El bloque K pone en juego pocas bancas y se mantendría como primera fuerza. Pero sus socios corren riesgos.
Aunque en octubre gane un candidato a presidente opositor, el PJ oficial continuará dominando el Senado. Todo indica que se mantendrá como primera fuerza, debido a que su bloque pondrá en juego apenas 5 de las 24 en juego en ocho provincias. La fortaleza del bloque, que al menos hasta diciembre se identifica como kirchnerista, se basa en otro dato: la UCR, segunda fuerza, debe renovar nada menos que 9 de sus 13 integrantes.
Con todo, el oficialismo podría correr el riesgo de perder lo más valioso: el quórum propio que atesora desde hace cinco años y que le permite habilitar sesiones e imponer la agenda. Se alcanza con 37 senadores y el kirchnerismo lo viene garantizando con 32 propios y 6 aliados habituales, más otros ocasionales. A 3 de los 6 incondicionales se les vence el mandato y difícilmente regresen: la santafesina Roxana Latorre, la pampeana María Higonet y el correntino José María Roldán. Lo mismo sucede con otra correntina, Josefina Meabe, aliada ocasional. Continúan los 3 santiagueños que son aliados firmes y 2 senadores que acompañan al bloque K en momento clave: la neuquina Lucila Crexell y el riojano Carlos Menem. Del bloque PJ-FPV se van en diciembre el mendocino Rolando Bermejo, la catamarqueña Inés Blas, el chubutense Marcelo Guinle, y los tucumanos Beatriz Rojkés y Sergio Mansilla.
La esposa del gobernador José Alperovich no buscará renovar. Cerca de la senadora revelaron a Clarín que en su lugar irá su marido, que no puede ser reelecto. La otra banca le corresponde a una mujer. Miembros del oficialismo que ya otean cómo podría quedar el bloque el año que viene confían en que podrían retener las dos bancas tucumanas.
En Corrientes, provincia gobernada por el radical Ricardo Colombi, al kirchnerismo le espera una batalla electoral más difícil. Pero en el bloque K se esperanzan con quedarse con el senador por la minoría. El candidato sería el ex regatista olímpico y ex intendente Carlos “Camau” Espíndola.
En Santa Fe las encuestas son desfavorables para el kirchnerismo y es posible que no meta ningún senador propio en reemplazo de la aliada Latorre. La Pampa es otra provincia donde el oficialismo la tiene complicada, y con suerte podría elegir un senador.
Mendoza también asoma muy crítica para el kirchnerismo. “Con fortuna podríamos retener la banca que se nos vence”, dijo un miembro del oficialismo. Para candidata suena el nombre de la diputada camporista Anabel Fernández Sagasti. Si es electa, La Cámpora lograría su primera banca en la Cámara alta.
En el kirchnerismo creen que podrían conservar la banca por la minoría que tienen en Catamarca (se rumorea que la candidata podría ser la actual gobernadora Lucía Corpacci). Es incierto aún, en cambio, si lograrán retener la banca de Chubut.
En caso de que el oficialismo gane las presidenciables, se descuenta que el bloque se alineará detrás del nuevo presidente. Pero habrá qué ver qué hace en caso de que le toque ser oposición y cuál será el peso de quienes ahora se identifican como kirchneristas duros. “Ahí los gobernadores peronistas tendrán influencia directa sobre las posiciones del bloque”, anticipó un integrante del oficialismo.
En caso de ser electo gobernador de Río Negro, Miguel Ángel Pichetto deberá dejar la jefatura del bloque K, que encabeza desde hace años. Para sucederlo ya se barajan algunos nombres: Juan Manuel Abal Medina, Marcelo Fuentes y Rodolfo Urtubey.
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