SENASA declaró a Tierra del Fuego libre de Tuberculosis y Brucelosis Bovina

SENASA declaró a Tierra del Fuego libre de Tuberculosis y Brucelosis Bovina
El secretario de Gobierno, Pablo Blanco, recibió a funcionarios nacionales, regionales y locales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria. La comitiva fue encabezada por el ing. Horacio Pico, Jefe de la Oficina Local, quien detalló que se informó a las autoridades municipales sobre el comienzo de la Vigilancia Epidemiológica de Brucelosis y Tuberculosis tras la declaración de Tierra del Fuego como ‘Zona Libre de Brucelosis y Tuberculosis Bovina’) y “contarle al Secretario el sistema a implementar para esta vigilancia que se va a hacer en el Matadero Municipal”.
Por su parte, el médico veterinario Gustavo Esquercia, Coordinador Regional de Sanidad Animal del Centro Regional Patagonia Sur del SENASA, reflejó la importancia de declarar Libre de Brucelosis y Tuberculosis Bovina a la Provincia de Tierra de Fuego, “porque en primer lugar ambas enfermedades son una zoonosis y quedó demostrado que la Isla está libre de esas enfermedades. Esto es de suma importancia por la característica que tiene la Isla y el status sanitario que le da; además es la única provincia en el país y en América Latina que está declarada libre de estas dos enfermedades, a la cual le debemos agregar que ya somos libres de Fiebre Aftosa sin Vacunación, por lo tanto le da un status muy especial y le abre posibilidades comerciales con el mundo que no tiene el resto del país”.

Esquercia evaluó que esta condición sanitaria se logró por las condiciones naturales de nuestra provincia. “Hay muchas características que contribuyeron a esta situación, una de ellas es la insularidad, además de otras ecológicas, a las que se deben agregar las barreras sanitarias con las que cuenta lo que nos reasegura el ingreso de animales y todo se puede controlar perfectamente. Se ha hecho un trabajo organizado por los programas de Brucelosis y Tuberculosis del SENASA que lo hemos implementado en forma local, con lo cual hemos demostrado la ausencia de las dos enfermedades. Resta ahora seguir demostrando que mantenemos ese status y para ello debemos seguir trabajando en conjunto con los productores, con la provincia, con los municipios, con el Colegio Médico Veterinario, con el Hospital Regional Río Grande que nos ayuda con su laboratorio. Es un trabajo integral que abarca a distintos sectores. Nosotros somos una parte de este sistema integrado de instituciones”.

En tanto el Dr. Pedro Marcelo Torres, Jefe del Programa de Control de Tuberculosis del SENASA, contempló que para poder mantener este status “ante todo hay que implementar un sistema de vigilancia pasiva y activa. Activa especialmente con la búsqueda en frigorífico con las lesiones compatibles con la tuberculosis o sospechosa de ella y sino encontramos –como ha ocurrido en los últimos años- sacar muestreos para que a través de esas muestras siempre buscar el aislamiento. Eso es fundamental y lo mismo con la brucelosis: sacar muestras de sangre y hacer análisis de laboratorio para la detección o no de la presencia de la infección”, recomendó.

Otro de los factores a tener en cuenta y que tienen importancia capital, “es seleccionar las tropas de riesgo, todas las tropas que puedan tener ingreso, sea en disposiciones o de otro elemento limítrofe con otros países, en el caso de Chile concretamente, también vigilar el ingreso de algún reproductor de una provincia. Tenemos que tener preparado ese manual de vigilancia porque tienen que venir de un establecimiento libre de tuberculosis y brucelosis y a su vez hacerle las pruebas de cuarentena respectiva cuando viene a la provincia y con pruebas negativas. Bajo ese aspecto y otras variables más contempladas en los manuales de procedimiento, se puede mantener ese status a lo largo de los años”.

El Médico Veterinario Alejandro Álvarez, a cargo del Matadero Municipal de Río Grande, reparó que en la parte que le toca al Municipio de Río Grande “somos la parte final de todo este trabajo y lo que tenemos que hacer nosotros es un exhaustivo control de los animales faenados buscando lesiones y remitir las muestras a la Oficina Local del SENASA para que sean analizadas en el Hospital local”, concluyó.

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