Les pidió que lo "compensen" a nivel local y se comprometió a exigir al PRO que baje sus candidatos en esas provincias.
Lejos de la paz que intentó transmitir Ernesto Sanz después de la reunión con los díscolos del partido, el radicalismo sigue en realidad empantanado en la discusión por la conformación de las listas nacionales en las provincias donde los acuerdos con Sergio masa están firmes.
Los derrotados de la Convención de Gualeguaychú, encabezados por Gerardo Morales, volvieron a reclamarle a Sanz que los habilite a sentarse a negociar las listas nacionales de sus distritos y que allí haya lugar para dirigentes del Frente Renovador, reclamo que había sido adelantado por LPO. Esa alternativa es rechazada de plano por el PRO, con quien el presidente del radicalismo debe discutir la conformación de las boletas.
En la Convención de Gualeguaychú se abrió la puerta para los acuerdos provinciales con otras fuerzas, pero se dejó expresamente aclarado que las listas de diputados y senadores nacionales y de parlamentarios del Mercosur serían integradas por la UCR, el PRO y la Coalición Cívica. Allí sigue trabada la discusión, y es lo que sigue amenazando la paz radical.
Uno de los participantes del encuentro dijo a LPO que se va a seguir analizando la “viabilidad jurídica” de lo que propone el grupo de Morales para dirimir si se pueden replicar los acuerdos provinciales a nivel nacional. Pero explicó que la posibilidad de meter dirigentes del massismo en las listas nacionales sigue trabada por lo establecido en los puntos 1 y 5 del documento de la Convención.
Sanz les pidió a los díscolos que mantengan sus acuerdos dentro del esquema provincial, apartado de lo nacional. Es decir que el reparto de cargos con el massismo se haga en las listas provinciales y municipales, algo que ya estaba en la letra de la Convención, por lo que la reunión de ayer no aportó novedades. “Una alternativa es que establezcan algún mecanismo de compensación en las listas de diputados provinciales, concejales”, indicó el dirigente consultado por este medio.
El problema para los radicales que acordaron con Massa (como Morales, Luis Naidenoff, José Cano o Eduardo Costa) es que necesitan contar con la moneda de cambio de las listas nacionales para mantener esa alianza. No obstante, la decisión seguirá siendo de Sanz, que tiene claro que el PRO no aceptará compartir boleta con el Frente Renovador.
El presidente del radicalismo sí se comprometió a hacer gestiones ante el PRO para que no presente candidatos a gobernador en esas provincias, donde una lista apoyada por Macri complicaría las posibilidades de los radicales. Por caso, Macri ya lanzó a su candidato en Tucumán (Manuel Avellaneda) y lo propio haría en Jujuy (sería José Balut), distritos en los que la única posibilidad real de ganar de la UCR es aglutinando a toda la oposición. Lo mismo hará Sanz en los municipios gobernados por su partido.
Por otro parte, los díscolos se comprometieron ante Sanz a descartar su idea de armar partidos provinciales, una amenaza que había revelado LPO. “Ojo que si joden mucho, todos tenemos nuestros partiditos provinciales y vamos por afuera”, lanzaron en una reunión la semana pasada. Sin embargo, según dijeron desde el sector de Sanz, ayer aclararon que no planean ninguna ruptura.
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