Después de las críticas llegaron las explicaciones. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se defendió ayer por su participación en la inauguración del Espacio Clarín en Mar del Plata, que le valió duros cuestionamientos del resto de sus competidores en la interna presidencial del Frente para la Victoria. "Voy a todos los eventos a los que me invitan", respondió el mandatario sobre su visita al centro promocional del multimedios.

"No tengo que sobreactuar. Estuve siempre en Mar del Plata y voy a todos los eventos a los que me invitan. No creo que esto dé para que se genere una polémica con nadie", abundó en su explicación en una entrevista con el diario Tiempo Argentino. El gobernador incluso justificó su presencia en el hecho de querer "saludar a los elencos artísticos" que van a trabajar durante la temporada. "Tengo una responsabilidad institucional y, como tuve contacto con los periodistas, ayer tuve la oportunidad de saludar a la mayoría de los elencos que están trabajando acá [Mar del Plata]. No saquemos esto de contexto", pidió, en un mensaje a sus competidores. Luego amplió: "Aparte, es una producción independiente, son empresarios los que lo organizan, no es ninguna otra cuestión, y de repente van los elencos, artistas, deportistas, toda la gente que estaba ayer. Yo siempre fui de estar presente en todos los eventos".

La polémica se desató después de que el gobernador compartió la apertura del Espacio Clarín con otros dirigentes políticos de la oposición, como los senadores por la UCR Nito Artaza, Ernesto Sanz; la vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, y el sindicalista Gerónimo Venegas.

El primero en dispararle a Scioli fue el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que lo acusó de ser el candidato de los medios dentro de la interna oficialista. "Scioli no es la expresión genuina de este proyecto político que encabeza la presidenta Cristina Kirchner. En este espacio, la mayoría tenemos en claro que debemos ser independientes del poder mediático y económico", había dicho. El gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, también lo castigó duro. "Demostró cuál es el lugar en el que quiere estar", le dedicó, después de bromear con que en su parador de Mar del Plata "exprimen las naranjas", en referencia al color insignia de la campaña sciolista.

Ayer se sumó el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. "En nombre del diálogo no se puede estar bien con Dios y con el diablo", lo cuestionó. "No es de buen peronista mostrarse con quien se burla de la Presidenta de todos los Argentinos y de nuestro gobierno", sostuvo a través de su cuenta de Twitter.

La referencia de Domínguez, además de la crítica por la cercanía que mostró Scioli con Clarín, fue un mensaje por haberse prestado a compartir la imitación que hace la actriz Fátima Flores de Cristina Kirchner. Durante ese encuentro, el gobernador sonrió en medio de una interpretación espontánea que hizo a su lado la imitadora de la Presidenta durante la cita en el stand del multimedios.

Desde el sciolismo no se quedaron atrás. La cuenta de Twitter

@LaOlaNaranja, que expone las actividades de campaña del gobernador, dejó un mensaje ayer en la red social en respuesta directa al diputado nacional. Lo trataron de ser un "sin votos" y lo invitaron a subirse a la ola naranja..