El canciller argentino viajará este martes para intervenir en el encuentro al que citó el presidente colombiano Gustavo Petro y en el que también habrá representantes de otros 15 países
Por Eduardo Menegazzi
¿Podrá destrabarse el proceso de diálogo para que en Venezuela haya elecciones democráticas en 2024? Ese es el propósito que tendrá la Conferencia de Alto Nivel a la que citó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en Bogotá este martes y que tendrá la participación de más de 15 países, entre los que estará Argentina a través de la presencia del canciller Santiago Cafiero.
Esta cumbre que se efectuará en la capital colombiana buscará aportar a una salida a la crisis política venezolana, a través de la mediación entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición a fin de reactivar el diálogo político, como continuación de las conversaciones iniciadas en México en 2021 y que actualmente se encuentran paralizadas.
Asistirán autoridades de más de 12 países, entre los que destacan Francia, España, Alemania, Ecuador, Brasil, Estados Unidos y Canadá, que enviarán también a diferentes funcionarios y a sus ministros de Relaciones Exteriores. Se procurará armar una hoja de ruta que permita el diálogo entre la administración del dictador Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela.
En noviembre de 2022, el presidente argentino Alberto Fernández participó en París de un encuentro con sus pares de Francia, Emmanuel Macron, y de Colombia, Gustavo Petro, en el que emitieron una declaración conjunta en apoyo a la reanudación del proceso de negociación como la única vía que permita resolver la crisis venezolana.
Petro se reunió el sábado por primera vez con los representantes de Plataforma Unitaria, una alianza opositora que participó de las negociaciones con el gobierno de Maduro en México. El canciller colombiano dijo después que “esperamos que las elecciones tengan lugar en 2024 con todas las reglas propias del sistema interamericano. Es el momento de dar un campanazo en América Latina en el sentido de que lo que vale es la democracia”. En la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) el mandatario colombiano había pedido el cambio en la carta democrática del organismo con el objetivo de reintegrar a Venezuela y a Cuba.
Ya hubo seis reuniones entre Petro y Maduro, ya que el jefe de Estado colombiano centró gran parte de su gestión en reestablecer las relaciones con su país limítrofe que arrastra desde 2008 más de 900 sanciones económicas del gobierno de Estados Unidos, aplicadas por las sucesivas administraciones desde que Hugo Chávez estaba en el poder e incluso con Barack Obama y con Donald Trump. Petro también estuvo en Estados Unidos la semana pasada, y tras la bilateral con su par Joseph Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca dijo que habían coincidido en que primero debían realizarse las elecciones para que después puedan levantarse las sanciones.
Según informó el gobierno colombiano, en ese encuentro se trató de “impulsar el cronograma electoral venezolano, la entrada de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y desactivar progresivamente las sanciones”.
Biden decidió en noviembre luego de que se reanudaran las conversaciones en Ciudad de México que se morigeraran las restricciones que existían en las operaciones de la empresa petrolera Chevron en Venezuela.
La propuesta de Petro de “más democracia, menos sanciones” provocó algunas reacciones adversas entre los sectores de la oposición a Maduro.
De esta cumbre también participará Juan Guaidó, quien el 30 de diciembre pasado dejó de ser “presidente interino” de Venezuela. El ingeniero, de 39 años, en enero de 2019 se había autoproclamado presidente, con el respaldo de los sectores de la oposición y de gran parte de la comunidad internacional -50 países lo reconocieron como tal- que no querían reconocer la reelección de Maduro en los comicios que se efectuaron en 2018.
Guaidó, pese a que tiene prohibida la salida del territorio venezolano, cruzó a pie la frontera con Colombia para sumarse al debate. Así lo anunció desde su cuenta de Twitter, donde sostuvo que seguirá luchando para condenar las violaciones a los derechos humanos en su país que se ven reflejadas en “los casi 300 presos políticos” que acumula el régimen de Maduro.
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