La semana pasada en la última reunión de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, la mercedina, Liliana Negre de Alonso, tuvo un efusivo pedido al presidente de la Comisión, Pedro Guastavino, para incluir la problemática en la agenda de trabajo.
Al respecto, la compañera de Adolfo Rodríguez Saá explicó: “Le hice un pedido expreso al presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales que frente al reclamo que hace la ciudadanía tratemos la ley de aumento de las penas para aquellos casos donde hay delito en la seguridad vial como picadas, conducir alcoholizado o habiendo consumido estupefacientes. Hay un reclamo de las víctimas y de las madres del dolor, a este respecto, y le pedí que lo pusiera en la agenda de la Comisión, de la cual yo soy vicepresidenta, para empezar a tratarlo y responder el requerimiento de la gente que nos está pidiendo que abordemos esta situación”.
A lo que agregó: “Hemos recibido pedidos en nuestros despachos, mails, y llamados telefónicos, así que tenemos que responder debido a que el año parlamentario termina el 30 de noviembre, aunque sea las iniciativas de los legisladores. Después podrá venir la agenda que mande el presidente de la Nación así que le pedí a Guastavino que lo pusiéramos en agenda y lo empezáramos a debatir para tratar que en las sesiones ordinarias de este año podamos darle la media sanción”.
Debido a la delicada situación vial que sufre nuestro país, la senadora Negre de Alonso, recibirá en su despacho este martes, a Viviam Perrone (Asociación Madres del Dolor) para tratar la Ley de Delitos Viales.
Por su parte, el senador nacional por San Luis, Daniel Pérsico, ha presentado algunos proyectos de ley, entre los que se destacan algunas iniciativas relacionadas a la seguridad vial, como ser el proyecto de ley que modifica la Ley de Tránsito donde se estipula la prohibición de “fumar al conducir un vehículo” y la de “ingerir bebidas o infusiones calientes al conducir un vehículo”.
Según los argumentos esgrimidos por Pérsico: “Respecto de las conductas prohibidas incorporadas en el proyecto de ley cabe destacar que conducir con un cigarrillo en la mano puede suponer una actividad que afecta a la precaución y atención necesaria en la conducción ya que impide llevar las dos manos en el volante, el humo puede afectar a la visión e incluso la ceniza puede provocar una reacción o acto reflejo inadecuado, situación esta última particularmente riesgosa, ya que se desatiende la conducción si el cigarrillo se cae encima de la persona que fuma, o bien si se cae el cigarrillo y quema a la persona que maneja, ambas situaciones generan un acto reflejo que podría generar un accidente, o bien un gran peligro de accidente”.
En referencia a lo que sucede en otros países latinoamericanos, el proyecto del senador kirchnerista acota: “En Colombia una decisión de la Corte Constitucional de prohibió a los conductores de vehículos particulares fumar mientras conducen. Y uno de los estudios que cita el proyecto de ley arroja resultados contundentes, muestra que mientras un chófer prende un cigarrillo, se demora 3 segundos, y si va conduciendo a 100 kilómetros por hora deja, en ese lapso de tiempo, de ponerle atención durante 80 metros a la ruta”.
Cabe resaltar que la prohibición de fumar y conducir ya rige en numerosos países, como Irlanda, Reino Unido, Sudáfrica, Australia, Canadá, Brasil, Colombia y Chile.
Por otro lado, la iniciativa de Pérsico agrega: “respecto de la prohibición de `Ingerir bebidas o infusiones calientes al conducir un vehículo´, se advierte que no sólo impide una buena sujeción del volante, sino que obliga a manejar con una sola mano mientras se bebe, con el agravante de que, si se cayese la bebida sobre quien conduce puede provocar una reacción o acto reflejo inadecuado, provocando o aumentando considerablemente el riesgo de un accidente”.
Para finalizar, el referente kirchnerista sanluiseño en el Senado de la Nación comenta: “la OMS (Organización Mundial de la Salud), considera el acto de conducir un vehículo como una actividad de alto riesgo, y por ello, la persona debe ser consciente de ello y asumir su rol como conductor y responsable de su vida, la de sus acompañantes y la de los demás agentes en la vía, ya que cualquier distracción puede ser fatal”.
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