Juan Schiaretti volverá a ser gobernador de Córdoba, al frente de la fuerza política liderada por José Manuel de la Sota, Unión por Córdoba, en una ratificación del romance que mantiene con la sociedad de la provincia a la que gobierna desde 1999, y de paso cañazo, dejando al jefe político en mejor condición para las PASO presidenciales de agosto con Sergio Massa.
Schiaretti, quien ya fue gobernador en el período 2007-2011, es el socio ideal de De la Sota, que con el triunfo de ayer superan la experiencia santafesina protagonizada por Carlos Reutemann y Jorge Obeid entre 1991 y 2007, ya que entonces el peronismo perdió y en cambio UPC anoche obtuvo una extensión a su mandato por otros cuatro años.
Y apenas se tuvieron los primeros porcentajes, comenzó a verificarse lo difícil que resulta hoy vencer a los oficialismos, excepción hecha de Mendoza y Tierra del Fuego. También, la intención de los ganadores de ´sacar´ la victoria de UPC fronteras afuera de la provincia y reposicionar a De la Sota como candidato presidencial, intención grandilocuente para los sondeos de opinión conocidos.
Desmesurado, un dirigente delasotista informaba anoche a un canal de TV porteño que Unión por Córdoba había derrotado al radicalismo, al Pro y al gobierno nacional, como si toda la oposición cordobesa hubiera concurrido a las urnas como una sola fuerza, una forma errónea, aunque picaresca, de enmascarar resultados electorales para transformarlos en algo que no son.
Curiosamente, fue otro cordobés, partícipe de los comicios de ayer, Oscar Aguad, uno de los primeros dirigentes opositores en apelar a esa extraña forma de explicar resultados electorales, sumando lo que no se debe. Entonces, era presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR.
En 2009, para los comicios legislativos de aquel año explicó: el gobierno perdió 65 a 35. O sea, convirtió en monocolor al ancho y variopinto voto opositor. Así, en la Cámara de Diputados nació el llamado Grupo A (Patricia Bullrich dixit), y en aplicación de esa nueva doctrina, la oposición ocupó todas las presidencias de Comisiones de la Cámara Baja.
Dos años después, sin haber sancionado ninguna ley, el inarmónico colectivo opositor ya había sido bautizado por la tapa del diario pro oficialista Página12, como el Grupo Miau, ilustrado por el dibujante y humorista Daniel Paz, con una bolsa abierta, donde tres gatos peleaban por un lugar.
Precisamente, el periodismo local denominó Bolsa de Gatos a las desventuras internas de la triple alianza opositora Juntos por Córdoba. Coherente al fin, Aguad hizo escuela. Y tanto, que hasta los delasotistas tomaron sus cálculos amañados.
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