El juzgado de instrucción nº 5 y la fiscalía seguirÁn colaborando Carlos Soto Dávila continuará con la investigación. El hecho está caratulado como “secuestro extorsivo”. Ocurrió el 4 de junio.
Ocurrió el 4 de junio.Ayer, la causa por el secuestro de la niña Juana Goitia, de 2 años y 6 meses de vida, pasó al Juzgado Federal Nº 1 de Carlos Vicente Soto Dávila. Desde el momento en que se conoció el hecho, tomó intervención el Juzgado de Instrucción Nº 5 de Laura Varela, Fiscalía de Instrucción Nº 5 de Graciela Fernández Contarde. La Justicia provincial se abocó a reunir informes, resultados de peritajes, testimonios, entre otros elementos que fueron armando el expediente. Ese juzgado y la fiscalía así como la División de Delitos Complejos de la Policía de Corrientes seguirán prestando colaboración al Juzgado Federal.
Declaración de los padres
Docentes del Jardín de Infantes “Luna Gorda”, de donde llevaron a la niña, la mujer que encontró a la criatura, su nuera, entre otros prestaron declaración en la causa. En las últimas horas se recibió el testimonio de los padres de la criatura que habrían ratificado que se trató de un secuestro extorsivo. La madre recibió el día del secuestro dos llamadas y un mensaje de texto a su teléfono celular.
Interrogante
Fuentes allegadas a la investigación dejaron trascender que en el marco de las conjeturas que se tejen, los secuestradores se tomaron un tiempo suficiente para alojar a la víctima en un lugar y asegurarse que no lo descubran y después comienzan los contactos para exigir el rescate. En el caso de Juanita, no habrían pasado más de 30 minutos desde que retiraron a la niña del jardín y ya se pusieron en contacto con la madre, por lo que generó una inmediata reacción en las redes sociales, como en las radios y la televisión.
El secuestro
Juanita, de dos años y medio, concurre al jardín Luna Gorda, ubicado en Carlos Pellegrini 455, de la capital correntina.
De acuerdo con los testimonios reunidos de los docentes y difundidos por la prensa en esas horas angustiantes, el miércoles 4 de junio, alrededor de las 11, alguien llamó por teléfono al establecimiento diciendo que era el padre. Avisó que en un momento una empleada iba a pasar a buscar a su hija para llevarla al médico.
Instantes después llegó al local escolar una joven de unos 25 años, y llevó a la criatura.
El revuelo se armó cuando la madre llegó al jardín presurosa porque había recibido un llamado a su teléfono celular advirtiéndole que tenían secuestrada a su hija y pedían 6 millones de pesos por el rescate. Al principio el episodio se mantuvo en reserva, pero la noticia comenzó a trascender por las redes sociales y la prensa nacional se ocupó del caso.
Por tratarse de un delito federal, concurrió al jardín el juez Carlos Soto Dávila para interiorizarse de la situación. También lo hizo la fiscal de Instrucción Nº 5, Graciela Fernández Contarde, y se movilizaron agentes de la Policía de Corrientes, de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval. Se alertó a las provincias vecinas y se agudizaron los controles en los pasos fronterizos. El ministro de Seguridad de la Provincia, Pedro Braillard Poccard, se puso al frente del operativo. Alrededor de las 17 de ese miércoles 4, en la vereda de uno de los monoblocks del barrio San Gerónimo, a una vecina le llamó la atención que una niña se hallaba sola y comenzó a preguntar con quién estaba. Alguien susurró que sería la niña que estaban buscando. La llevaron a la comisaría 16ª, donde confirmaron el hallazgo. La pequeña se encontraba en buen estado de salud y con una indumentaria que no había llevado al jardín.
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