A un año del anuncio del reimpulso de la separación en origen por parte de la Municipalidad, desde la oposición buscan que el Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur) brinden información sobre los alcances de la campaña enfocada a optimizar la generación de residuos domiciliarios. También pidieron la implementación de las ordenanzas de Puntos Sustentables y Promotoras Ambientales.

En junio del 2020, en plena pandemia y mientras en el predio de disposición final se estaba desarrollando un intenso conflicto con los recuperadores informales, el titular del Emsur, Sebastián D’Andrea, anunciaba el reimpulso de la campaña municipal de separación de residuos, una iniciativa que había sido iniciada en 2012 tras la construcción del nuevo centro de disposición final y de la planta de separación de residuos reutilizables en un predio adyacente, a cargo de la cooperativa CURA, pero que en la gestión anterior había sido frenada.

Doce meses después de los anuncios, desde el Frente de Todos presentaron en el Concejo Deliberante un pedido de informes para conocer efectivamente los alcances del reimpulso de la separación en origen, apuntando a una presunta ausencia estatal en la materia, por lo cual ya calificaron el reimpulso como “una campaña mediática electoral”.

La autora del proyecto de comunicación fue la concejala Sol de la Torre, quien además solicitó la efectiva implementación de la ordenanza de Puntos Sustentables, promovida por su espacio político, y la de Promotoras Ambientales, promovida por el radicalismo.

Puntualmente, busca que el área que conduce D’Andrea informe los avances de la campaña, los fondos municipales invertidos y las toneladas de desechos recuperadas.

De la misma manera, solicitó la efectiva implementación e la ordenanza que desde 2019 dispone la creación de los denominados “puntos sustentables” para el acopio de materiales reciclables y la formación de un cuerpo de promotoras ambientales para tareas de concientización en los barrios.

“Las políticas de separación de residuos en los municipios tienen un impacto ambiental sustancial, pero además -debidamente implementadas– son una fuente muy importante de generación de trabajo genuino“, planteó la concejala.

Asimismo, frente a los altos niveles de desocupación y pobreza, y una “delicada” situación ambiental, sostuvo que las políticas municipales en la materia “no pueden seguir retrocediendo casilleros”. “Es lamentable que todavía estemos tratando de generar resultados sobre una política de separación de residuos que fue pionera hace diez años“, sumó.

Además, planteó dudas en torno al funcionamiento del Programa Social del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, aprobado por ordenanza en 2015: “Hasta el momento, no sabemos si ese programa general existe. Apenas si conocemos algunas acciones dispersas. Nada nos indica que esas actividades formen parte de una política integral en torno a los residuos sólidos urbanos en la ciudad”, manifestó.

Por último, planteó la importancia de tener “un estado municipal presente” en la materia y decidido a “transversalizar la perspectiva ambiental y a repensar el tratamiento de los residuos sólidos urbanos en clave social, de sustentabilidad y preservación de la casa común”.