La demorada renovación de la red de agua potable y desagües cloacales en el barrio 26 de septiembre fue finalmente llamada licitación para que se realice la recepción de ofertas, pero con un llamativa diferencia en el presupuesto oficial de la obra: para la Municipalidad de Santa Rosa es de $ 21.959.711,32, mientras que para el ENHOSA -el ente nacional que la financia- es de $31.865.408,27. Hay, pesos más pesos menos, unos 10 millones de diferencia.

Este mediodía, desde el municipio aclararon que el proyecto incluye tres obras en total. La diferencia está en esa tercera, que no fue detallada en el parte de prensa pero si está en el pliego, e incluye trabajos destinados al barro Río Atuel.

“La obra incluye la realización de 240 servicios domiciliarios de agua potable y 272 acometidas domiciliarias cloacales sobre todas y cada una de las parcelas lindantes sobre la traza de obra. El presupuesto oficial asciende a $ 21.959.711,32”, dice -entre otras consideraciones- el comunicado de prensa oficial de la municipio santarroseño.

También inddica que “la consulta de pliegos se encuentra disponible en forma gratuita en www.santarosa.gob.ar y en www.enohsa.gob.ar”.

El reclamo eterno

En los primeros días del mes de diciembre del año pasado, un nutrido grupo de vecinos del Barrio 26 de Septiembre volvió a reclamar -públicamente- la realización de la obra de agua potable y cloacas que pagó hace 10 años atrás pero que todavía no logra que las diferentes administraciones municipales la concreten.

“Pasó la gestión de Torroba, la gestión de Larrañaga y ahora está por terminar la de Altolaguirre y no hemos conseguido nada. Es una falta de respeto inadmisible para todos nosotros”, dijeron en una visita a la Redacción de El Diario.

Son entre 10 y 15 manzanas que no cuentan actualmente con esos servicios fundamentales, comprendidas entre las calles Ferrando, Santiago Álvarez y desde Pestalozzi hasta Emilio Civit.

El reclamo lo hizo un grupo compuesto por Luis Horacio Dietrich, Sergio Regojo, Antonio Gioppo, Ricardo Benítez, Fernando Urretavizcaya e Iris Ramonda. Carpeta en mano, con más de 100 firmas, mostraron los diferentes trámites administrativos que hicieron en vano.

“Todos los barrios que nos rodean tienen agua potable y cloacas... nosotros que estamos en el medio no lo tenemos. Realmente es una situación muy absurda y encima el secretario de Obras Públicas, el señor Pablo De Dios Herreno, ni siquiera nos atiende”, señalaron.

La obra fue anunciada con bombos y platillos el pasado 1º de septiembre de 2017. El intendente Leandro Altolaguirre en persona dijo en los diferentes medios de comunicación que había conseguido el financiamiento de Nación -a través del ENOHSA- para concretar esos trabajos inconclusos.

Además, resaltó que el Gobierno Nacional iba a aportar los fondos para la construcción de un laboratorio destinado a controlar la calidad del agua en la zona.

En aquel momento se dijo que la obra iba a tener un plazo de ejecución de 120 días contados desde la firma del convenio, y de 240 días corridos a partir de la fecha de la firma de las actas de inicio de obras.

Según ese acuerdo, el presupuesto conseguido era de 16.827.355,79 pesos, de los cuales la suma de 12.015.733,09 correspondían a la obra de agua y cloaca; y los otros 4.811.582,70, a la ejecución del laboratorio y las oficinas.

La licitación se realizó tres meses después. Para la obra se presentaron cinco empresas y del acto público participaron el intendente Altolaguirre y el propio gerente general del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, Darío Sarquis.

Las empresas oferentes fueron José Rubén Fernández ($26.920.961,95), BEPHA Construcciones ($22.019.485,45), ECOP Construcciones ($23.496.029,46), BK Construcciones ($17.753.761,71) y EDILAR SRL ($16.691.950,00).

Después de eso los vecinos no supieron más nada. Hasta esta semana, cuando se conoció el llamado a licitación pero con una sugestiva cifra diferente.