Daniel Scioli rompió el protocolo que parecía establecido en su relación con el cordobés José Manuel de la Sota cuando afirmó, en el almuerzo de la Fundación Mediterránea, que quiere al ex tenista David Nalbandian en su staff de candidatos.
El unquillense es un reconocido delasotista, y el propio gobernador lo ha invitado varias veces a que sea candidato, pero mientras seguía jugando en el circuio ATP.
Las próximas elecciones serán las primeras con Nalbandian en su condición de extenista.
En el delasotismo causó alguna sorpresa el convite de Scioli, que pareció soplarle un posible candidato mediático al peronismo cordobés.
Pero ése no fue el único gesto con el cual el bonaerense le informó a De la Sota que ahora construirá en Córdoba por su propia cuenta: por la tarde viajó a Villa María para entrevistarse con el intendente Eduardo Accastello, kirchnerista y eterno aspirante a la gobernación.
Santiago Montoya es el encargado de la tarea de generar sciolismo en la provincia de Córdoba.
Scioli estuvo a la mañana en el despacho de De la Sota, pero dentro de un marco tan cordial como correcto. Sin excesos. Ambos firmaron previsibles convenios para justificar la foto y se dedicaron algunos elogios, si bien reconocieron sus diferencias.
"Aunque podamos tener disputas de tipo político, en lo personal nunca las vamos a tener y nunca vamos a dar el espectáculo de aquellos políticos que hablan mal unos de otros, dijo De la Sota.
Scioli contestó que entre ellos hay “una relación de muchos años, de distintas alternativas, de una enorme responsabilidad y buscando siempre en función de las altas responsabilidades institucionales que nos han confiado los pueblos de nuestras provincias".
El encuentro de los mandatarios ocurre apenas unos días después de la sesión del Consejo nacional del PJ, en la que Scioli sacó un premio consuelo y a la De la Sota no asistió criticando el estado “vegetativo” en que, a su juicio, se encuentra el partido.
El miércoles pasado De la Sota pisó la provincia de Buenos Aires y se entrevistó con intendentes del conurbano, encabezados por Hugo Curto (Tres de Febrero). Ellos le explicaron a De la Sota que lo quieren adentro del Partido Justicialista, si no en la conducción, que ya no es posible, sí como precandidato presidencial en las PASO.
Sucede que a Scioli le preocupa que le falte un candidato de peso para competir en las PASO, lo que podría derivar el interés de los votantes hacia otras opciones más reñidas. Y la corta experiencia de las PASO demuestra, hasta ahora, que sus resultados son fuertes indicadores de lo que ocurrirá en las generales. De la Sota es tentado en el mismo sentido por el tigrense Sergio Massa.
El plan de la formula “Scioli-De la Sota” fue descartada semanas atrás por el propio gobernador cordobés, que mantiene sus fuertes críticas al kirchnerismo.
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