La fiscalía respalda la acusación en imágenes recuperadas de las cámaras y en el testimonio de dos jóvenes.
Ayer los fiscales que intervienen en la causa del intendente del Bordo, Juan Rosario Mazzone, presentaron al juez el requerimiento de elevación a juicio. Uno de los fiscales, Ramiro Ramos Osorio, explicó a LA GACETA cuáles son las pruebas que sustentan la presunción de culpabilidad del jefe comunal; para René Gómez, el abogado defensor de Mazzone, “hay meros indicios” y todo está basado en interpretaciones muy subjetivas”.
Lo nuevo en el caso
Ramiro Ramos Osorio detalló que hay nuevos elementos en la causa para haber realizado el requerimiento contra los tres imputados. Una de las pruebas nuevas son fotos recuperadas por el personal del CIF de los teléfonos secuestrados. Según el fiscal, en el laboratorio de informática, el personal del CIF recuperó fotos que habían sido eliminadas; también consiguieron las versiones originales de imágenes que habían sido sobreimpresas. Para Osorio estas nuevas fotos son más comprometedoras.
Asimismo, Osorio dio a conocer que dos de las cinco jóvenes que prestaron declaración, añadieron información muy importante. Una dijo que una persona le ofreció dinero a cambio de sexo en la fiesta. Otra expresó que le pidieron que “haga la gauchada” de declarar que la pareja de Mazzone había estado toda la noche, cuando al parecer la fiesta duró hasta las cuatro de la mañana y la pareja de Mazzone se habría retirado alrededor de la medianoche y no habría permanecido más de una hora.
René Gómez, sin embargo, dijo a LA GACETA que no comparte en absoluto la opinión de la fiscalía. “La verdad es que me sorprendió ingratamente el trabajo de la fiscalía”, expresó y añadió que si bien es verdad que hay dos nuevas fotografías agregadas a los expedientes, esas fotos no prueban nada.
“Hay meros indicios y acá hay mucha subjetividad… Habrían en principio otras dos fotografías, pero todas las declaraciones de las supuestas víctimas de la corrupción, todas han dicho que no había nada de nada”, enfatizó y sentenció. “Esto no da para más.”
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