El sciolismo festejó que los mandatarios provinciales evitaron sumarse a la arremetida kirchnerista contra el bonaerense.
Un raid por los 1.200 kilómetros de playa bonaerense le sirvió aDaniel Scioli para mantenerse alejado del fuerte embate que recibió por parte del kirchnerismo después de su presencia en un evento del Grupo Clarín. Eligió mostrarse activo, multiplicó las actividades de campaña y buscó reforzar su alianza con los gobernadores justicialistas. No se moverá un centímetro de su estrategia.
Así, en sólo una semana, el gobernador bonaerense apareció anunciando Unidades de Pronta Atención (UPA), entregando patrulleros, inaugurando muestras, rodeado de veraneantes luego de nadar, supervisando obras deportivas, participando de recitales, jugando al fútbol, haciendo de Rey Mago y hasta manteniendo una partida de ajedrez.
También logró mostrarse con el titular de la Anses, Diego Bossio, quien suavizó las críticas, y con el gobernador de Misiones, Maurice Closs. Para Scioli, esta primera foto con uno de sus pares fue una muestra de que los gobernadores prefieren mantenerse alejados de las internas que abre la Casa Rosada.
En el entorno del gobernador celebran que ningún mandatario oficialista se haya subido a los embates. Scioli apuesta a que ellos terminen de definir el apoyo a su candidatura. Según la ley electoral, hoy los gobernadores sólo pueden colgar su boleta de un solo candidato a presidente y está convencido de que, con los números de las encuestas a favor, ninguno apostará a perdedor. Para seducirlos, hace meses que Scioli les ofrece, en caso de ganar la elección presidencial, lugares en el futuro gabinete. Pero además, promete no intervenir en el armado de sus listas, intromisión que supieron sufrir los últimos años electorales.
El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, pasa sus días de vacaciones en Mar del Plata. El mandatario se hospeda en el Hotel Hermitage, en donde Scioli se mueve como dueño de casa. El jueves, mientras el formoseño desayunaba, se cruzaron e intercambiaron apenas unos minutos de charla. “Daniel no es de molestar cuando están de vacaciones”, explican en el sciolismo para no forzar una foto con su par.
Con el mismo discurso, Insfrán esquivó la polémica entre Scioli y el kirchnerismo. “Estoy en mis vacaciones. Disfruto de Mar del Plata, no hablaré de nada, no quiero hacer ninguna declaración”, sostuvo en el salón desayunador del hotel, donde lucía un look veraniego: chomba negra, bermudas cuadrillé verdes y blancas y unas sandalias al tono.
Pero, con la excusa de firmar convenios de reciprocidad turística, Scioli tendrá otras fotos con gobernadores oficialistas entre los que ya está confirmado, para el 23 de enero, un encuentro con el mandatario mendocino, Francisco “Paco” Pérez.
El sciolismo se muestra despreocupado por las críticas de los funcionarios. Cree que es parte de la pelea electoral y asegura que una cosa es lo que dicen en público y otra la que sucede lejos de grabadores, micrófonos y cámaras.
Una muestra de ello sucedió ayer por la tarde. “No me gustó, pero tampoco me sorprendió. El gobernador apostó por ese tipo de hechos, a mediados del año pasado estuvo en el Malba en una actividad del Grupo Clarín. No encuentro compatibilidad entre el kirchnerismo y el Grupo Clarín”, disparó al canal QM Noticias el ministro de Defensa y precandidato presidencial, Agustín Rossi. Sin embargo, minutos más tarde, se abrazaba en el Hotel Provincial con el hermano del gobernador, José “Pepe” Scioli, el acusado por Larroque de ser quien aconsejó a Daniel a ir al evento de Clarín.
Mientras tanto, el gobernador bonaerense continuará desoyendo las críticas y desafiará nuevamente al ultrakirchnerismo al sentarse hoy en la mesa de Mirtha Legrand. “Estar en la mesa de un ser despreciable que llegó a negar la muerte de Néstor Kirchner no es una cuestión de buen gusto”, ya arremetió el diputado Carlos Kunkel.
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