“A partir de de la creación del ministerio hubo 105.000 argentinos que dejaron de pagar alquiler y tienen una vivienda”, destaca el jefe de una cartera que se fundó en 2019. Señala que en el gobierno de Macri se entregaron sólo 14.000 casas. Destaca que algunos municipios gravan distinto si las propiedades están alquiladas en forma temporaria o permanente, elogia a Ushuaia, Mar Chiquita y las provincias del Norte por su política habitacional y critica a Mar del Plata por no ofrecer lotes para edificar.
Alejandro Rebossio
En Esmeralda entre Sarmiento y Diagonal Norte, pleno Microcentro porteño, tiene su sede el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, una cartera que creó Alberto Fernández en 2019. Allí, entre cuadros de Juan Domingo y Evita Perón, está el despacho de su ministro, el economista y ex intendente de Navarro (a 125 kilómetros de aquí) Santiago Maggioti. Graduado de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), hijo de otro alcalde de su municipio, Maggioti gobernó sus pagos entre 2011 y 2020, cuando asumió como viceministro de Jorge Ferraresi, que a su vez reemplazaba a María Eugenia Bielsa. En noviembre pasado, cuando Ferraresi volvió a la intendencia de Avellaneda, este peronista de bajo perfil pasó a encabezar esta cartera con la que el Gobierno saca pecho entre las malas noticias.
-El Gobierno hace bandera con el tema de las viviendas. ¿Cuántas se entregaron y cuántas se están planificando?
-Hoy entregamos más de 105.000 llaves a familias argentinas con los diferentes programas que tiene el ministerio con financiamiento nacional. Tenemos en ejecución más de 130.000. Creemos que de acá a fin de año podemos llegar a terminar entre 30 y 40.000 viviendas más.
-¿Cuáles son esos planes con los cuales se entregaron?
-El Procrear 1, el Procrear 2, el Plan Nacional de Vivienda, el Casa Propia, el Reconstruir, el Casa Activa, el Habitar Comunidad, el Casa Propia En Mi Barrio, crédito de construcción de vivienda, o sea, gente que tenía su terreno y que nosotros le financiamos.
-Es más que el gobierno anterior...
-Parte de las viviendas que entregamos en un comienzo eran 11.000 que habían quedado para terminar en 2015, el Procrear 1, que el gobierno de Macri no las terminó todas. Se estima que fueron 14.000 viviendas que entregó el gobierno anterior y nosotros, en tres años y medio, vamos entregando 105.000. Nosotros entregamos viviendas que se iniciaron en la época de Cristina con el Plan Nacional de Vivienda. No todas la 105.000 viviendas fueron iniciadas en nuestra gestión. Fueron terminadas. En muchos casos estaban abandonadas y con el programa Reconstruir o con el Plan Nacional de Vivienda se les dieron recursos a las provincias, a los municipios. Eran viviendas que habían sido del programa Techo Digno, Plan Federal o de los programas del gobierno de Cristina, como el Procrear. El otro lunes estuvimos entregando viviendas en estaciones Sáenz y Buenos Aires. En Sáenz son 711 viviendas, no se habían entregado en el gobierno anterior. Nosotros hemos entregando 579. En estación Buenos Aires son casi 3.500 viviendas, en frente de Huracán: se habían entregado con el gobierno anterior 200 y nosotros llevamos casi 2.000 porque invertimos los recursos. Esas viviendas se habían iniciado en la época de Cristina. Lo mismo que el anuncio cuando surgió el programa Reconstruir en Ensenada.
Fabiola Yáñez, Alberto Fernández y Santiago Maggioti recorriendo obras de vivienda. Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.
-Pero en los 12 años de kirchnerismo se hicieron 552.000 viviendas, incluidas las 95.000 del Procrear...
-Yo tengo claro que en los gobiernos de nuestra ideología política siempre la política de vivienda tiene una prioridad en la agenda. De las viviendas de los trabajadores de Perón a las viviendas de Néstor y Cristina y a partir de 2019, con una impronta distinta, porque es la primera vez en la historia que hay un ministerio que se encarga específicamente de la vivienda, el desarrollo territorial y del hábitat.
-La otra pata de este ministerio es el desarrollo territorial, el hábitat...
-Sí, no solamente trabajamos en la construcción de una vivienda, sino también en el hábitat que circunda esa vivienda. Hace muy poquito estuvimos inaugurando en Avellaneda un centro de formación profesional, un espacio del arte, un CENS (centro de educación de nivel secundario) de adultos. Una parte de ese edificio lo financiamos desde Hábitat. Es llegar a barrios vulnerables con servicios básicos, pero también en aquellos barrios donde están los servicios básicos podés llegar con alguna infraestructura. Trabajamos mucho, no con Renabap (Registro Nacional de Barrios Populares), que pertenece a otro ministerio (Desarrollo Social) y trabaja con la SISU (Subsecretaría de Integración Socio Urbana), sino coordinadamente en algunas provincias con fondos internacionales llegando con servicios básicos para la vivienda como cloacas, iluminación, espacios públicos, desagües pluviales, pavimentación. Son alrededor de 330.000 soluciones habitacionales. Desde el punto de vista del desarrollo territorial, estamos trabajando con nueve provincias planificando leyes y ordenanzas para nutrir de suelo urbano a los bancos de tierra municipales y provinciales. Cuando uno es intendente la autorización de un loteo pasa por el municipio y esa tierra rural cuando uno la pasa a tierra urbana puede pasar a valer entre diez y 15 veces más. Entonces ahí estamos trabajando con el área de desarrollo territorial para que de esa plusvalía por ese cambio de codificación urbana, una parte de esos lotes queden para los bancos de tierra del Estado. Creemos que a partir del año próximo, a partir de este trabajo en conjunto, podremos tener 100.000 lotes con servicios disponibles por año para construir 100.000 viviendas por año en el trienio 2024/27.
-¿Cuáles son los desafíos pendientes?
-El Gobierno anterior entregó créditos UVA que le complicaron la vida a los tomadores porque esos créditos estaban más pensados en la rentabilidad del empresario que en solucionarle el problema a la familia. En nuestro fideicomiso había 7.655 tomadores de crédito UVA para vivienda. Nosotros los pasamos a la fórmula Casa Propia, que es un crédito a tasa cero ajustable la cuota por salario. Es alrededor de 25% de tu ingreso. Esto te da previsibilidad y estabilidad. Esto ocurrió para los desarrollos urbanísticos del Procrear 1 y 2, pero también para los créditos de construcción y después para cada uno de los programas que financiamos a través de las provincias y los municipios. Lo que hay que trabajar para adelante es ver de qué manera el sistema financiero puede tener créditos hipotecarios ajustables por salario, para que ese crédito le venga a solucionar un problema a la familia argentina.
-Pero para que haya crédito hipotecario sí o sí tendría que bajar la inflación, ¿o no?
-No hay una solución hoy que permita prestar con fórmula salario. En Argentina hay discusiones paritarias trimestrales, que no es lo que ocurre en el mundo pero eso hace que rápidamente se trate de seguir a la inflación. La realidad que los créditos UVA llegaron a tener una tasa del 9% por encima de la UVA en algunos casos.
-Los deudores de créditos UVA siguen reclamando, ¿ustedes qué hacen?
-Lo que tenía que ver con el ministerio fue solucionado.
-¿Y los que tienen créditos del sector privado?
-Son contratos entre privados. Nosotros como ministerio no nos podemos meter ahí, pero hay una resolución del Banco Central que dice que la cuota del crédito no puede exceder el 35% del ingreso de la familia. Y si eso ocurriese, debería el banco subsidiar la diferencia o ampliar el plazo del pago del crédito. En el caso del Banco Provincia, cuando eso ocurre, subsidia al tomador del crédito.
-¿Cómo ve el problema del alquiler? ¿Hay que cambiar la ley o la culpa es de la inflación?
A partir de la creación del ministerio hubo 105.000 argentinos que dejaron de pagar alquiler y tienen una vivienda. Yo creo que debe seguir habiendo política de construcción de vivienda. No es lo mismo el alquiler de la ciudad de Buenos Aires que del lugar de donde soy yo, Navarro. Cuando yo estaba de intendente, si teníamos un problema con algún vecino, el área de políticas sociales se encargaba a nivel local de ver cómo se solucionaba la cuestión habitacional. Digo, los gobiernos locales tienen que tener una política para dar respuesta a esta situación. Puede haber una ley nacional, pero después tiene que haber reglamentaciones locales. ¿Por qué? Porque la regularización del Airbnb en algunos países la han hecho, pero no hay una legislación única en la Argentina. Cada provincia dicta sus propias normas urbanísticas. Creo que de ahí es de donde se tiene que trabajar sobre la situación de vivienda, de vivienda ociosa o de vivienda en alquiler.
-¿Y la ley de alquileres hay que cambiarla?
No sé si es un éxito o un fracaso, porque lo que pasa es que el nivel de inflación hizo que los alquileres suban dentro del marco de la ley. Hay que trabajar mucho con ordenanzas municipales y leyes provinciales. Uno conoce para dónde se desarrolla el pueblo, la ciudad. Donde vivía yo, por ejemplo, los terrenos baldíos dentro del casco urbano tenían un diferencial a la hora de cobrar los impuestos municipales contra la especulación inmobiliaria. Esto surgió en una charla del foro de ministros de América Latina y el Caribe: la inversión en un lote en una gran ciudad en cinco años puede aumentar el 100% el valor. La tierra no puede ser un bien de especulación financiera y por eso cada provincia y cada municipio dictan leyes para tratar de que no le queden vacíos urbanos dentro de la de la ciudad. Uno es con un diferencial de tasa. Eso se puede hacer a nivel provincial. Vos podría decir que aquellas familias que tienen una vivienda, si presentás un contrato de alquiler, podría tener un diferencial de tasa a la baja al momento de pagar por esa vivienda. Y si presentás un contrato de alquiler temporario, deberías tener otra tasa. Esa es una medida que en algunos municipios se aplica.
-¿Qué ciudades están teniendo problemas hoy con el alquiler en la Argentina?
-Hablo con algunos intendentes de las ciudades más turísticas. Son las que más tienen el problema del alquiler, pero también es real que muchas de esas ciudades tienen una política agresiva a la hora de generar lotes con servicios para la construcción de viviendas. Acabamos de venir de Ushuaia y he traído una propuesta para la construcción de más de 1.500 viviendas entre provincia y municipio.. Eso te ayuda a la hora de de plantear el tema del alquiler. Después tenés Mar del Plata, donde no tenemos propuestas al ministerio de traer loteo para poder construir viviendas. En Mar Chiquita, que está al lado, estamos construyendo más de 200 viviendas del gobierno nacional, también con la provincia, pero con una política habitacional que lleva adelante el municipio. Lo que tiene que tener quien conduce la provincia o un municipio es la prioridad en la política de vivienda. Muchos de esos intendentes creen que el mercado soluciona todo.
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-¿Generalmente porque están enrolados en el PRO o no necesariamente?
-Mayoritariamente podría decirte, pero no necesariamente.
-Bariloche y Buenos Aires son algunas de las ciudades tienen problemas con el alquiler...
-Nosotros estamos terminando desarrollos urbanísticos de Procrear en muchos de estos de municipios. Nosotros tenemos loteo con servicio en Mar del Plata, hemos dado los créditos de construcción, pero es una política desde el gobierno nacional, no desde el gobierno municipal, no hay una propuesta para financiar. Casi el 40% de las llaves de viviendas terminadas que hemos entregado ha sido en las provincias del Norte y casi el 40% de las viviendas que tenemos en construcción son en esas provincias porque tienen gobernadores que están preocupados por la situación habitacional, algunos más, otros menos, pero tienen una fuerte impronta. Donde mayores problemas hay es donde quien tiene la responsabilidad de gobernar no tiene política de vivienda como una de sus principales políticas.
-¿Tiene un precandidato a presidente?
-No, lo que tengo claro es que la gente va a volver a votar a nuestro espacio político y el 10 de diciembre va a ser un hombre o una mujer de nuestro espacio quien va a seguir conduciendo los destinos de la Argentina. ¿Por qué? Porque cuando a nosotros nos confiaron el voto en 2019, nos confiaron por varias cuestiones Una es porque la gente tenía cada vez más desempleo, porque había caída en la actividad económica, porque había cierre de pymes, porque había tarifazos, porque había inflación. Muchos de esos puntos los hemos logrado revertir. Se genera empleo, hay actividad económica y apertura de pymes, incremento en la producción. Estamos trabajando con el tema inflación, que nos cuesta un poco más. La propuesta nuestra la conocen y saben qué es lo que queremos. La propuesta de la oposición es Cambiemos, los mismos que gobernaron del 16 al 19, sabemos que le hicieron mucho mal a la Argentina, el peor fracaso de la Argentina fue el endeudamiento del gobierno de Cambiemos con el Fondo Monetario, endeudándonos a más de 100 años. Ahora proponen hacer lo mismo pero mucho más rápido. La gente en esos cuatro años no la pasó bien. Nosotros tenemos dificultades, pero el vecino sabe que trabajamos todos los días para la igualdad de oportunidades y para que tengamos todos un mismo piso de donde arrancamos. Después depende del esfuerzo de cada uno. Pero cuando construimos vivienda es para todos los sectores económicos, cuando construimos obra pública es para todos los sectores económicos y siempre es para mejorar la calidad de vida de los argentinos.
-Pero hay gente que dice que con este gobierno no le fue bien, con el anterior tampoco, y vota a Javier Milei...
-Milei es un revolucionario de derecha. Cuando la gente está enojada, puede decir que va a votar a alguien que es disruptivo. Por un lado, Milei te dice que hay que prender fuego el Banco Central y, por otro, cuando el Credit Suisse entró en problemas con los depósitos fue el Estado el que lo salvó. Dice que va a privatizar las calles de las ciudades, dice que no tiene que haber más Estado, que no tiene que haber más salud, que la escuela va a ser optativa, que las personas pueden comercializar sus órganos. Dice muchas cosas, ¿pero cómo las va a aplicar? Yo creo que la gente hoy lo puede mirar de una manera, pero, a la hora de votar, vota qué es lo que más le conviene para su familia, para ellos, a quiénes garantizan ese piso de igualdad. ¿Quién va a ser los pluviales de los barrios? No va a ser el privado, no tiene una ganancia económica. El que trabaja con una ganancia social es el Estado, llevando los servicios básicos, haciendo pluviales, veredas, asfalto, iluminación, generando una sala de salud cerca, una escuela primaria cerca, una universidad cerca. Con todas las dificultades, trabajamos todos los días para que el hijo de un trabajador pueda ir a la universidad y el día de mañana pueda competir laboralmente con el hijo de un empresario.
-Pero es muy difícil ganar una elección con la amenaza de una recesión por la seca, que usted que es del campo conoce bien, y con esta inflación que carcome el poder de compra...
-La primera contracción económica fue cuando asumimos con un endeudamiento que tuvimos que refinanciar con el Fondo y con los bonistas, era un país que no tenía esperanza. Vino la pandemia, vino la guerra y la sequía. Con ese endeudamiento, con esa pandemia, con la guerra y con la sequía, seguimos construyendo vivienda. La gente tiene muchos problemas hoy en día y no va a votar a alguien que quiere prender fuego el día de mañana. Lo que la gente necesita para adelante es estabilidad, necesita mesura, necesita ver que haya un gobierno que trabaje para solucionar los problemas con todas las dificultades. Necesita alguien que le dé tranquilidad de que vamos a trabajar en ese sentido. Sabemos que la sequía afecta y de una manera muy importante a nuestro país, no van a entrar 20 mil millones de dólares. Pero mientras estuvo la guerra, no hubo ninguna empresa a la que se le corte el gas ni ninguna casa a que se le corte el gas. Y eso nos implicó unos cuantos miles de millones de dólares que que tuvo poner el Estad. Nosotros ahora vamos a tener listo el gasoducto Néstor Kirchner, que va a permitir que no solo no importemos más gas, que no salgan dólares de la Argentina, sino que Argentina en el futuro pueda vender gas, van a empezar a entrar dólares. Tenemos un futuro. Le podemos contar a los argentinos cómo lo estamos haciendo. El futuro que viene para Argentina es promisorio. ¿Por qué? Porque tenemos energía, porque tenemos alimentos, porque tenemos el litio y tenemos un crecimiento asegurado a partir del año que viene
-¿Va a ser candidato en las elecciones ahora?
-No lo tengo definido. Podría serlo, pero no lo tengo claro.
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