Serebrinsky: “No se puede manejar General Pueyrredón si nunca manejaste ni una verdulería…”

Serebrinsky: “No se puede manejar General Pueyrredón si nunca manejaste ni una verdulería…”

Así se refirió el dirigente radical se refirió, en diálogo con “el Retrato…”. También habló de la situación que atraviesa su Partido, y brindó una perspectiva personal sobre la situación de la ciudad, la provincia y el país.

¿Cómo está la situación del radicalismo?

- El radicalismo logró una lista de consenso en Mar del Plata que no es una lista de unidad. A mi entender, quedaron sectores o referentes que tendrían que haber estado y no estuvieron. Formando parte de esa conducción. Pero se hizo una lista de acuerdo y se pretendió sostener la conducción anterior. Y más allá del presidente, el comité no ha funcionado de acuerdo a las expectativas que se tenían.

- No es una lista de unidad entonces?

- Claro que no es de unidad. Es una unidad hecha con empleados concejales. En verdad hay referentes naturales acá en Mar del Plata – a mi me ofrecieron un cargo y no acepté- porque estos referentes no estaban. Lo que sucede es que hay una conducción real, dispersa, donde cada uno hace su juego y nos comprometen a todos, y por otro lado una conducción partidaria debilitada que forma parte de una estrategia para seguir manejando al radicalismo dentro del Concejo Deliberante.

- ¿Esta situación puede llegar a debilitar al radicalismo?

- El radicalismo tiene raíces muy profundas que tiene que ver con la gente. Siempre ha habido compromiso, militancia. Está muy ligado a la historia, a la clase media y a los sectores de trabajo de la ciudad de Mar del Plata. Lo que pasa es que está lleno de radicales sin radicalismo. No le pasa solo al radicalismo. Al peronismo, al socialismo le está pasando lo mismo. La gente corre atrás de figuras y hay una actitud deliberada en muchos dirigentes de debilitar los partidos, que en muchos casos eran el parámetro por la avenida donde podían correr sus dirigentes. Les ponían límites. Y muchos dirigentes, hacen lo que quieren, cuando quieren. Si les conviene involucrar al partido lo hacen, si no les conviene lo dejan a un lado. Es así.

- ¿Puede cambiar esta manera de hacer política?

- Esperemos que trabajemos en la formación de cuadros. Fijémonos lo que está pasando, por ejemplo, en la Argentina. No voy a estigmatizar sectores, pero en el gobierno, hay mucha gente que está haciendo la tesis profesional en la justicia o en el ministerio de economía. Y no podemos hacer muchachismo. No podemos improvisar.

- ¿Se refiere a La Cámpora?

- Puntualmente. No quiero estigmatizar porque me parece fantástico que la gente joven se comprometa en política y tenga ideología. Pero hay que estudiar. Hasta el más militante se tiene que formar. Si alguien quiere manejar Mar del Plata, por ejemplo, tiene que saber lo que hace. Hay que estudiar. Yo creo que alguien que no estudia economía no puede formar parte de algún gabinete. Ni a nivel nacional, ni provincial ni municipal. Muchos hoy hacen la tesis con la vida de los argentinos. Eso es gravísimo. Preparan policías en cuatro meses y les dan una pistola. Hay jueces y fiscales que nunca vieron un expediente. Todo es improvisación y esto así no resiste. No se puede manejar General Pueyrredón si nunca manejaste ni una verdulería.

- La situación que atraviesa Vilma Baragiola hoy ¿La golpea a ella o golpea al partido?

- Creo que golpea a los radicales y a ella en particular. De todo se aprende. Cuando decidí formar parte de la concertación no involucré al radicalismo. Me parecía que había que ponerle el hombro al país y que había que hacer un gobierno de concertación y hacer políticas de estado mínimas, básicas y fundamentales que nos correspondían a todos. Pero no involucré al radicalismo con las decisiones personales. Ella dice que la sostiene el radicalismo. Y le pidió ayuda a Moyano, después repartieron la boleta de Massa, y se encuentran a escondidas con Massa. Las decisiones hay que tomarlas con todas las cartas arriba de la mesa.

- ¿Se acabó el tiempo de Vilma?

- No. Creo que ella tiene una relación muy especial con la sociedad y la sociedad cree en Vilma. Lo que pasó fue una cachetada porque se manejó muy mal la situación. Cuando uno arma un equipo para ser acompañado en la función pública, por ahí se tienen diez personas alrededor. Y uno puede abusar de la confianza y hacer algo que nos comprometa. Entonces qué se hace. En ese caso yo hubiera actuado diferente. Hubiera dicho: “Mire, no comparto lo que hizo mi secretario, no lo quise desautorizar pero le pedí la renuncia”. Pero bueno, Vilma decide rodearse con esos diez de confianza, entre los que hay quienes actúan así. Y ella elige seguir así. Tiene derecho a elegir a sus amigos pero no tiene derecho a involucrarnos a todos.

- ¿Cómo está el panorama en el partido de cara al 2015?

- Está claro que Vilma es la dirigente radical mejor posicionada. Esto es una realidad. La gente elige personas, no partidos. Y eligió a Vilma. Pero ella va a tener que modificar muchas cosas con respecto a su entorno. A mí los radicales me han castigado mucho por todas mis elecciones. Pero las hice con todas las cartas arriba del escritorio. Ellos viven hace muchos años haciendo negocios debajo de la mesa y reparten boletas cortadas. Yo nunca en mi vida repartí boletas cortadas. Me pude haber equivocado. Pero cuando juego, juego claro. Porque si no la política es un barrilete. Yo creí en el Kirchnerismo. Porque creí. Y el gobierno de Kirchner al principio fue un gobierno de avanzada. Después todo se desbalanceó a partir del 2007. Cuando se empezó a financiar el consumo sin un proyecto económico de desarrollo.

- ¿Y si ella resultara elegida en las PASO, el partido acompañaría?

- ¿Y qué es el partido? Yo soy radical, y he sido muy criticado en mi partido. Yo no creo que alguien por si solo pueda resolver las cosas. Nunca he renunciado a mis banderas. La realidad es que el radicalismo, no sé si en su conjunto la acompañará a Vilma, si ella no convoca a los que tienen experiencia de gestión. Hay gente muy valiosa dentro del partido.

- Apareció la figura de José María Conte como otra figura para las PASO.

- Si José María decide jugar dentro del radicalismo está bien. Porque él no estaba jugando dentro del partido ¿Quién le va a decir que sí o que no? Es un hombre conocido, de gestión, y ha sido funcionario de un gobierno no radical. Pueden decir eso, pero él tiene que decidir si vuelve. Y si decide eso, no hay ningún problema. Particularmente tengo una excelente relación, es un amigo. Y todo el mundo puede jugar acá ¿Quién es el que decide quien juega y quién no juega? ¿De dónde sacaron esta lógica? Cada uno puede tener visiones diferentes. José María tiene mucho para aportar. Pero a esta altura, las cosas me preocupan más como marplatense que como afiliado al partido radical.

- ¿Cuáles son esas cuestiones?

- Me parece que un tema fundamental es la seguridad. Hemos perdido calidad de vida. No hay barrios seguros. Están pasando cosas todo el tiempo. El tema social, el empleo, el trabajo registrado, la integración de Mar del Plata. Tenemos que repensar una Mar del Plata a doce meses. No tenemos oferta para eso. Quiero que no nos mientan más. Tenemos que ver el puerto como una oportunidad al mundo. El mundo demanda nuestros servicios y nosotros somos el principal puerto de la Pampa Húmeda. Los únicos que no lo asumimos somos los marplatenses. Países con menos herramientas que Argentina han salido adelante. Pero no se han cerrado al mundo. El mundo está globalizado más allá de las ideas de cada uno. Porque la tecnología hoy hace eso. Pero nosotros seguimos largando las palomas mensajeras. No podemos vivir de espaldas al mundo. Y nosotros, en lugar de eso, tenemos el monumento al fracaso. Que es el puerto de cruceros con el que nos engañaron a todos. Hicieron cursos para formar azafatas para recibir a los cruceros. Hubo gente que pagó cursos para poder trabajar. Y esta parece una ciudad sin futuro.

- ¿Qué opina del país?

- Mire, el monopolio privado es grave. Pero el monopolio del Estado es mucho más grave. Estos son conceptos filosóficos donde tenemos que hacer idolología. Creo que hay posibilidades para Argentina en estos tiempos. Y Mar del Plata debería ser parte de esto. Este verano, va a ser un desfile de candidatos que no nos definen nada a los marplatenses. Tenemos índices alarmantes de desempleo y pobreza. Índices alarmantes en el puerto. El cordón hortícola complicado. Hablemos de esas cosas…. No repartamos volantes por las playas de Mar del Plata. Me molesta muchos que a cada farolito que ponen le agreguen el nombre del presidente, del gobernador o del intendente. Y es la plata de todos. Hay que ser respetuosos. La economía tiene un factor técnico y otro que tiene que ver con la confianza. Están poniendo en el Ministerio de Economía chicos que no están preparados. Los enfrentan con empresarios llenos de mañas. El principio del fin fue cuando no estuvo más Kirchner en el gobierno. Porque había liderazgo. Hoy no hay liderazgo y esto se agrava. Yo soy un estudioso del peronismo y soy muy respetuoso. Pero la realidad es que el peronismo sin conducción es anárquico porque es vertical. Es peligrosísimo. Tiene mucha gente y no hay liderazgo. Todos se creen con derecho a gobernar. La ventaja que tienen sobre el radicalismo es que cuando deciden quién es el nuevo jefe, todos los que eran kirchneristas pasan automáticamente al bando del elegido. Muerto el rey, viva el rey. Y el que más claro lo tiene es el kirchnerismo.

- ¿Le gusta la Mar del Plata de hoy?

- No. Creo que Mar del Plata es inviable. El 70% de la recaudación la hace el gobierno nacional pese a que delego en el municipio la salud, la seguridad y la educación. Tres cosas de las que debería hacerse cargo el Estado. Hay que plantarse desde otro lugar. Que nos den lo que nos corresponde. No podemos ser socios en las pérdidas del puerto y en las ganancias no nos conocemos. Si vas a salir a defender los intereses de los marplatenses, no podés llevar los pantalones hasta la rodilla. Ahora nos hacemos cargo de la Policía Comunal. Me pregunto con qué recursos. Entonces cada vez nos dan más cosas y no nos transfieren los recursos. La provincia está fundida. Nunca se vio semejante concentración de poder: mediática, financiera. Manejan todo. Este gobierno me ha puesto desconfiado. Siempre esconden algo detrás de una bandera que parece loable. Y si a Mar del Plata no la ponemos competitiva vamos a tener un problema. Y esto no se arregla declarando ciudadanos ilustres a todos los cantantes que pasan. Los concejales, no todos pero muchos, se tienen que poner a trabajar en serio. No sé cuántos ciudadanos ilustres quieren declarar. Hablemos de otras cosas. Miremos cómo resolvemos los temas que tiene Mar del Plata"

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