A casi un año del reclamo de los vecinos y el mismo día en que LaCapital reflejara en su tapa la magnitud del megapozo de Ricchieri al 2900, Aguas Santafesinas SA (Assa) inició ayer la reparación del cráter.
A casi un año del reclamo de los vecinos y el mismo día en que LaCapital reflejara en su tapa la magnitud del megapozo de Ricchieri al 2900, Aguas Santafesinas SA (Assa) inició ayer la reparación del cráter. Según estimó el gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco, la obra demandará cerca de una semana de trabajo y le costará a la compañía sanitaria entre 5 y 15 mil pesos. A fin de mes, los automovilistas no tendrán que subirse más a la vereda para evitar el bache, poniendo en riesgo a los vecinos que caminan por la zona.
Las reiteradas quejas de los vecinos de Ricchieri y Latzina tuvieron ayer su ansiada respuesta: a casi un año de haberse hundido el pavimento y generarse una virtual pileta en plena calzada, Assa comenzó a reparar el megapozo.
El mismo día que este diario reiteró los reclamos de los habitantes de la zona, una cuadrilla de la empresa llegó hasta el lugar e inició la reparación del cráter. Irónicos, los vecinos que pasaban por el lugar marcaban el contraste: un año de reclamos ante la empresa sin novedades y horas después de la publicación en el Decano, respuesta inmediata.
"Inicialmente se hará la reparación hidráulica que está inundando el pavimento. Luego se efectuará la compactación del terreno y finalmente se hará el nuevo asfaltado", detalló Lanfranco, respecto a las etapas de la intervención.
El vocero de Assa comentó que los técnicos de la empresa calcularon que entre una semana y diez días estarán finalizadas las obras. Y el costo aproximado de las tareas van de los 5 a los 15 mil pesos. El monto final se podrá precisar al culminar la reparación.
Tras aclarar que no quería polemizar con los vecinos, Lanfranco diferenció el reclamo público de los habitantes de la zona, de la presentación formal de la denuncia en el sistema de Aguas. "Recién ahí corren los tiempos para la empresa. Desde que ingresó el reclamo no pasó un año como se dijo, pero lo importante es que la obra ya está en marcha", remarcó.
De confirmarse los plazos planteados por Assa, antes de que finalice el mes, el calvario de vecinos del barrio Carlos Casado y los automovilistas que transitan por Ricchieri al 2900 encontrará su cauce.
Ya no será necesario subirse a la vereda para evitar el cráter que atraviesa casi de punta a punta la calle, poniendo en riesgo a los ocasionales transeúntes que pasan por allí.
Según los vecinos, Assa no ignoraba la presencia del pozo. Incluso puso un corralito, dos pequeñas luces y concurrió al lugar periódicamente a tomar nota. Pero con el correr de los meses, el corralito se convirtió en un manojo de hierros que los conductores enojados tiran a un costado y las señales luminosas, agotadas, aparecen por el suelo. En breve decenas de autos dejarán de caer a diario en el enorme hueco urbano.
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