Por Pablo Lapuente

Pese a no tener un cargo formal, y mantener un cuidado perfil bajo, Santiago Caputo continúa extendido su influencia sobre el gabinete libertario. Al estratégico manejo de la SIDE y el Ministerio de Justicia, se sumó ahora un área clave: Salud, con la flamante designación de Mario Lugones.

Si bien Lugones reemplazó a Mario Russo, que renunció según las versiones oficiales por cuestiones de índole personal, pero se sospecha que fue eyectado por presuntas sospechas de corrupción, el empresario y profesional de la salud manejaba desde hace largos meses buena parte del Ministerio de Salud. En medio, el exministro mantenía diferencias políticas con la cúpula libertaria y también con la administrativa Cecilia Loccisano, exesposa de Jorge Triaca.

Gestión Santiago Caputo

El ingreso del nuevo ministro al gabinete libertario se dio a partir de la relación y el vínculo de confianza que mantiene con el influyente asesor de la Casa Rosada. Caputo fue socio del hijo del empresario, Rodrigo Lugones, en la consultora Move Group, desde donde el hoy asesor con despacho en Balcarce 50 construyó la narrativa libertaria que cimentó el triunfo electoral de Javier Milei.

Por supuesto, no es el único nexo de Caputo con otras áreas de la administración mileísta. A mediados de julio colocó a Sergio Neiffert al frente de la SIDE, organismo que él mismo rediseñó con el asesoramiento de viejos conocidos de Jaime Stiuso. Lo mismo hizo con Sebastián Amerio en la Secretaría de Justicia, un viejo amigo suyo que es el hombre que, aún debajo del organigrama del ministro Mariano Cúneo Libarona, maneja todas las áreas de la cartera y encabeza, en persona, las negociaciones por las designaciones de los jueces de la Corte Suprema.

Ministro apadrinado

Lugones nació el 28 de julio de 1947. Construyó una destacada carrera en el mundo de la medicina y la salud pública, con especialización en cardiología y un perfil en la gestión sanitaria. De hecho, se 1972 en Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), una de las instituciones públicas más prestigiosas del continente que, paradójicamente, la administración libertaria quiere transferir a las provincias con un financiamiento mínimo. Es una idea de Caputo.

Obtuvo también un especialización en Cardioangiología en la Universidad del Salvador en 1976 y, varias décadas después, en 2011, obtuvo el título de médico especialista en Salud Pública también en la reconocida universidad porteña.

Mario Lugones, el ministro de Salud designado por Santiago Caputo.

Inició su carrera en el Hospital Cosme Argerich, donde trabajó como médico concurrente en el servicio de Cardiología entre 1972 y 1976, y pasó por otros edificios como el Sanatorio Malvinas, el Policlínico del Sindicato de Obreros de la Madera, y Fundación Favaloro, entre varios otros puestos.

Además, en materia empresarial, el hoy ministro de Salud fue fundador y presidente de Silver Cross America Inc., propietaria del Sanatorio Güemes, por lo que suele mencionarse su nombre como socio de Enrique Nosiglia, un histórico operador y empresario del radicalismo y Luis Barrionuevo, un viejo sindicalista que supo acomodarse de manera política a todas las gestiones.

Los cortocircuitos de Russo

Desde el inicio de la gestión se mencionó a Lugones como el hombre que manejaba cada una de las operaciones del Ministerio de Salud, que, hasta este mismo jueves conducía en los papeles Russo. De hecho, no sólo participó de algunas reuniones de gabinete, sin ocupar un cargo formal en su momento, sino que también mantuvo algunas reuniones reservadas en Balcarce 50 en las últimas semanas, en las que colaboró de manera directa en las decisiones estratégicas de la cartera.

El día que quedó más expuesta su influencia fue el 25 de enero pasado, cuando le pidió al ministro que desplace a Enrique Rodríguez Chiantore, por entonces director de la Superintendencia de Salud, otras de las áreas clave de la gestión en Salud que se encarga de regular a todos los actores del sector, especialmente a prepagas y obras sociales.

Aquella decisión había generado una gran repercusión interna, ya que el desplazado respondía de manera directa a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. "Soy el primer sorprendido por la noticia. Me enteré por el boletín oficial", le dijo a Letra P el funcionario minutos después de salir eyectado de su cargo por orden de Lugones.

Ahora el poder de Lugones fue blanqueado en el Ministerio, pero detrás suyo aparece la sombra de Caputo. La influencia del asesor se trasladó a otras áreas de la administración, en dosis medidas. Por caso, se le atribuye la supervivencia de José Rolandi en Jefatura de Gabinete, un funcionario que trajo el expulsado Nicolás Posse, pero a quien nadie le pidió la renuncia, según se comenta en los pasillos de la Casa Rosada, por mandato del poderoso asesor presidencial.