Entrevista con el gobernador. Daniel Scioli aparece como de la nada, a pasos grandes desde la puerta del fondo de una sala del piso 12 del Hotel Hermitage, con vista al mar. Saluda y luce distendido.
"¿Para cuánto tenemos: 15 minutos, 20?" Camisa color crema a rayas (obviamente naranjas) y reloj también naranja, pero flúo. Nada está librado al azar. Ni el beige del chaleco, casi idéntico al de los zapatos, ni el jean prolijamente descuidado. Lo espera el anfitrión, Florencio Aldrey Iglesias, que lo abraza, se asegura de que todo esté en su lugar y se escurre detrás de la puerta principal. A Scioli se lo ve apurado, ansioso. Es el día en que cumple 58 años. En sus gestos todo indica que quisiera terminar rápido. Pero no. Habla con LA NACION durante casi una hora. Y nunca deja de ser Scioli.
Defiende y elogia a la presidenta Cristina Kirchner, pero les pide "una actitud constructiva y menos confrontación" a los kirchneristas que lo atacan.
Evita devolver el fuego amigo, pero reivindica su vocación de "hablar con todos" y avisa que seguirá haciéndolo; reconoce que hay temas pendientes, pero no ahonda; destaca laestrategia de la Casa Rosada con los holdouts, pero no dice si, de ser presidente, negociará con ellos.
Sorprende sí, cuando habla de sus rivales por fuera del Frente para la Victoria. Más duro que de costumbre, sugiere que tanto Sergio Massa como Mauricio Macri representan el "cambio", el "tirar todo por la borda" y, de ningún modo, la continuidad con cambios que él pregona. Casi mimetizado con la Presidenta, los critica por haber augurado un 2014 catastrófico y los iguala como representantes de "uno de los dos proyectos que se ponen en juego" en las elecciones de diciembre.
-¿No se cansa de que le peguen desde dentro?
-No.
¿Cómo le cae que su vicegobernador haya dicho que usted no tiene votos propios, que son todos de Cristina?
-No voy a prenderme a ninguna polémica. Estoy concentrado en que la gente esté segura y tranquila. Lo importante hoy es el contexto socioeconómico. Se está desarrollando una temporada muy buena, con seguridad y cuidando el trabajo de la gente. Aparte, si hay algo que caracteriza al Frente para la Victoria, es su vigor, que se nutre de la diversidad.
Pero una cosa es vigor y otra es decir que usted representa a las corporaciones, que es lo mismo que Macri y Massa.
-La gente sabe bien que no es así por mi trabajo en la provincia. Hay mucho cacareo, mucho bla bla. Pero después están las cosas concretas. Pongamos las cosas en contexto. Estamos en un año electoral.
-¿Le hubiera gustado que algún gobernador lo defendiera de las críticas por la visita a Clarín?
-Hay veces que [hace una pausa]. Hay silencios que hablan. Aparte, yo no soy de andar pidiendo "salgan a defenderme". Apelo a la unidad de todos los sectores del Frente para la Victoria. Les pido a mis compañeros y compañeras un espíritu amigable, de colaboración, una actitud constructiva, no destructiva, no tanta confrontación.
¿Por qué cree que hasta ahora no fue muy constructiva?
-¿Porque hablan algunos, vos enseguida querés generalizar?
Hablaron su vicegobernador y su principal rival interno.
-Con Randazzo tengo una muy buena relación. Y en las cosas importantes, siento total colaboración de Gabriel.
¿Cómo se combate la inflación?
-En un marco de desaceleración de la inflación, a partir de que algunos auguraban un fin de año caótico, con pérdida de reservas, escalada inflacionaria, saqueos. Nada de eso ocurrió. Y si hay alguien que dio tranquilidad, confiando en lo que estaba haciendo la Presidenta, fui yo.
No me dijo cómo se combate la inflación.
-Generando inversiones, incentivando la oferta.
Para el Indec, la inflación hasta noviembre del año pasado fue de 24%. ¿Para usted?
-Está alrededor de eso.
Miguel Bein, uno de sus principales asesores, la calculó en 32%, ocho puntos más.
-Si hay un economista que ha venido acertando es Bein. Quisiera saber dónde están los economistas que estuvieron augurando lo peor. [Levanta el tono de voz, enojado.] ¿Dónde están todos los que decían que si no salíamos corriendo a pagarles a los fondos buitre el país iba a parar al diablo? Alguna vez se tienen que hacer cargo. Eso es lo que se está discutiendo en las elecciones de este año. Los que estaban en contra de YPF, de la estatización de las AFJP, de ponernos firmes con los fondos buitre. Está claro lo que dice la Presidenta de que este año se debaten dos proyectos.
En ese esquema binario, ¿usted qué representa?
-Cuando un gobernador transforma un banco como el Provincia en un banco de desarrollo, desde el que hemos dado 100.000 microcréditos, cuando inauguramos el parque industrial número 100, cuando arreglamos la ruta 6.. Ahí están expresadas mis ideas. Porque en campaña todos hablan, le dicen a cada sector lo que quiere escuchar. Dicen que son expresiones del diálogo. Pero ¿quién ha mantenido a lo largo de estos años un espíritu de consenso y perseverancia? Quiero que, de una vez por todas, en la Argentina no sea borrón y cuenta nueva.
Continuidad con cambio. La misma combinación de la que habla Massa. ¿En qué se diferencian?
-Él puede hablar todo lo que quiera. Otra cosa es lo que yo vengo haciendo y sosteniendo. Massa está todo el día tironeándose el electorado con Pro. Los dos son la expresión del cambio, de la oposición. Eran los que el año pasado auguraban que el país iba a un desastre. Hasta aventuraban elecciones anticipadas. Y yo me mantuve siempre en un camino. Los que ahora están juntos, hace dos años se decían de todo. Ahí están las contradicciones. Acá hay coherencia. Que Macri y Massa sigan proponiendo cambios y shocks de no sé qué cosa. Yo voy a seguir proponiendo la tranquilidad y la previsibilidad de que en este camino vamos a ir encontrando la solución a los temas pendientes.
-¿Cuáles son esos temas?
-Tenemos que pasar de la etapa del crecimiento a la del desarrollo.
¿Qué opina del pase de De Narváez al massismo?
-Son las ingenierías electorales. ¿Cuánto tiempo pasó desde que Macri y Massa se juntaron para la elección legislativa?
Empezó la semana pasada en el stand de Clarín y la terminó con Zaffaroni. ¿Es sostenible el juego de "una de cal y una de arena" en el último año de campaña?
-Lo importante no es si voy a un lugar cultural, si hablo con una persona o con otra. Lo importante son las decisiones, el compromiso. El otro día, Rossi dijo una cosa importante: "En los aplausos y en los huevazos, nunca me aparté del mismo lugar". No son muchos los que tienen autoridad para decir eso. Soy una persona abierta. Me gusta mucho escuchar, poder tener una charla, intercambiar ideas. Y lo voy a seguir haciendo.
¿No le parece que esa indefinición?
-[Tira el cuerpo hacia adelante. Interrumpe molesto.] No, no. Yo no tengo ninguna indefinición. Tengo definición muy clara. Con política y con un espacio político. Soy un dirigente definido y por eso soy confiable.
¿En qué medida cree que va a tener libertad para armar las listas de legisladores?
-Éste es un proyecto colectivo y hay que contener a todos los sectores que lo integran. Siempre fui contenedor.
¿Y si le llenan las listas de leales a Cristina?
-Nunca sentí que hubiera legisladores de uno o de otro. En el tiempo que se viene va a ser necesario buscar consensos con otras fuerzas políticas.
¿Hay que acordar con los holdouts?
Se está desarrollando una estrategia excelente para los intereses del país.
No me contestó.
-El Gobierno tiene voluntad y capacidad de pago: pagar en los términos de sustentabilidad económica y social del país. No de cualquier manera.
¿Hay que recortar el gasto?
-Ya vimos los estragos que hacen las políticas de ajuste. Hay que buscar eficiencia y optimización de recursos humanos y presupuestarios.
-¿Recortaría sí o no?
-Voy por la positiva. Hay que buscar que la inversión sea cada vez más redituable en términos sociales, como se está haciendo. Nunca este gobierno y este proyecto van a recortar gastos si el camino es el ajuste.
En diciembre se cayó la ley de ética pública. ¿Por qué no presenta su declaración jurada voluntariamente, aunque no haya ley?
-Se presentó donde corresponde.
-Pero no está accesible.
-Está presentada donde corresponde. Me ajusto a las reglas que rigen en la provincia.
Paco Pérez desdobló las elecciones en Mendoza. ¿Tendrá miedo de que a usted no le vaya bien?
-Al contrario. Si hay un gobernador con el que estamos trabajando juntos para un triunfo este año es Paco. Es una decisión articulada con los intendentes que conversé con él.
Escenario de segunda vuelta con Massa. ¿Cómo convencería a los votantes de Macri?
-No hago hipótesis.
¿A qué cree que responde el apuro para que asuman los fiscales subrogantes?
-No voy a hacer comentarios.
¿Dónde va a estar en su próximo cumpleaños?
-Ojalá esté en Mar del Plata.
-¿Cómo presidente?
-Ojalá esté en Mar del Plata.
BOSSIO ELOGIÓ A SCIOLI Y CRITICÓ A INSAURRALDE
El titular de la Anses y precandidato a la gobernación bonaerense por el Frente para la Victoria, Diego Bossio, admitió que mantiene una "muy buena relación" con el mandatario provincial y aspirante presidencial Daniel Scioli, y aseguró que sería "un gran honor" y una "alta responsabilidad" sucederlo en el cargo.Al mismo tiempo, señaló que se siente "algo decepcionado" por "las idas y vueltas" del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y recalcó que "en la vida política uno tiene que ser más coherente".
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