Con el objetivo de eliminar las ?previas? y prevenir accidentes por conductores ebrios, desde ayer en la capital entró en vigencia la Ley Seca, que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en lugares de paso, de 0 a 9 horas. Santiago del Estero es uno de los primeros municipios en adherirse y la implementación de la veda alcohólica generó controversia en algunos comerciantes, quienes se manifestaron a favor y en contra de esta medida. 

?Muchos van a optar por comprar antes del horario establecido para abastecerse, para después pasar al boliche, como se hace comúnmente. Creo que no va a variar la venta, pero será hasta que todos se acostumbren y tomen conciencia. Algunos comercios van a estar más complicados, pero es cuestión de adaptarse?, sostuvo Maximiliano, un joven quiosquero del centro capitalino.

Sin embargo, algunos comerciantes expresaron su disconformidad con esta ley, que no creen que ?reducirá el consumo, sino que adelantará la venta de las bebidas?. ?No estoy de acuerdo con esta ley, porque no pueden prohibir que uno consuma alcohol. Después van a impedir otras cosas y así van a seguir hasta que no podamos hacer nada?, dijo Jorge, un vendedor de la zona sur.

En consonancia con Jorge, Alejandro -quiosquero desde hace más de 20 años- comentó: ?No me parece que sea la solución para evitar que los chicos tomen. Tendremos que respetar la ley, para evitar multas o clausuras, pero también es injusto que no nos dejen vender a nosotros y después van a ir al boliche y lo mismo van a tomar. Quizás tomen más?.

Por otro lado, Marta, propietaria de una despensa en la zona céntrica, sostuvo que ?es una ley que podría reducir el consumo de los más jóvenes, pero depende de cada uno y del comerciante también?. Según opinó, ?esto de que los chicos beban no sólo es un problema que se revuelva con la prohibición de ventas, sino que tenemos que actuar como padres responsables en caso de tener hijos menores de edad, hablar con ellos y controlarlos. Y si son adultos de tener una disciplina?. 

A pesar de la polémica instalada, la ley provincial comenzó a regir para los negocios de la capital y el local que no obedezca la normativa será clausurado. El Tribunal de Faltas y la Dirección de Calidad de Vida, con colaboración de la Policía, son los encargados de vigilar el cumplimento de la disposición de la Municipalidad de la Capital.