El ex gobernador prepara la presentación de Hacemos para competir el año que viene en legislativas. Deseoso de volumen, mañana visita a Zamora. Vínculo con Grey y el factor clave del armador Juanchi Zabaleta.
Por Bettina Marengo.
El exgobernador Juan Schiaretti tiene este martes una parada importante en la provincia de Buenos Aires en su construcción del partido Hacemos, con el que el año que viene quiere acumular en el espacio del centro que deje la polarización Milei-Cristina. La cita es en Tigre con el intendente peronista Julio Zamora, hombre enfrentado a Sergio Massa, y a toda la estructura cristinista. Un punto que lo une al “Gringo”, que tiene tirria con el ex ministro de Economía y con todo el espectro K, aunque el renacer de la expresidenta como próxima jefa del PJ nacional le sirve para sostenerse en un lugar de “moderación” que le podía haber peleado el esquema nonato de Quintela.
El encuentro con Zamora será en territorio tigrense, a diferencia del de hace dos meses, que fue en las oficinas de Florencio Randazzo en Puerto Madero, CABA. El intendente bonaerense armó un ciclo de charlas denominadas “Ciudades Futuras” y Schiaretti y Randazzo serán los expositores invitados. Hace mes y medio, los convocados a ese ciclo fueron el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horario Rodríguez Larreta, el empresario y fundador de Nordelta, Eduardo Costantini y el presidente de la Cámara de Desarrolladores de Tigre, Martín Palma.
El exmandatario necesita volumen en la provincia de Buenos Aires para el partido nacional que quiere presentar antes de las elecciones de medio término, para el cual ya tiene personería en 16 provincias. Zamora, de un territorio donde viven 450 mil personas, le interesa, tanto como el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Grey, de un partido con 350 mil habitantes. Números y fenómenos baroneses que no existen en la provincia de Córdoba y dirigentes que tienen sus propios intereses. Grey, peronista no K y muy enfrentado a La Cámpora, ya tuvo un encuentro en Córdoba con el gobernador Martín Llaryora, vendido como “de gestión”. Es posible que esté el martes en el Museo de Arte de Tigre donde será la charla que lleva el subtítulo “Modelo de Gestión”. Por lo pronto, hoy habrá gente del Gringo en CABA hablando con peronistas no K.
Lo de Schiaretti en “la provincia”, como le dicen en CABA a la gobernada por Axel Kicillof, es una apuesta grande que todavía no está consolidada y que si se da, seguramente provocaría remezones en el movido PJ de Buenos Aires, que sigue atravesado por la disputa de poder entre el gobernador y el presidente del partido y jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, y con la propia ex presidenta Cristina Kirchner.
Hay un actor nuevo que está hablando y jugando con el ex gobernador cordobesista y es el exintendente de Hurlingham y exministro de Desarrollo Social de la Nación durante el gobierno de Alberto Fernández, Juan Horacio “Juanchi” Zabaleta, quien también está enfrentado a Maximo y a La Cámpora, ante quien perdió la interna en su distrito. Zabaleta sería el hilo conductor y armador para un esquema más competitivo que el que tuvo Schiaretti para las elecciones presidenciales del año pasado, donde llevó como aliados a Chiche Duhalde, al duhaldismo residual y a Randazzo. El hombre de Hurlingham llegó al gobierno de Alberto justamente como parte de la pata intendentista del Frente de Todos, en reemplazo de Daniel Arroyo y antes que la albertista Victoria Tolosa Paz, y su fortaleza sería justamente la capacidad de armado político y las relaciones cultivadas en el conurbano tras su paso por el estratégico y hoy desaparecido ministerio social. “A Randazzo ya le tienen contadas las costillas todos, Juanchi es otra cosa”, explican los conocedores.
Con estos jugadores, Schiaretti parece dar señales más mestizas en sus vínculos. Zabaleta salió a defender a Kicillof por los “palos” que le dan desde el camporismo, pero parece mantenerse dentro del peronismo nacional, y Zamora se muestra como aliado de Juan Grabois, rival de Massa en las PASO 2023, que acaba de lanzar su candidatura a diputado nacional para 2025 junto a dirigentes del Movimiento Evita.
Todo en proceso, lo cierto es que más temprano que tarde habrá un evento nacional encabezado por Schiaretti para presentar Hacemos, partido con el cual quiere llegar a las presidenciales del 2027 pero sin definir si será o no candidato a diputado el año que viene. El contexto, creen en el schiarettismo, es bueno. Entienden que Cristina Kirchner quedará como una oferta en retirada para el núcleo duro del 10 o 12 por ciento a futuro, lo que abre para el cordobesismo la posibilidad de instalar esta oferta nueva, que como dijo Carlos Massei, secretario de Integración Regional de la Provincia y parte del círculo chico de “Juan”, no es el “andarivel del medio” como se denomina el posicionamiento de Schiaretti desde 2019 a esta parte, sino “un partido de producción y trabajo con rol ordenador del estado”. Por ahora, con diálogo con toda la política “moderada” y los nombres que son digeribles para el electorado provincial, que es la prioridad del proyecto. Desde Facundo Manes a Lousteau, los socialistas y Larreta, o Pichetto y Lilita Carrió, dos a quererse en CABA según versiones, pero sin cerrar a incorporaciones individuales que vinieran del malogrado intento del riojano Quintela. Tal vez en él, o en otros más cercanos a Javier Milei, como Jaldo o Jalil, o Saénz, estén pensando cuando hablan de “gobernadores permeables” para acuerdos electorales.
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