Está al frente el vicegobernador, Daniel Salvador, que recién en enero se desligaría, para que asuma el nuevo titular. Los trabajadores no tienen nada que hacer y no saben a quién responden.
La secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires no le escapa a la regla general que se da, hasta el momento, en todos los ministerios y secretarías del nuevo gobierno de María Eugenia Vidal: aún no está armada la estructura final, falta gente en puntos clave y no hay un rumbo claro de cómo encarar el trabajo diario. Recién en enero, el vicegobernador Daniel Salvador -actualmente a cargo del área- designaría al futuro titular.
El día de la presentación del gabinete bonaerense en Lanús, Salvador le confirmó a Letra P que también se haría cargo de la secretaría de Derechos Humanos. El radical -que cuenta con un importante CV en este ámbito, ya que fue nombrado por Raúl Alfonsín como uno de los secretarios de la CONADEP, en 1983- quedó al mando de la cartera, pero naturalmente, su rol como presidente del Senado le impide ponerse al frente de manera exclusiva. Por esto, a dos semanas de la asunción del nuevo gobierno, el área está prácticamente acéfala: no hay gente a cargo, no hay directivas y hay total incertidumbre a futuro.
En las últimas semanas del año, los trabajadores de la secretaría que funciona en calle 49 de La Plata -a tres cuadras de la Gobernación- trabajan desconociendo qué va a pasar en breve.
Según pudo saber este medio, todos los directores presentaron su renuncia, pero no fueron aceptadas, así que hasta el día de hoy continúan cumpliendo funciones. Desde la asunción de Vidal, puntualmente a DDHH van casi diariamente dos hombres cercanos a Salvador, que supervisan de modo general que se realicen las cuestiones administrativas. Hicieron recorridas por el edificio, haciendo hincapié más que nada en la Dirección General de Administración.
"Sigan haciendo lo que estaban haciendo", fue la instrucción que recibieron los pocos trabajadores que hasta el momento mantienen en pie la Secretaría.
La gente de Cambiemos que fue a presentarse, prometió una nueva gestión, en donde básicamente hablaron de diferenciarse de Guido Carlotto, a quien critican por lo hecho en los últimos años. Allegados al vicegobernador comentan por lo bajo la desidia con la que encontraron las instalaciones, en calle 49.
Con respecto a la situación actual, los enviados por el gobierno charlaron con los trabajadores y se sinceraron -según pudo reconstruir este medio- al decir que les costaba conseguir gente para ocupar los puestos, ya que "nadie quiere venir por los sueldos que se pagan".
Todo, en el marco de una disputa política interna en el frente Cambiemos, que crujió al momento de la conformación del equipo de trabajo de Vidal, por los pocos lugares que recibió la UCR en la repartija.
Esta situación -particularmente en Derechos Humanos- va a continuar así hasta los primeros días de 2016. Es que el hombre apuntado por Salvador para hacerse cargo y quedar definitivamente al frente de la Secretaría es una persona que actualmente está en el exterior, y volvería al país recién en enero para cumplir con aquella misión.
Mientras tanto, los organismos de Derechos Humanos critican duramente, por ejemplo, una nueva declaración de la emergencia en seguridad en la Provincia, graficando que en realidad lo que hay es precisamente una "emergencia en derechos humanos".
"Como se ha corroborado en los hechos, el único resultado de la emergencia decretada por el ex gobernador Daniel Scioli en abril de 2014 fue el colapso del sistema penal en la provincia de Buenos Aires. En línea con una política criminal basada en el punitivismo –que los diferentes gobiernos de turno han repetido una y otra vez desde hace 15 años–, la medida constituyó un serio retroceso en el respeto de las libertades individuales y las garantías constitucionales que afectó especialmente a los sectores más desprotegidos de la sociedad", criticaron desde la Comisión Provincial por la Memoria, concluyendo que "producto de estas decisiones políticas que encuentran responsables en todos los poderes del Estado provincial, hoy lo que está en emergencia en la provincia de Buenos Aires son los derechos humanos".
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