rezan gobernadores, diputados, senadores y la CGT. En esa lógica se piensa, por ejemplo, en el armado para 2025 de una opción peronista de centro que sea “anti-Milei” y no antikirchnerista, y que no haga imposible una síntesis completa en 2027.

Mauricio Macri - Javier Milei, la sociedad rota

Aunque la tensión se arrastra desde hace semanas, el viernes Macri dio por caído un acuerdo con Milei para 2025. En la cumbre del Consejo Nacional del PRO habló del “destrato casi permanente” que recibió de parte del Gobierno y anunció que el partido tendrá “una propuesta electoral” propia.

Macri acumula furia contra Milei, a quien no ve desde agosto. Lo acusa de haberlo traicionado y de haber cerrado acuerdos con el peronismo. Señala la caída de las leyes de Ficha Limpia y de democratización sindical. Estalló por la vuelta en el aire de los senadores libertarios en el caso Kueider y pondrá el grito en el cielo por la designación de prepo de Ariel Lijo para la Corte.

Macri cree que Santiago Caputo buscará hacerlo desaparecer del mapa político en 2025. Al asesor lo avalan las encuestas: Milei sigue por encima de los 50 puntos de imagen. Con esos números, no necesitará de la colaboración del PRO para imponerse en las urnas. El expresidente busca rescatar la identidad y “los valores del PRO”. Avala el rumbo económico, critica al Gobierno en lo institucional. ¿Alcanza con eso?

Aunque no le gusta la idea, el expresidente baraja la posibilidad de ser candidato a senador por la Ciudad. Sería la única forma de salvar su distrito. Los libertarios quieren quedarse con todo. El viernes a la madrugada, el bloque de LLA en la Legislatura votó en contra del Presupuesto de Jorge Macri. Guerra declarada.

Pero lo que terminó de detonar esta semana la relación entre Macri y Milei fue la foto que, el miércoles, se sacaron Manuel Adorni y Karina Milei con el presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, en la sede de la Conmebol, en Paraguay. En 2017, Macri lanzó la postulación conjunta de Argentina, Paraguay y Uruguay para el Mundial 2030. Trabajó para eso como presidente de la Fundación FIFA, mientras intentó minar el poder de Tapia.

El presidente de la AFA es la barrera de resistencia para el desembarco de las sociedades anónimas deportivas en Argentina, una obsesión de Macri. Milei lo acompañaba en el objetivo y había puesto a Tapia como archienemigo. Hasta ahora. En 2025, los cañones ya no apuntarán a la AFA: irán contra el líder del PRO.

Comentá la nota