En un acto protocolar, Yurii Klymenko presentará este viernes sus cartas credenciales ante el canciller Santiago Cafiero. Coincide con el aniversario del comienzo de la invasión de Rusia
Por Juan Piscetta
Ucrania eligió un día simbólico para designar a su nuevo embajador en Buenos Aires. Coincidente con el aniversario de la guerra con Rusia, el presidente Volodomir Zelenski designó a Yurii Klymenko como nuevo representante diplomático en el país con la intención de fortalecer la relación bilateral con Argentina.
Klymenko presentará este viernes, a las 12.30, sus credenciales como embajador extraordinario y plenipotenciario ante el canciller Santiago Cafiero. El encuentro tendrá un tinte de primera presentación formal y protocolar en el piso 13 de la sede diplomática.
El último embajador ucraniano en Argentina fue Yurii Diudin. Su misión terminó cuando arrancaba el gobierno de Alberto Fernández, por lo que cargo estaba vacante desde hace tres años. Hasta entonces, la sede diplomática ubicada en la calle Olleros estuvo a cargo del encargado de negocios, Sergiy Nebrat.
Con la nueva designación de política exterior, Ucrania apunta a reforzar la presencia política en el país y hacia el resto de América Latina.
Klymenko es un funcionario de carrera e ingresó al servicio exterior en 1992. Su destino anterior era el representante especial de Ucrania para la resolución de conflictos en Transnistria, otra zona caliente en puja con Rusia, Moldavia y Rumania. En diciembre pasado, Zelenski firmó los decretos 887/2022 y 888/2022 para que ahora Klymenko se encargue del vínculo bilateral con el gobierno argentino.
El nombramiento del nuevo embajador tiene un condimento estratégico y simbólico para Ucrania. Además de que se oficializa en el aniversario del inicio de la escalada militar en Donetsk y Lugansk, en la región de Donbas, coincide en un contexto de profundización de las hostilidades con Rusia, luego de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció retirarse del tratado New Start sobre desarme nuclear.
A raíz de la guerra, el gobierno de Alberto Fernández tuvo que ir cambiando de posición sobre el gobierno ruso. Moscú fue un aliado clave de Argentina en el primer año de la pandemia con la provisión de vacunas Sputnik V contra el COVID-19. De hecho, la guerra significó un baño de realidad para la Casa Rosada y la Cancillería. Comenzó a pocas semanas de que Alberto Fernández mantuviera un encuentro bilateral con Vladimir Putin y le prometiera que Argentina “sería la puerta de Rusia a América Latina”.
El estallido de las hostilidades, sin embargo, la cerraron.
Hubo algunos titubeos iniciales. En una primera instancia, el Gobierno evitó usar los términos “invasión” y “condena” para referirse a las acciones militares de Rusia. Con el desarrollo de la contienda bélica, el Gobierno nacional finalmente se posicionó a favor de Ucrania, llamó hacia la búsqueda de soluciones pacíficas y envió ayuda humanitaria para la población bajo asedio. La Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos, a cargo de la ex ministra de Seguridad, Sabina Frederic, realizó doce viajes enviando donaciones y dos misiones para evacuar ciudadanos argentinos y refugiados en Polonia y Rumania.
En un comunicado, Cancillería ratificó esa postura en el marco del aniversario: “La Argentina reafirma su compromiso con los principios de soberanía e integridad territorial de los Estados y los derechos humanos, ejes permanentes de la política exterior de nuestro país. Rechaza el uso de la fuerza como mecanismo para resolver conflictos y, en este sentido, reitera su condena a la invasión del territorio ucraniano por parte de Rusia”.
Con ese historial, Yuriy Klymenko asumirá la nueva función política. Antes había tenido otras misiones diplomáticas. En 2005-2006 fue cónsul en la ciudad griega de Salónica y en 2006-2010 estuvo en la ciudad española de Barcelona. Entre 2013 a 2021, fue embajador de Ucrania ante organismos internacionales en Ginebra, Suiza.
Desde el punto de vista geopolítico, lo previsible es que Ucrania continúe demandando de Argentina un mayor compromiso con la guerra. En una entrevista con Infobae, Sergiy Nebrat sugirió que esperan del Gobierno más ayuda humanitaria y colaboración en las sanciones contra Rusia y las resoluciones que impulsan en organismos internacionales.
Otro desafío será la política comercial. La guerra afectó fuertemente el intercambio que Argentina mantenía con los países en conflicto. El flujo de bienes y servicios cayó poco más del 40% en 2022 en relación con el año previo, tanto en Ucrania como con Rusia. Argentina posee una balanza comercial superavitaria con ambas naciones. Con Kiev, la cifra apenas llega a los 61,58 millones de dólares el intercambio, mientras que con Moscú llega a los 1.330,69 millones de dólares. Lo que más se vende a Ucrania son merluzas congeladas, limones y maníes sin cáscara.
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