Dirigentes cercanos al Presidente piensan en la candidatura del embajador, en caso de que Fernández no quiera ir por la reelección. La posible visita de Lula.
Por Gabriela Pepe
El primer encuentro fue mientras duró su brevísimo paso por el Ministerio de Desarrollo Productivo. Daniel Scioli cenó en el Club Oeste, ubicado en el barrio de Caballito, con un grupo reducido de dirigentes del peronismo porteño cercanos a Alberto Fernández, a los que conoce desde sus inicios en la militancia, a mediados de la década del noventa.
“Si Alberto no se presenta, yo quiero competir”, dijo el exvicepresidente, que llegó acompañado por uno de sus hombres de confianza, Alberto Pérez. En el encuentro estaban, entre otros, el jefe del bloque del Frente de Todos en la Legislatura porteña y amigo íntimo del Presidente, Claudio Ferreño, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, uno de los cosecretarios generales de la CGT Héctor Daer, y el titular de la Sindicatura General de la Nación, Carlos Montero.
El proyecto que tomó impulso cuando Scioli desembarcó en el Gabinete nacional comenzó a desinflarse apenas Sergio Massa se hizo cargo del Ministerio de Economía y el exgobernador bonaerense hizo las valijas para volver a Brasilia. Pero no desapareció definitivamente.
En los meses siguientes, con el aval del Presidente, el mismo núcleo de dirigentes cercanos a Fernández organizó otros tres encuentros más numerosos en el barrio de San Telmo, a los que se sumaron terceras líneas del gobierno y otras figuras militaron en su momento en el sciolismo, como el exministro de Desarrollo Social de la provincia y ex intendente de Avellaneda Baldomero “Cacho” Álvarez.
Las reuniones tuvieron como eje la posibilidad de construir una alternativa electoral encabezada por Scioli, para el caso de que ni Fernández ni a vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se presenten como candidatos del oficialismo en 2023. “Sin Alberto ni Cristina, se abre una oportunidad para que el Frente de Todos tenga varios candidatos en las PASO. Sería bueno, podríamos ser más competitivos”, le dijo a Letra P un hombre de primera línea del Gabinete nacional que imagina una posible primaria entre Scioli – empujado por el Presiente - y el ministro de Economía, Massa, con respaldo del cristinismo.
La relación entre el Presidente y el embajador es óptima. “Alberto fue quien lo alentó a Daniel a competir”, indicó una fuente al tanto de las conversaciones entre ambos. Scioli dejó siempre en claro que quiere la revancha de 2015, pero que su decisión dependerá de lo que defina en última instancia Fernández.
Como publicó este portal, en La Cámpora tomaron nota de la visita de Scioli a Hurlingham, donde estuvo la semana pasada, invitado por el intendente Juan Zabaleta. Lo interpretaron como un movimiento de resistencia del albertismo residual – en este caso, de Zabaleta - por instalar candidaturas propias, al margen de Fernández. Anotan en esa lista a Scioli y al jefe de Gabinete, Juan Manzur. Un grupo entiende que todavía hay margen para intentar una alternativa por fuera del paraguas de Cristina.
Desde Hurlingham desestimaron la especulación electoral y explicaron que Scioli visitó una Pyme que se dedicada a la producción de cintas de PVC, que opera en el municipio desde hace tres décadas, tiene buena relación con Zabaleta, y exporta hacia Brasil. Como fruto de la recorrida, el embajador acordó avanzar con el municipio en la organización de un viaje de empresarios locales al país vecino, con el objetivo de potenciar las exportaciones. Scioli volverá a Hurlingham en las próximas semanas para cerrar la misión comercial, algo similar a lo que ya hizo con otros municipios, como Avellaneda, tierra de Jorge Ferraresi y de “Cacho” Álvarez.
Por lo pronto, el embajador se reunió este jueves con los equipos técnicos de Luis Inácio “Lula” Da Silva en el Centro Cultural del Banco de Brasil. Scioli habló con los referentes en el área de energía, minería, ambiente y agricultura, en otros, y estuvo con la exministra de medioambiente Marina Silva.
Lula pasó unos minutos a saludó y conversó con Scioli sobre la posibilidad de visitar la Argentina antes del 1 de enero, cuando asumirá como presidente. La agenda es apretada. El brasileño recibirá su diploma como primer mandatario el 12 de diciembre. El embajador le transmitió todo al Presidente. Cristina también está al tanto.
Fernández ya confirmó que viajará a Brasil para participar de la asunción de Lula. Aprovechando la fecha, el embajador invitó al Presidente a que se aloje el 31 de diciembre en la residencia oficial junto a su familia y celebren juntos la llegada del año nuevo. El viaje dependerá del horario que elija Lula para la ceremonia, pero la foto conjunta podría tener efecto político interno, de cara a las elecciones 2023.
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