La semana pasada los senadores de Unión por la Patria le solicitaron a la vicepresidenta una sesión para tratar el megadecreto desregulador del presidente de la Nación. Le faltan cuatro senadores para el quórum y, eventualmente, lograr dar de baja al decreto. “Vamos a ir al recinto todas las semanas hasta que consigamos quórum”, remarcó Juliana Di Tullio.
El Frente de Todos del Senado aspira a sumar voluntades que lo acompañen en la derogación del DNU 70/23 en una sesión que solicitó a la vicepresidenta Victoria Villarruel para el jueves a las 14. Con 33 integrantes, el peronismo sólo necesitaría cuatro más para alcanzar el quórum de 37 senadores, y una eventual mayoría para la votación. El objetivo no es imposible pero tampoco es sencillo.
Primero necesita que la presidenta de la Cámara acepte el pedido de sesión y que se defina que el DNU está habilitado para su tratamiento en sesiones extraordinarias, ya que pese a no estar incluido explícitamente en el temario, figura como uno de los artículos de la denominada ley ómnibus que sí se encuentra en debate.
Sorteadas esas cuestiones no menores, desde el espacio que lideran José Mayans y Juliana Di Tullio confían en llegar al número a partir de las expresiones y pronunciamientos realizados por varios diputados de bloques provinciales –e incluso de la UCR— contra el súper-DNU de Javier Milei.
“Vamos a ir al recinto todas las semanas hasta que consigamos quórum”, remarcó Di Tullio, dejando la puerta entreabierta a la posibilidad de que los senadores de otros bloques que se expresaron verbalmente en contra finalmente no estén sentados la próxima semana en el recinto para avanzar con el rechazo al instrumento del Ejecutivo.
Una cuestión matemática y política
En la lista que puntean las autoridades del Frente de Todos figuran nueve provinciales referenciados en gobernadores y dos peronistas que hace un par de años abandonaron el bloque –el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos “Camau” Espinola-; además de unos cuatro o cinco de los 13 radicales que hay en la Cámara alta.
Sobre los provinciales, los dos santacruceños (José Carambia y Natalia Gadano), los dos misioneros (Carlos Arce y Sonia Rojas), los dos chubutenses (Andrea Cristina y Edith Terenzi), la cordobesa (Alejandra Vigo), la neuquina (Lucila Crexell) la rionegrina (Mónica Silva) están atentos a lo que pasa en Diputados con el tratamiento de la ley ómnibus para, en función de ese desenlace, definir los pasos a seguir en el Senado.
Con sus pares de Diputados enrolados en los bloques dialoguistas que, con disidencias, habilitaron el martes el dictamen del megaproyecto, aguardan por estas que el oficialismo plasme por escrito el compromiso de respetar lo acordado en las negociaciones previas.La quita del capitulo fiscal del texto, anunciada por Luis Caputo el viernes último, despejo un poco ese panorama.
Los dichos –supuestamente filtrados— del presidente MIlei sobre que iba a “dejar sin plata” a los gobernadores por la dilación en la aprobación del proyecto se sumaron como argumentos al trabajo de cabildeo que los referentes de Unión por la Patria vienen realizando para convencer a sus pares provinciales de ir al recinto este jueves o cuando sea la fecha a la que Villarruel finalmente convocará a la sesión para discutir el súper-DNU.
A los cuatro o cinco radicales más institucionalistas, en cambio, les recuerdan todas las consideraciones que Milei en campaña tuvo para con el partido y para con la figura del expresidente Raúl Alfonsín.
En relación a los dos exintegrantes de la entonces bancada oficialista –Kueider y Espínola-, dicen volver a sentirse sorprendidos: “Unión por la Patria sigue con el mismo problema que motivó nuestro alejamiento del bloque: convocan a una sesión y ni siquiera nos avisan que van a hacerlo”.
En ese contexto no estarían en la sesión del jueves –si es que finalmente se convoca— aunque también, para dar una respuesta definitiva, aguardan lo que suceda con la sesión que se iniciaría el martes en Diputados.
El peronismo tampoco parece tener su fila firme y asegurada
El peronismo, de todas maneras, tampoco tiene la certeza de que sus 33 integrantes estarán sentados en sus bancas: las autoridades recelan de los tres santiagueños, que no estuvieron en la sesión de diciembre en la que se eligieron autoridades, y en las que Unión por la Patria salió derrotado.
También están alertas con los pasos que pueda seguir la tucumana Sandra Mendoza –referenciada en su gobernador Osvaldo Jaldo—, ya que podría imitar a sus pares de diputados –Gladys Medina, Agustín Fernández y Elia Mansilla- y formar un nuevo bloque con identidad provincial por fuera del FdT.
La decisión de Unión por la Patria de llevar el tema al recinto surgió luego de que se vencieran los plazos para que la comisión bicameral que analiza los DNU se emitiera sobre el tema.
El viernes 18 caducó ese plazo y la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, a la que la Constitución le encomienda tratar los decretos presidenciales, aún no está conformada: si bien el Senado ya emitió la resolución con sus 8 integrantes, en Diputados aún prevalece una disputa entre La Libertad Avanza y Unión por la Patria, por una de las 8 sillas en juego.
De acuerdo con la interpretación de la Cámara baja, y teniendo en cuenta lo ya resuelto por el Senado, en la bicameral, que presidirá el senador libertario riojano Juan Carlos Pagotto, habrá 6 integrantes de Unión por la Patria; 3 de La Libertad Avanza; 2 del PRO; 2 de la UCR y 3 de diferentes fuerzas provinciales o de expresión minoritaria.
Más allá de que la comisión emita o no dictamen, según la ley que regula el tratamiento de los DNU, hace falta el voto negativo de las dos cámaras del Congreso para que ese instrumento de delegación legislativa en el Poder Ejecutivo sea derogado, algo que no ha ocurrido jamás en la historia institucional argentina.
Comentá la nota