“No quiero ser candidato, quiero ser presidente”, dijo el Gobernador al grupo de intendentes y funcionarios con los que se juntó después de dar su último mensaje a la Legislatura.
Apenas terminado su último mensaje a la Legislatura, el gobernador Daniel Scioli se encerró durante unos 40 minutos en la Sala 30 de la Legislatura con casi todos los intendentes y su gabinete. En el mismo tono con el que cerró el discurso en el recinto les agradeció y arengó para que sigan el trabajo en el último tramo antes de las elecciones para cumplir su máxima aspiración política. “No quiero ser candidato, quiero ser presidente”, les dijo en lo que parece una declaración de principios en la interna del FpV. Y a través de su jefe de Gabinete expresó su preocupación por el paro que un sector de los docentes sostiene en el inicio del ciclo lectivo. En ese sentido pidió especial atención en que las escuelas abran sus puertas para que los maestros que no adhieran a la medida puedan concurrir a trabajar.
Desde afuera se escucharon aplausos y gritos. Se producían cuando el gobernador repetía los agradecimientos que había prnunciado durante su mensaje. El vicegobernador Gabriel Mariotto y el presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González fueron los principales destinatarios. También los miembros del gabinete y los intendentes a quienes les había reservado un lugar especial en el recinto.
Allí estuvieron, entre otros, Daniel Di Sabatino (San Vicente), Mario Secco (Ensenada), Gastón Arias (Brandsen), Darío Díaz Pérez (Lanús), Mariano West (Moreno), José Inza (Azul), Carlos Urquiaga (Joseé C. Paz), Julio Pereyra (Florencio Varela), Juan Carlos Pellita (General Lamadrid), Gustavo Arrieta (Cañuelas), José Echeverría (Balcarce), Ricardo Casi (Colón), Aldo Carossi (Baradero), Juan Pablo Anghileri (General Rodríguez), Francisco “Paco” Durañona (San Antonio de Areco), Pablo Bruera (La Plata) y los jefes comunales del Conurbano Patricio Mussi (Florencio Varela), Alberto Descalzo (Ituzaingó), y Hugo Curto (Tres de Febrero).
A ellos Scioli les hizo un reclamo más que el del acompañamiento en la campaña. Fue a través de Alberto Pérez, quien pidió un esfuerzo para garantizar que en sus distritos las escuelas abrieran sus puertas para que aquellos docentes que no adhieren a los paros durante este inicio del ciclo lectivo puedan dar clase.
La cuestión es uno de los focos de preocupación del gobernador, quien luego de la paritaria imaginaba una vuelta a las aulas en plenitud. No fue así dado que según las cifras de la propia Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) el 20 por ciento de los alumnos se vieron afectados por el paro, y el 1 por ciento de las escuelas (unas 160 en toda la Provincia) directamente no abrieron sus puertas.
“Si bien el nivel de presencia de los docentes en las aulas superó las expectativas, igual es el tema que más nos preocupa”, confió a Diagonales uno de los funcionarios que participó de la reunión y justificó el pedido a los intendentes.
Un jefe comunal de la Tercera Sección electoral presente en el encuentro coincidió con el diagnóstico, aunque con su propia interpretación de las palabras. “El jefe de Gabinete sabe que los intendentes somos los primeros que recibimos las quejas de todos, y cuando las escuelas están cerradas los padres nos vienen a reclamar a nosotros –analizó-, por eso el planteo”.
Pérez dio precisiones sobre el acuerdo alcanzado con los gremios docentes y no acatado por la FEB y Udocba. Entre esos datos no faltaron precisiones respecto a la ingeniería financiera con la que el gobierno pretende garantizar el cumplimiento de esa pauta presupuestaria. Buena parte del peso de esa responsabilidad, se dijo allí, recaerá sobre ARBA, y sobre su titular Iván Budassi.
La coparticipación con los municipios fue otro tema que se rozó en ese encuentro. Scioli mencionó el aumento de esas remesas, lo cual generó un intercambio con alguno de los jefes comunales que agradecieron. En general los intendentes coincidieron en el apoyo dado por la Provincia, y rescataron el mensaje de unidad que el gobernador emitió en cada una de las intervenciones.
Ese tono apareció durante el discurso, cuando dio el discurso más político que se le conoce desde que asumió, y se presentó como continuador del proyecto de Néstor y Cristina Kirchner. Lo repitió en esa sala de la Legislatura, cuando en tono “amigable” repitió el agradecimiento y convocó a profundizar la campaña. Y lo continuó un rato más tarde, en la residencia de calle 6, cuando con ellos compartió unas empanadas que tuvo un tono de celebración y camaradería por el inicio del final del ciclo en la provincia más grande del país.
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