Gustavo Reyes y Jorge Day, del IERAL de la Fundación Mediterránea, consideraron que se deberá tener en cuenta en qué contexto se desarrollará su gestión y qué es lo que puede hacer al respecto.

Comparado con los gobiernos anteriores, se parece más al de 1999, complicado, con más inflación y menor desempleo, pero habrá “limitantes para un crecimiento sólo por la vía del empleo, por lo que en el país se requerirá más inversiones en equipos y tecnología”, sostuvieron.

“Además, existen los riesgos de turbulencia económica. El atraso cambiario y el importante déficit fiscal nacional son indicios de que se tomarán decisiones al respecto, lo cual puede generar ruidos en la economía”, añadieron.

“Como un todo, Mendoza presentaba una recuperación en la primera mitad de 2015, pero está en el mismo nivel de actividad que hace cuatro años. Es decir, la economía provincial está estancada”, indicaron los especialistas.

Destacaron que en la primera mitad del año han mejorado algunos indicadores (ventas en supermercados, minoristas, en centros comerciales, combustibles), aumentan notoriamente los indicadores de construcción, y las ventas de autos no caen tanto como el año pasado.

Analizaron que a las economías regionales les ha ido claramente peor que al resto de las actividades productivas en los últimos años.

Y mientras que la producción provincial, con sus vaivenes, ha aumentado 9% en seis años, el poder de compra de los exportadores regionales ha caído más del 30% en el mismo lapso.

“Y posiblemente, continúe cayendo en el presente año, puesto que se esperan menos exportaciones y el dólar oficial sigue perdiendo fuerza con respecto a la inflación”, añadieron

Quizá esta comparación pueda ser considerada parcial puesto que sólo se ha tomado en cuenta los ingresos obtenidos del exterior: “Por eso, se recurre a un caso concreto, la vitivinicultura mendocina, un sector bien regional que vende tanto al mercado interno como externo”.

“Acorde a nuestras estimaciones, este sector comenzó a perder poder de compra desde antes. Tomando como referencia la crisis internacional, terminaría cayendo 23% al concluir este año”,agregaron.

Reyes y Day señalaron que “las exportaciones mendocinas vienen disminuyendo desde hace 4 años, y continúa esta tendencia en la primera mitad de 2015”.

Con los precios actuales, el aumento en exportaciones rondaría los U$S800 millones, lo que significa 50% con respecto al 2013, pero no se sabe si es “mucho o poco”.

La vitivinicultura aporta casi U$S1.900 millones anuales, en las cuales participan unas 600 bodegas y varios miles de productores.

Con los precios de antes, la extracción petrolera generaba ingresos equivalente a 3.000 millones de dólares, pero esa cifra se reduce a la mitad con los actuales precios (pagados en Argentina, que son mayores que los internacionales) y en este caso participa una decena de firmas.

Otra referencia es lo que podría producir la minería metalífera, que según los proyectos podría generar ingresos por 900 millones de dólares.