El santafesino Mirabella y el cordobés Caserio aseguraron que el secretario de energía se comprometió a garantizar la rentabilidad. La dura reunión del bloque.
El Senado sancionó este jueves el nuevo marco regulatorio para los biocombustibles hasta 2030, con duras críticas al Gobierno de oficialistas de provincias productoras que reclamaron al secretario de energía Darío Martínez cumplir con su promesa de modificar algunos artículos en la reglamentación.
Los más molestos fueron el santafesino Roberto Mirabella y el cordobés Carlos Caserio, quienes ya la habían hecho sentir en la reunión de bloque del lunes, con fuerte repudio a la decisión del Gobierno de cajonear la prórroga de la promoción actual a los biocombustibles aprobada por el Senado en octubre y reemplazarla con otra que fija cortes de 5% al biodiesel, a base de soja; y 12% el bioetanol, pero la mitad a base de azúcar y sólo el resto a maíz, cuyas principales plantas están en Córdoba.
El proyecto, ahora sancionado, fue presentado por diputados del Frente de Todos y apadrinado por Máximo Kirchner, con el argumento principal de un traslado de los precios de los granos al surtidor. Ocasionó una disputa entre los oficialismos de ambas Cámaras del Congreso que no será fácil de saldar. Tanto, que algunos senadores hablaban este jueves de cerrar el recinto un buen tiempo en señal de protesta.
La promoción del biocombustible, que caducó el 12 de mayo pero tiene una prórroga hasta el 27 de agosto, establece cortes de 5% pero con las resoluciones posteriores se elevó a 10% el biodiesel, que tiene su principal centro de producción en Santa Fe; y a 12% el bioetanol. O sea, la nueva ley bajó a la mitad el primero y mantuvo igual segundo, pero con la obligación de dividir en partes iguales entre el de azúcar y maíz.
Mirabella estaba decidido a desmarcarse. No firmó el dictamen de comisión de la ley de Diputados y sólo pudo llegar al recinto por la rúbrica de la tucumana radical Silvia Elías de Pérez, favorecida por el aumento de la cuota a los productores azucareros de su provincia.
Y este jueves aceptó aprobar la ley recién cuando supo, por la tarde, que Martínez se había comprometido una vez más a retocar el artículo 8, que contempla la posibilidad de bajar los cortes a 3% si considera que los precios internacionales están muy altos, sin otra fórmula que su decisión política.
"No es la mejor ley, pero es la posible. Apuesto a la palabra del secretario de energía y en la reglamentación que podamos hacer", se sinceró el senador santafesino, después de un discurso con un contenido que bien podría haber sido de un opositor.
"Santa Fe tiene el complejo aceitero más grande del mundo. Y por cada tonelada de biodiesel que no consumimos, se dejan de liquidar cuatro toneladas de harina de soja. Si terminamos el año con un stock sin liquidar de 15 millones de toneladas, esto equivale a 7 millones de dólares. Y la industria del biodiesel podría consumir la mitad de eso", ejemplificó.
"El año pasado se importó cerca de 1000 millones de dólares de combustibles fósiles. ¿Nos conviene importar gasoil o producir biodiesel?", se preguntó y alertó por la pérdida de recaudación tributaria de 13 millones de dólares en la provincia. "Mi compromiso es con la actividad económica de Santa Fe", cerró.
Caserio aseguró que Martínez ya le garantizó que ese texto se borrará. "Vamos a hacer algo simple: si en algún momento el commodity se extiende en el precio vamos a tener el mismo precios. Por lo tanto, nunca vamos a bajar de ese 6% lo cual es bueno porque creemos que esto va a prosperar", prometió.
Según supo LPO los primeros borradores de la reglamentación llegaron por la tarde, el temario de la sesión tenía el proyecto de biocombustibles al final para esperarlo y el oficialismo fue todo tensión, porque en la Rosada pidieron que nadie votara en contra aunque alcanzaran los votos por la ayuda de los azucareros de Cambiemos.
El lunes, en la reunión de bloque, sólo Oscar Parrilli había atinado a defender el proyecto y la idea de votarlo este jueves; mientras que José Mayans, el jefe de bloque, prometió gestiones con la Rosada para que la sangre no llegue al río. Tardaron en llegar y dejaron el vínculo erosionado.
Cambiemos zanjó más en la grieta oficialista cuando pidió votar en particular el artículo 8 y no todos cumplieron con la premisa de mantenerse unidos: se abstuvieron los pampeanos Daniel Lovera y Norma Durango, que no irán por la relección; y se ausentaron el puntano Adolfo Rodríguez Saá y el jujeño Guillermo Snopek. Fue aprobado con 38 votos, sólo uno más que la mayoría necesaria. Al filo.
El debate se extendió hasta la madrugada y Alberto tiene más de un mes para mostrar una reglamentación que lo senadores le reclaman a gritos. Más moderada fue la santafesina María de los Ángeles Sacnun, santafesina y autora de la prórroga del régimen actual que diputados cajoneó.
"Esa prórroga era por el 5%. ¿No la leyeron? El corte es una variable. La otra es precio. Tenemos que avanzar en encontrar el punto de equilibrio entre rentabilidad y precio teniendo en cuenta los compromisos internacionales que se asumieron", planteó.
La cordobesa Laura Rodríguez Machado, del PRO, dijo que Córdoba estaba de "duelo" por la ley. "Ojalá se sienta la desesperación cuando gente que produce, que trabaja, que apuesta al futuro, que crea empresas y fuentes de trabajo ve que el Congreso sanciona una ley que las liquida, que les pone un cerrojo, que casi les pone bandera de remate".
"Parece que hay que ponerle el pie encima a la provincia de Córdoba para no dejarla trabajar y regularle sus actividades productivas según se le ocurra al Poder Ejecutivo para que decaiga si peso en la economía del país. Es un castigo absolutamente injusto", siguió su coterráneo y compañero de bloque Ernesto Martínez, del Frente Cívico.
Caserio no lo soportó. "No dijeron nada cuando (el ex ministro de Energía Juan José) Aranguren subió un 3000 por ciento las tarifas. ¿Quieren que vuelva?", los desafió. Parrilli aseguró que el biocombustible no tuvo precio durante varios años del gobierno de Mauricio Macri y nadie "estuvo de duelo".
"Esta ley prevé un marco regulatorio desde el 2021 al 2030, estamos dando previsibilidad y certeza para las inversiones. Nos interesa que esta actividad crezca en las pymes porque son las que están esperando esta ley", se defendió.
En el cierre, el radical Luis Naidenoff vaticinó un fracaso de la ley, si lo que busca es evitar que suba en los surtidores quitándole biocombustibles. "La nafta subió un 60% este año, más que la inflación. ¿Le van a echar la culpa a los bio? En 2020 no se actualizó el precio. Y de los 7 aumentos que hubo este año, sólo en uno se puede decir que tuvo incidencia", aseguró.
Le respondió su coterráneo Mayans. "La ley que ratificamos el año pasado dice, claramente, que la base era el 5% de etanol y el 5% de biodiesel, en esta ley estamos haciendo lo mismo y dice que puede aumentar si la Secretaría de Energía lo considera o, en casos excepcionales, llegar al 3%", recodó. Esa última cifra la quieren borrar sus dirigidos. Esperan que Alberto lo haga en la reglamentación.
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