El ministro de Trabajo suma a dos hombres del sciolista Cuartango y mantiene a parte del equipo de Malec. Crece el perfil sindical de la gestión. Fifty- fifty.
Por Macarena Ramírez
El ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa, terminó de definir su equipo de trabajo, con el que enfrentará tiempos difíciles: la pelea por los salarios de la planta del Estado. Se quedó con parte del equipo que ya trabajaba con su antecesora, la kicillofista Mara Ruiz Malec, pero en subsecretarías clave sumó a dos hombres que se desempeñaron en el área durante la gestión de Oscar Cuartango, mientras la provincia estaba a cargo de Daniel Scioli. Ya había incorporado a Cecilia Cecchini como jefa de Gabinete, dirigente proveniente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), lo que reforzó el perfil sindical de su gestión.
Correa, de estrecho vínculo con el jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, completó su gabinete con la incorporación de Marino Calcopietro, en la subsecretaría de Relaciones del Trabajo, en reemplazo de Leandro Macia; y de Mariano Salomón, en la de Inspección del Trabajo, ocupada durante la gestión de Malec por Emiliano Ré. Dos hombres con experiencia en la gestión pública de la provincia de Buenos Aires.
Ambos funcionarios ocuparon cargos de la mano del exministro Cuartango. Calcopietro, ahora número dos de Correa, es abogado y fue director de Relaciones Laborales hasta que, en diciembre de 2016, denuncia de por medio, fue removido por el ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal e ideólogo de la Gestapo sindical, Marcelo Villegas. Su nombre es conocido, además, por ser hijo de la recordada abogada Liliana Moiso -fallecida en 2008-, quien ocupara durante quince años cargos directivos en el ministerio.
Salomón es conocido por los trabajadores del área que encabezará ya que estuvo a cargo cuando era dirección. En las próximas horas se oficializarán los nombramientos para las direcciones de dichas carteras con nuevos titulares. Las otras dos subsecretarias del ministerio seguirán en manos de quienes acompañaron a la exministra: Mónica Muscolino, en la subsecretaría de Empleo; Carlos Ullúa, como subsecretario Técnico, Administrativo y Legal.
También continuará en el cargo el camporista Miguel Funes, actual director provincial de Delegaciones Regionales de Trabajo y Empleo, otra área clave para el flamante ministro que busca darle una fuerte impronta territorial a su gestión.
Con un perfil claramente sindical y una postura en defensa del salario de los trabajadores, tanto en el sector público como en el privado, en línea con los planteos de Máximo Kirchner, Correa y su equipo tendrán que capitanear una crisis donde el salario está en el centro de la discusión, más aún a partir del feroz conflicto con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) y reclamos de aumentos de hasta 100% como el que está planteando el gremio de Camioneros con Pablo Moyano a la cabeza. Los reclamos salariales comienzan a escalar y la provincia de Buenos Aires se perfila como escenario de conflictos.
Días atrás, Correa volvió a ratificar su postura en declaraciones a la agencia oficial Télam. Al tiempo que reconoció que se vive un momento de “tensión” por la situación inflacionaria, dijo que hay que “hacer un esfuerzo para compensar económicamente a los trabajadores, no solamente del Estado, sino también del sector privado” y ratificó que su “objetivo máximo” es una redistribución de la riqueza 50-50.
En los próximos días, Correa volverá a reunirse con los representantes sindicales de los trabajadores estatales de la provincia. Hace un mes, a principios de septiembre, Axel Kicillof anunció un aumento del 25% que, sumado a lo que ya se otorgó y lo acordado para diciembre, llega a un piso del 70%; hace pocos días volvió a reunirse con representantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB). Sin embargo, la inflación estará por encima de ese número y de eso se discutirá en el próximo encuentro.
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