A horas de iniciar su segundo mandato como Intendente de nuestra ciudad, Sebastián Abella dialogó en exclusiva con LAD sobre lo que espera para sus próximos cuatro años de gestión. Adelantó que en 2020 habrá aumento de tasas y cambios en el organigrama Y que, al día siguiente de jurar, le solicitará una entrevista a Kicillof para "contarle los proyectos de Campana".
Este martes, Sebastián Abella (43 años) asumirá su segundo mandato como Intendente de Campana después de haber triunfado en las elecciones de octubre. Así, desde el retorno de la Democracia, se convertirá en el cuarto jefe comunal de nuestra ciudad que jure por segunda vez consecutiva. En ese marco recibió a La Auténtica Defensa en su despacho del Palacio Municipal, al que llegó luego de participar de una reunión de gabinete del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y con las sobras de una fugaz parada en un local de comidas rápidas de nuestra ciudad.
Tras firmar algunos expedientes, ya sentado en el sillón de tres cuerpos que posee en su despacho, Abella analizará junto a LAD su victoria en las elecciones de octubre y las derrotas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal; marcará que el año 2020 será de "servicios y mantenimiento"; se explayará particularmente sobre el desafío de transformar el Paseo Costanero y también sobre el trabajo que se viene realizando en el Hospital San José; apuntará el "costo altísimo" que demanda la recolección y disposición final de residuos; adelantará que habrá un aumento de tasas próximamente; y también que se modificará el organigrama municipal, aunque todavía sin precisiones ni en las formas ni en los nombres. Además, anunciará que al día siguiente de su segunda asunción le solicitará una reunión a Axel Kicillof; mientras que al momento de referirse a su "relación" con la oposición y el sindicato municipal sentirá que no tiene mucho para decir y poco dirá, como en aquel escueto discurso de 28 segundos que brindó en abril en el Acto de Apertura del período de sesiones ordinarias 2019 del Concejo Deliberante.
-En aquella oportunidad se despidió hasta el próximo año. ¿Siempre confió en ser reelecto?
-Realmente sí, sin saber cómo iba a desarrollarse lo nacional y lo provincial. Trabajamos tan fuerte todos los días que veía en los vecinos su conformidad con nuestra gestión y eso me dio el sustento para decir eso. Así lo sentía, además.
-¿Y qué significó haber ganado con el 54%?
-Es mucho más de lo que pensábamos y marcó que en Campana, después de muchos años, una tercera fuerza no llegue al "piso" y eso nos beneficia para bien en el Concejo Deliberante. Así que es una doble alegría o satisfacción para nosotros. En los últimos dos años, teniendo minoría en el Concejo Deliberante, Campana perdió muchas posibilidades de inversión por la mezquindad de los concejales de la oposición, que se pensaban que trabando una ordenanza ganaban votos y está claro que no fue así.
-¿En este segundo mandato habrá una continuidad de gestión o tendrá una impronta propia que lo diferencie del primero?
-No lo sé. Sí sé que la guía es trabajar todos los días, sabiendo que el vecino es al que hay que resolverle los problemas para que pueda vivir mejor. Después, la impronta la va dando la diaria. Los vecinos, dentro de poco, van a poder disfrutar de la Costanera, algo que hace décadas vienen pidiendo. Los trabajos están muy avanzados y para fines del verano deberían estar terminados prácticamente. Y eso será de la gestión que está terminando y va a tener la marca novedosa que tuvo esta gestión respecto a la Costanera. A partir de ello, plantearemos más a futuro. La gestión te va marcando día a día y después vos no sabés si es lunes o viernes, si estás en enero o marzo, porque uno lo que hace es tratar de buscar cosas para la ciudad..
-Resultó reelecto al igual que Calixto Dellepiane, Jorge Varela y Stella Maris Giroldi. Sin embargo, por la Ley de 2016 que puso fin a las reelecciones indefinidas en la provincia de Buenos Aires, será el primer Intendente de Campana que gobierne sabiendo que no podrá ir por un nuevo mandato. ¿Eso, de alguna manera, genera otra perspectiva o condiciona la planificación?
-Si ya voy a estar pensando en el tercer mandato…
-No me refería a eso, sino a que, hasta ahora, cada Intendente inició mandato sabiendo que cuenta con la posibilidad de ir por otro más.
-Cuando arranqué mi primer mandato, nunca pensé en el segundo. Uno va administrando el día a día, buscando lo mejor para la ciudad. Después, si no puedo volver a ser candidato a Intendente, no lo seré.
-Tras la victoria en octubre, una de las primeras situaciones que remarcó fue que nuevamente tendrá el acompañamiento del Concejo Deliberante, donde el oficialismo contará con mayoría propia. ¿Cuánto va a influir ello en esta segunda gestión?
-Todo dependerá de la necesidad que tenga el Ejecutivo de avanzar con ciertas ordenanzas. Este año necesité cuatro o cinco ordenanzas que me parecían claves para la ciudad y no las logré. Este período que viene puedo necesitar veinte o tan solo dos, pero lo importante es que esas ordenanzas que necesite estén al alcance para que la ciudad no se frene. Así que tener el acompañamiento del Concejo Deliberante me dará la posibilidad de no frenar el desarrollo de la ciudad.
-¿Y piensa que va a cambiar la relación con la oposición? ¿Se puede recuperar esa relación después de lo que sucedió en este 2019?
-No lo sé. Tampoco es un tema que me ocupe.
-El Presupuesto 2020 para nuestra ciudad prevé gastos por 3.513.695.708 pesos. ¿Quedó conforme con la confección?
-Seguramente, el Presupuesto 2020 tenga modificaciones. Este es un presupuesto que nos permitirá funcionar durante los primeros meses del año próximo, pero habrá modificaciones en el organigrama y ello, seguramente, generará modificaciones en el Presupuesto.
-¿Qué planificación se hizo al confeccionar el Presupuesto 2020? ¿En qué se puso énfasis?
-Será un año en el que habrá mucho servicio y mantenimiento. Y habrá un reacomodo de los que son los recursos para Salud y para lo que es la Obra Pública. Esas son las grandes claves. El área de Desarrollo Humano ya se había reforzado a mitad de este año 2019. Pero, seguramente, en los primeros meses del año que viene habrá una definición más detallada de cómo quedará el organigrama y cómo se distribuirá el dinero.
-En cuanto a Obras, se entiende que el Paseo Costanero sigue siendo el gran desafío. ¿En qué etapa se encuentra y hacia dónde avanza?
-La primera etapa fue financiada por la Provincia y era de 150 metros. La segunda etapa fue por 200 metros, con financiación de la Nación. Y la etapa tres se está adjudicando en estos días, que será frente a Prefectura, por 9 millones de pesos que saldrán de fondos municipales. Y el resto de la obra se está licitando y adjudicando, que son cuestiones que tienen que ver con la "parte verde" de la Costanera. También hay un tema legal entre el Estado Nacional y la antigua arenera. Una vez que se resuelva ese conflicto, si la resolución es favorable para Nación, obviamente que lo vamos a pedir para que sea parte del Paseo Costanero.
-Señalaba que 2020 será un año en el que habría mucho servicio y mantenimiento. Durante sus recorridas por la ciudad, ¿qué situaciones encuentra a diario que le gustaría cambiar?
-Tenemos que hacer docencia con el Estado para que la gente pueda ordenarse a la hora de mantener sus zanjas limpias y para que el Municipio pueda dar una buena atención en ese sentido. Me refiero a los residuos que quedan a un costado de la calle y que después tapan las zanjas y generan desbordes… Un tema de educación y servicios que es un déficit porque la inversión que se hace en un barrio pierde sentido si no se hace mantenimiento y no se educa para su cuidado. Pareciera que siempre uno va detrás del problema y a mí me gustaría no ir detrás del problema, sino viendo que lo se hizo vale la pena. Yo tengo cientos de imágenes en mi cabeza de calles de tierra y sin iluminación que hoy están iluminada y con un asfalto en muy buen estado. Y cuando veo al costado una zanja en la que no circula el agua o veo montículos de poda o residuos, se me genera una pequeña frustración de no poder ver lo que uno quiere para cada sector de la ciudad.
-Se nutrió mucho de las charlas con los vecinos y ha destacado la cercanía que ha logrado con ellos. ¿Va a seguir profundizando esas acciones? ¿Y qué aprendizaje obtuvo de esas charlas?
-Por supuesto. Lo primero que entendí es que para la mayoría de las familias, sus principales problemas son los que pasan por el frente de su casa. Y uno trata de explicar el beneficio que lleva a cada lugar. Si asfaltamos la calle Maggio y no asfaltamos la calle Zavallo, ese beneficio no te llegó a vos, pero le llegó al barrio. Tenías 20 cuadras asfaltadas y ahora tenés 80. Faltan 30 y terminamos el barrio. Mirá la parte positiva: hicimos 60 cuadras en un barrio en el que en 60 años habían hecho 20. Y esa charla hace que esa persona pueda ver la mejora en infraestructura. Aunque esa persona no son todos los vecinos, porque muchos lo ven.
-¿Siente que le fue reconocida esa cercanía con los vecinos?
-Sí, creo que sí. Igualmente, ya son cuatro elecciones seguidas que venimos ganando, así que no es que solamente se reconoció esa cercanía. Ganamos en 2013, 2015, 2017 y ahora en 2019. Así que también creo que hay una mirada que va más allá de una oportunidad que nos dieron. Me parece que ya hay una tendencia, más allá del trabajo que venimos haciendo desde 2013 para estar cerca de los vecinos.
-En estos cuatro años se ha analizado en varias ocasiones el gasto en recolección y disposición final de residuos. Y en el Presupuesto 2020, el 54% de lo destinado a la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas se gira a esa tarea. ¿Sigue siendo un tema de análisis por la inversión que significa? ¿Y cuál es la situación actual después de los problemas que se dieron en el predio de Cóncaro?
-Es un costo muy grande que tenemos, uno altísimo. La tasa de barrido y limpieza es deficitaria para lo que es el costo de la recolección, no de la disposición. Exaltación de La Cruz tiene una tasa de disposición final, que no es la de recolección. No hay ningún tipo de conflicto en el funcionamiento del servicio y el traslado, pero obviamente que eso tiene un costo muy alto. Y cualquier privado que quiera invertir en la zona para hacer la disposición final de nuestra ciudad, lo que plantea es el volumen y si no nos ponemos de acuerdo con más de un Municipio será muy difícil poder achicar ese gasto, porque no da el volumen de residuos que se genera en Campana. Ese es un problema regional que tienen Zárate, Pilar, Exaltación, Escobar… Como está planteado hoy es ideal: se recolecta y se lleva a José León Suárez, a una disposición final con todos los permisos y procesos correspondientes. Pero económicamente fue un salto de dinero muy grande respecto a cuando íbamos a Zárate y la tasa no varió para nada.
-Tras la victoria de octubre señaló que el 2020 se avizora como un año complicado económicamente y que su primer objetivo era tener las cuentas ordenadas y tener claro el detalle financiero del Municipio. ¿Cuál es la perspectiva en ese sentido? ¿Está previsto algún aumento de tasas?
-Las cuentas están bien: no sobra, pero tampoco falta. Y sí, seguramente vamos a tener que hacer algún tipo de cálculo para ver cómo podemos ir de la mano del costo de la recolección que es el gran problema que tenemos a la hora de pagar todos los meses. Así que, aunque todavía no lo tenemos definido, va a haber algún tipo de movimiento.
-¿Y qué espera económicamente para el 2020? ¿Cómo podría repercutir eso en el Municipio?
-Va a ser un año difícil, pero creo que vamos a poder hacer muchas cosas por la ciudad. Vamos a poder mantener el nivel de servicios que dimos y seguramente vamos a poder hacer cosas nuevas para los vecinos. Estoy tranquilo en ese sentido, porque estamos trabajando fuerte en la Subsecretaría de Ingresos Públicos para poder generar la mejor recaudación posible y tratar de ser justos, sin castigar al que paga, sino yendo a buscar al que no paga.
-En cuanto a lo que es el Presupuesto, el área de Salud es la que más fondos se lleva (865.844.278 pesos) por el Hospital Municipal. ¿Qué análisis hace de los servicios que ha brindado el Hospital en estos cuatro años?
-Todos los servicios funcionaron muy bien, pero tenemos tres déficits: uno es la Guardia, el otro son los Turnos y el tercero es Clínica Médica. En esas tres áreas deberíamos crecer. Para los Turnos necesitamos más profesionales para poder dar mayor cantidad de turnos; en Clínica Médica porque es el lugar por el que pasan todas las personas, hayan tenido un accidente o una operación y las 30 camas que tenemos en ese sector por momentos no nos alcanzan por el crecimiento de la demanda; y en la Guardia tenemos problemas con la cantidad de personas que van y con las urgencias que, quizás, no son tales. Entonces, quienes tienen problemas más importantes a veces se encuentran con demoras por quienes tienen problemas no tan importantes. Hay que atenderlos a los dos por igual, eso está claro, aunque sabemos que en otros lugares del mundo, un dolor de cabeza no se atiende en la Guardia de un hospital. Es un tema de educación. El otro desafío es mejorar la atención periférica, para que la Guardia no termine siendo el lugar de todos los problemas. Tenemos que seguir mejorando, pero con un presupuesto acotado como el que tenemos también hemos hecho cosas con criterio que significaron mejoras que vale la pena ser destacadas. Hemos mejorado mucho el reintegro por obras sociales; hemos asistido con la Farmacia del hospital a un montón de personas; hemos incorporado un servicio de neurocirugía para poder estar en los momentos críticos, teniendo en cuenta la cantidad de accidentes que se dan en la ciudad. Hoy tenemos la posibilidad de estabilizar el paciente a la espera del traslado. El tomógrafo digital que hemos incorporado es un beneficio muy grande para la Salud local; hemos hecho convenios con Swiss Medical y distintas clínicas de la ciudad para poder dar atención cuando el paciente necesita un estudio que no podemos brindar en el hospital. Hemos mejorado en muchos aspectos la calidad de atención y eso, obviamente, me pone contento. Sabemos que la Salud es algo muy amplio.
-A días de empezar el segundo mandato ha recibido cuestionamientos del Sindicato de Trabajadores Municipales de Campana por decisiones que ha tomado. ¿Le preocupa o es parte de la relación que ha mantenido con el gremio?
-Ellos no quieren trabajar en conjunto conmigo y entendí que tengo que rebuscármelas por mi cuenta. No tengo mucho más que opinar al respecto.
-¿Hizo un análisis de por qué Juntos por el Cambio no pudo retener Nación y Provincia y por qué no resultaron reelectos Mauricio Macri y María Eugenia Vidal?
-Creo que no fue cuidado el bolsillo de los argentinos y eso terminó repercutiendo en la votación. Obviamente, es algo más complejo que "el bolsillo", pero gráficamente creo que se entiende. Los argentinos le dieron una oportunidad al Presidente de cambiar el rumbo del peronismo histórico y creo que Mauricio, o necesitó más tiempo para acomodar la economía o no le fueron las cosas como pensaba. Más allá de eso creo que hizo una elección muy buena, porque sacar 10 millones de votos en octubre es muy importante. Obviamente no le alcanzó para ganar. Pero si la pregunta es por qué no se le dio una segunda oportunidad, creo que es porque a la clase media, media-baja, no le ha ido bien. Y lo digo también como comerciante. Como comerciante no he tenido el mejor 2018-19 en mi negocio.
-Algunas voces críticas dentro del PRO marcaron que el ámbito nacional arrastró a la derrota a María Eugenia Vidal. ¿Cuál es su análisis de la gestión de la gobernadora saliente?
-Creo que María Eugenia quedó dentro de ese enojo que pasó mucho por el bolsillo. No hay un análisis más profundo. Ella dio batallas muy importantes en distintos aspectos en la Provincia de Buenos Aires. Se ha puesto al frente de muchas de ellas. Pero la situación económica terminó empañando el trabajo que ella hizo. Yo me sentí muy acompañado por ella y también por Nación. Con la mayoría de los ministros he podido tener un diálogo permanente y fluido y hemos podido resolver temas importantes para Campana.
-¿Qué espera de los gobiernos de Alberto Fernández y Axel Kicillof?
-Ojalá que hagan las cosas bien por el bien de los argentinos y los bonaerenses. La relación directa debería ser Municipio-Provincia y Provincia-Nación. Ojalá armen una línea de diálogo con los intendentes. Con el gobierno de Mauricio existió: la tuvimos nosotros y también otros gobiernos municipales que eran de otro color político. Por mi parte, el 11 de diciembre le vamos a mandar a Kicillof una nota formal para solicitarle una entrevista en la que podamos contarle los proyectos de Campana. Así que espero ser uno de los primeros intendentes en ser recibidos.
-¿Cree que el espacio Juntos por el Cambio se va a poder sostener ya sin los gobiernos de Nación y Provincia? ¿Y en Campana qué futuro tiene?
-Sí, el espacio se va a sostener, no me cabe ninguna duda. Obviamente se verá después cómo se rearma y qué lugar ocupa cada fuerza. Y creo que va a ser una opción tanto en las elecciones legislativas de 2021 como en las ejecutivas de 2023. Y en Campana, todo depende de lo que hagamos en estos cuatro años. En 2015, sin saber lo que era gestionar un Municipio, pudimos llevar adelante un gobierno; y hoy, con cuatro años de experiencia, me tengo mucha fe de que puedo hacer las cosas bien nuevamente. Igualmente, eso lo van a decir los vecinos. Pero creo que ya tenemos un aprendizaje como para ir por cosas más grandes, a mayor escala. Vamos a seguir tratando de simplificar los procesos, queremos seguir modernizando el Estado y lograr un montón de cosas que seguramente vamos a hacer con más decisión que el primer día, cuando no sabíamos ni dónde se prendían las luces.
-Por último, ¿cuál es el mensaje al vecino antes de asumir su segundo mandato?
-Que vamos a trabajar de la misma manera que lo hicimos estos cuatro años. En muchas reuniones que he mantenido con vecinos en campaña me preguntaban qué les prometía y yo les decía que les prometía trabajo. Y vuelvo a La Josefa: el barrio tenía asfaltadas la Di Lucca y la Félix Fernández. Ambas poceadas desde hace 60 años. Nosotros hicimos 60 cuadras nuevas y reasfaltamos la Di Lucca. Yo no lo prometí en campaña en 2015. Hice 80 cuadras y no lo prometí. Por qué voy a prometer algo ahora. Pedí que vuelvan a confiar en mí, porque hice cosas que no prometí. No prometo cosas, sino trabajo y compromiso. Estar realmente atento al Municipio las 24 horas los 365 días del año, siempre buscando conseguir cosas para Campana, que es lo que hicimos estos cuatro años. Cuando se nos ocurrió pedirle a la Fuerza Aérea un avión fueron dos años de gestiones. Y hoy creo que el monumento a los caídos de Malvinas es un símbolo de la ciudad y pasó a ser un lugar de referencia. Y eso fue perseverancia. Quizás suena pequeño, pero para que ese monumento esté ahí fueron dos años de trabajo que se hizo con mucha decisión, con amor, con ganas de llegarle a los campanenses desde otro lugar. Y eso es lo que tratamos de hacer siempre.
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