Senado: la presión de los gobernadores obliga a Cristina Kirchner a correrse y evitar más tensión en el FdT

Senado: la presión de los gobernadores obliga a Cristina Kirchner a correrse y evitar más tensión en el FdT

En el acuerdo con el FMI, el bloque K del Senado votará dividido. Por primera vez un amplio sector de la bancada no se alineará con CFK.

Con la aprobación ya asegurada en el Senado del acuerdo con el FMI -es posible que se lo vote el jueves-, la mayor duda es cómo se dividirá la bancada del Frente de Todos a la hora de votar.

Los diferentes punteos dan resultados apenas disimiles en las cifras, pero hay coincidencia en la implicancia política: será la primera vez desde diciembre de 2019, cuando Cristina Kirchner logró unificar bajo su conducción a 42 senadores peronistas que provenían de diferentes espacios, que un sector muy numeroso del bloque votará en línea con las necesidades del Gobierno y contra la posición de la vice presidenta.

“Hasta ahora éramos el bloque de Cristina. Ya no será más así”, aventura un senador justicialista que nunca fue kirchnerista pero que en estos dos años y tres meses evitó plantear diferencias dentro del bloque

Otro senador se entusiasma: “Lo que pase en el tratamiento del acuerdo con el FMI deberá trasladarse a la discusión interna dentro del bloque, ya no va a haber alineamiento automático”.

En diciembre, antes del recambio legislativo, cuatro senadores -Edgardo Kueider, Sergio Leavy, Guillermo Snopek y Carlos Espínola- amenazaron con formar un sub bloque. Cristina abortó el plan: contuvo al sector rebelde dándole más juego y las codiciadas presidencias de algunas comisiones.

Pero la discusión del acuerdo con el FMI deja al desnudo que ahora son muchos más que cuatro los que “romperán” con su conducción.

Los poroteos muestran que sobre los 35 senadores oficialistas actuales, entre 18 y 20 votarían a favor y entre 15 y 17 lo harían en contra.

De ser así, menos de la mitad de la bancada mostraría que todavía es terminal de Cristina. Entre paréntesis: para sancionar la ley, al igual que en Diputados el Gobierno contará con ayuda de Juntos por el Cambio.

En el caso de la bancada del FdT del Senado, la Casa Rosada operó directamente sobre los gobernadores de diferentes provincias, quienes luego presionaron sobre sus senadores.

Prácticamente todos los senadores de provincias administradas por peronistas votarían a favor del acuerdo.

Las excepciones podrían ser los dos senadores de La Cámpora de Tierra del Fuego, la chaqueña Inés Pilatti Vergara, la puntana Eugenia Catalfamo -¿Adolfo Rodríguez Saá votará a favor?- y la bonaerense Juliana Di Tullio.

Otra duda es la santacruceña Ana María Ianni: está identificada con Cristina pero la gobernadora Alicia Kirchner se pronunció a favor del acuerdo con el Fondo a través de Twitter.

En contraste, los que se encaminan a votar en contra no están presionados por los gobernadores de sus provincias, a quienes tienen de rivales. Es el caso de los neuquinos Oscar Parrilli -este lunes no participaría del arranque del tratamiento del proyecto- y Silvia Sapag, el rionegrino Martín Doñate y de los camporistas Mariano Recalde (CABA) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), entre otros.

Ante este escenario, Cristina captó rápido que cada senador de su bancada haría lo que le exigían sus gobernadores y se corrió para evitar más tensión en el Frente de Todos.

“Ella puede estar muy disgustada con Alberto (Fernández), pero no va a ir en contra de 15 gobernadores”, analizaron en el Frente de Todos.

 

Reunión de bloque

 

Este lunes habrá reunión de la bancada del FdT del Senado y su jefe, el formoseño José Mayans, transmitirá algo impensado hace un mes: que en el bloque habrá libertad de acción. Que cada uno vote según los intereses de sus provincias o convicciones.

Al igual que a Cristina, el jueves a Mayans le rompieron a piedrazos los vidrios de su despacho en el Senado, ubicado en el segundo piso, justo encima del de la vice presidenta. Ese día, el formoseño y el gobernador Gildo Insfrán estuvieron reunidos en la Casa Rosada con Alberto Fernández y el jefe de Gabinete Juan Manzur.

 

Fue la primera vez en más de un año que el Presidente se reunía con Mayans: la relación había quedado herida por la posición del senador en contra de la despenalización del aborto. Aquella vez, la bancada oficialista también votó dividida, pero no se trataba de una iniciativa clave para el Gobierno ni las provincias.

En el tratamiento en Diputados, 40 diputados oficialistas votaron en contra o se abstuvieron en la votación del acuerdo.

Ahora que en el Senado la bancada del FdT volverá a votar dividida la duda es cómo seguirá el clima interno.

“Algunos andarán un tiempo con cara de culo y otros nos haremos los pelotudos, pero nada indica que vaya a haber una fractura formal. A nadie le conviene”, indicaron en la bancada oficialista.

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