Poco le duró el despegue al candidato presidencial oficialista. Aceptando las imposiciones de Cristina Kirchner, el gobernador confirmó que mantendrá al polémico Ricardo Echegaray en la AFIP si llega a la Presidencia. Se trata de uno de los principales garantes de la impunidad y de la corrupción. ¿Scioli le teme a los carpetazos?
Mucho se habló, en estos días, acerca de ciertas rencillas que había entre Daniel Scioli y los sectores ultrakirchneristas que reportan a la presidenta Cristina Kirchner por la conformación del futuro gabinete. Poco duró la ilusión de que Scioli podría llegar a constituir una opción distinta a los K. El gobernador bonaerense y precandidato presidencial ayer terminó cediendo una vez más. Y lo hizo de la peor forma: confirmando que seguirán en sus puestos varios de los responsables de la impunidad y la corrupción extrema que tuvo y tiene lugar en la Argentina, lo que demuestra que el mandatario provincial es y seguirá siendo un Chirolita de la primera mandataria.
Ayer, Scioli confirmó que, en caso de ganar las elecciones y llegar al sillón de Rivadavia, mantendrá al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, que es un garante de muchos de los oscuros negociados de la era K, como así también uno de los principales responsables políticos del crecimiento exponencial del narcotráfico en la Argentina. Sólo basta recordar que Echegaray fue quien otorgó a la ex Ciccone un escandaloso pago a 12 años para que la compañía, que había sido adquirida por presuntos testaferros de Amado Boudou, pudiera levantar la quiebra y así ser contratada nuevamente por el Estado para comprar papel moneda. Eso no es todo: el titular de la AFIP está sospechado de haber brindado protección al empresario Lázaro Báez, presunto testaferro de la familia presidencial, como así también a los propios Kirchner. Recordemos que, por ejemplo, no bien asumió como titular del organismo recaudador, dispuso que un grupo de funcionarios de la AFIP viajara a la Patagonia para reunirse con el contador de la familia presidencial, Víctor Manzanares, y dibujar las declaraciones juradas en pos de que se puedan archivar las pesadas denuncias por enriquecimiento ilícito que, por aquel entonces, se tramitaban en el juzgado del inefable Norberto Oyarbide.
¿Por qué Scioli decide pagar el costo político al mantener a un personaje con semejante prontuario? Hay sospechas de que Echegaray podría tener información muy comprometedora de negocios vinculados a Scioli y su familia. Recordemos que hace dos años, cuando existían rumores de que el titular de la AFIP podía ser reemplazado por CFK, apareció en conferencia de prensa y reconoció, públicamente, que Cristina y Lázaro Báez son socios comerciales. Fue un aviso de lo que podría salir a la luz si lo removían del cargo.
Cabe destacar que, de forma muy sospechosa, un juez platense sobreseyó a Scioli el mes pasado en una causa por enriquecimiento ilícito, que se había originado a raíz de la presentación de su declaración jurada el pasado 21 de agosto, que incluyen numerosos sobre sus propiedades y empresas que no cierran por ningún lado. La decisión del magistrado se adoptó de forma exprés y sin ordenar previamente un peritaje contable que determinara la evolución patrimonial del gobernador. Para colmo, el fiscal que intervino en la causa decidió no apelar. ¿Será entonces que dejar en su puesto al recaudador K puede tener información comprometedora de la familia Scioli? Si es así, la ciudadanía merece saberlo. Por eso, en la presente edición, contaremos detalles de las empresas vinculadas a Scioli y a sus familiares más cercanos (ver notas relacionadas, abajo)
Dejar que Echegaray siga en la función pública implica, además, mantener el sistema aduanero que facilitó el crecimiento exponencial del narcotráfico en nuestro país. De hecho, el actual responsable de la Aduana, Guillermo Michel, tiene vínculos con los servicios de inteligencia abocados al espionaje interno (hoy en la mira por la denuncia del espionaje ilegal opositores, jueces y periodistas) y con el narco condenado en la causa Carbón Blanco, Carlos Alberto Salvatore. Tal como lo demostró Hoy en distintas investigaciones, ambos utilizaron los servicios de la abogada Ana Cristina Palesa, que rubricó sociedades comerciales sospechadas de ser pantallas para lavar dinero. Palesa también firmó empresas del uruguayo Jorge Lambiris, un expirata del asfalto, que regentea negocios relacionados con los depósitos fiscales y que tiene una estrecha relación de amistad con el propio Echegaray. De hecho, sus familias veranean juntas y el propio Michel habría desembarcado en la Afip de la mano de Lambiris, quien en el año 200 fue condenado por contrabandista.
A esta altura, lo único que le falta a Scioli para gritar cartón lleno en el sistema de corrupción es confirmar que la procuradora Alejandra Gils Carbó y que el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), el economista platense José Sbattella, seguirán ocupando los mismos cargos. Ayer, el candidato presidencial lo dio a entender. En definitiva, tal como está planteado el panorama, una eventual presidencia sciolista se encamina a hacer una burda copia de lo peor del kirchnerismo.
El saqueador de reservas también sigue con Scioli
Scioli también confirmó que Alejandro Vanoli, uno de los principales responsables de que la Argentina se esté quedando sin reservas, seguirá presidiendo el Banco Central en caso de llagar a la presidencia.
Designado por Cristina Kirchner en reemplazo de Juan Carlos Fábrega, Vanoli es muy cercano a La Cámpora.
Hay números que hablan por sí solos sobre el fracaso de Vanoli. Octubre podría convertirse en el peor mes en cuanto a evolución del nivel de reservas desde diciembre de 2005, cuando se canceló la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Con el pago del Boden 2015, las reservas cayeron 5.876 millones de dólares, lo que representa un retroceso del 17,69%.
En cuanto a la comparación con los 47.523 millones de dólares del 31 de octubre de 2011, cuando se dio inicio al cepo cambiario, el descenso es de 20.142 millones (42,38 por ciento). Por otra parte, las pérdidas respecto del nivel alcanzado el 26 de enero de 2011, cuando fueron de 52.654 millones de dólares, alcanzó a los 25.273 millones (es decir un 48 por ciento).
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