Joaquín De la Torre renunció a la vicepresidencia II del Senado y esperan un nuevo "garrochazo", esta vez hacia el ala más conservadora de la dercha.
Joaquín De la Torre, un verdadero saltimbanqui de la política bonaerense, dispara rumores en torno a su próximo salto. Electo senador provincial dentro de una extraña alianza entre peronistas republicanos y radicales, ayer mandó una clara señal de ruptura al renunciar a la vicepresidencia II de la Cámara Alta bonaerense, enojado por el reparto de cargos que acordaron el Frente de Todos y Juntos para el Tribunal de Cuentas, la Defensoría del Pueblo y el directorio del Banco Provincia que se concretó ayer.
“La razón de mi renuncia es sencilla: no podemos entregarle al kirchnerismo el Tribunal de Cuentas de manera vitalicia a cambio de un par de cargos para Juntos. Esto es buscar privilegios a espaldas de la gente. Así mas que halcones o palomas parecemos pavos reales”, fue la razón que esgrimió para dar el portazo.
La referencia apunta al desembarco de Federico Thea, mano derecha de Axel Kicillof, en la presidencia del organismo que audita las cuentas de los tres poderes del Estado bonaerense en sus tres niveles, en reemplazo del histórico Eduardo Grinberg, que renunció a comienzos de este año.
Dentro del radicalismo, que cobijó a De la Torre con la esperanza de que su aparato aportara votos en la complicada sección electoral -hegemonizada por el PRO y por el possismo, que jugó en la otra vereda-, la decisión sorprendió... pero no tanto. “Vamos a ver con qué nos sorprende, a dónde migra, 'decepcionado'”, se sinceró ante la consulta de INFOCIELO un colega de bancada.
¿Otro garrochazo? señales y antecedentes
Detrás de una posible fuga del ex intendente de San Miguel se juntan señales y antecedentes. Hay que recordar que el hombre supo abrazarse a Amado Boudou hasta que cayó en desgracia, para luego asociarse a Sergio Massa en el lanzamiento del Frente Renovador y recalar, más tarde, dentro del PRO, primero incondicional de María Eugenia Vidal y luego cercano a Pichetto, y terminar asociado a la UCR en las legislativas de 2021.
En cuanto a las señales, hay por lo menos dos para tener en cuenta. La primera fue el almuerzo que compartió con Mauricio Macri el 8 de mayo en la célebre quinta de Los Abrojos, en una mesa que tuvo comensales destacados como Miguel Ángel Pichetto, Mario Vargas Llosa y la diputada española Cayetana Álvarez Toledo.
La intransigencia de De la Torre para negociar con el kirchnerismo se ajusta bastante al veto que “bajó” Mauricio Macri y que significó que Néstor Grindetti, intendente de Lanús, debiera abandonar su rol de negociador, una vez que se hubieron dinamitado todos los avances conseguidos en esa instancia.
¿Sabrá Mauricio Macri que De la Torre, que se definía como vidalista para diferenciarse del macrismo, es el autor de la "trampita" que permitió que se cayeran los límites a las reelecciones en la provincia de Buenos Aires? Misterio.
La segunda señal es más reciente. Hace apenas cinco días, se mostró con Cynthia Hotton, dirigente conservadora que comparte esos valores con De la Torre. Hotton juega con sello propio y compitió en las legislativas de 2021 con resultados magros. No queda claro si el gesto de Joaquín busca acercarla a Juntos o si, por el contrario, señala la próxima vía de escape. En la Legislatura, sus socios políticos ya se atajan.
Siempre es un placer conversar con personas con las que se comparten valores y miradas. Gracias @CynthiaHotton por la charla. pic.twitter.com/kw6RcYunYY
— Joaquín de la Torre (@delatorrej) May 20, 2022
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