Se conocen hace más de 15 años y pasaron más tiempo enemistados que juntos.
La ambición por erigirse en un salvador es constante. Antes de su actual desembarco en Economía, Massa tuvo otros intentos importantes que quedaron en nada. El primero fue cuando se perdieron las PASO del 2021 y Juan Manzur reemplazó a Santiago Cafiero en la Jefatura de Gabinete, luego cuando renunció Matías Kulfas, y por último, cuando se fue Guzmán. En las tres instancias, Massa sonaba como superministro, pero ejerciendo su poder desde la Jefatura de Gabinete. En todos esos casos, quedó a mitad de camino. ¿Qué cambió ahora? En esos diferentes momentos, el único que empujaba la situación era Massa. Alberto Fernández y Cristina Kirchner tenían sus reparos. Esta vez, urgidos por la severa corrida cambiaria, el Presidente y la vice estuvieron de acuerdo en darle luz verde al tigrense, que hizo un fuerte lobby mediático –con operativo clamor de gobernadores amigos incluido– para llegar al Gobierno.
La relación entre Massa y CFK siempre fue tensa, en especial desde las elecciones legislativas del 2009, cuando Néstor Kirchner perdió frente a Francisco De Narváez. En aquellos comicios a Massa le fue mejor que a Kirchner en su distrito, Tigre, y ese corte de boleta generó sospechas de traición. Hay que sumarle a este episodio el capítulo Wikileaks, en el 2010, cuando se revelaron los cables de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires en los que se transcribían textuales de Massa en los que describía a Néstor Kirchner como un “psicópata” y a Cristina como una “sometida”.
Más cerca en el tiempo, en el 2013, ocurrió el gran quiebre con el kirchnerismo, cuando enfrentó al candidato de CFK, Martín Insaurralde, en las legislativas de ese año y le ganó, a tal punto que comenzó a vislumbrarse un sueño presidencial que intentó por primera vez en el 2015. Para ese entonces, la guerra con el kirchnerismo era total y hasta amenazó en actos de campaña con “meterlos presos”. Cristina siempre desconfió de la amistad de Massa con los actores judiciales que más la persiguieron a ella y sus amigos, como el fallecido juez Claudio Bonadio o el fiscal Guillermo Marijuan.
Las amistades judiciales de Massa se mantienen hasta hoy. Un ejemplo: el juez de Casación Eduardo Riggi le pidió al ahora ministro de Economía si podía interceder para estirar su jubilación. El año próximo cumple 75 años y deberá dejar su cargo. Riggi tiene causas que a Cristina Kirchner podrían interesarle, por lo que en Comodoro Py ya especulan con que el magistrado podría ofrecer algún fallo a favor a cambio de una extensión en su jubilación.
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