Las PASO definirán una disputa entre Rossi, acompañado por la vicegobernadora, contra los candidatos del mandatario Perotti.
A diferencia de la mayoría de los distritos electorales en donde el oficialismo logró el objetivo de presentarse unido, en Santa Fe el Frente de Todos llega a las urnas enfrentado en dos sectores que medirán sus fuerzas para saber quién representará a la coalición nacional en un territorio esquivo y atravesado por la violencia narco.
En esta inesperada interna, el gobernador Omar Perotti juega junto a la vicepresidenta Cristina Fernández, frente al exministro de Defensa Agustín Rossi y la vicegobernadora Alejandra Rodenas.
Fuentes santafesinas aseguraron a Tiempo que la elección de este domingo se presenta “imprevisible”. No sólo por la dificultad que se dio en todos lados de medir intención de voto en medio de la pandemia sino porque, tras un esfuerzo inédito para lograr que Perotti destrone al socialismo tras doce años de gobierno, el peronismo volvió a partirse. Es que mientras el gobernador se ufana de haber removido del poder a los históricos socialistas, desde el rossismo le recuerdan que el kirchernismo santafesino fue parte de ese logro.
Rossi no se cansa de señalar las intenciones de Perotti de coordinar con su par cordobés Juan Schiaretti con quien compartió la misma estrategia sanitaria que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al desafiar al gobierno nacional con la presencialidad en las aulas en medio de la crecida vertiginosa de casos de Covid durante la segunda ola.
Más de dos millones de santafesinos, que representan al tercer distrito electoral del país, elegirán en las PASO de este próximo domingo a los candidatos que competirán por las tres bancas del Senado y nueve de Diputados.
A la fórmula de Rossi y Rodenas se le enfrenta el senador provincial Marcelo Lewandowski, secundado por la senadora nacional María de los Ángeles Sacnún, nómina que surgió del acuerdo entre el gobierno nacional, la vicepresidenta y Omar Perotti -quien a su vez se postuló como senador suplente- y otros sectores del peronismo, como el de María Eugenia Bielsa.
Acompañará a Rossi como primer precandidato a diputado nacional el concejal de Rosario Eduardo Toniolli, dirigente del Movimiento Evita en la provincia
Roberto Mirabella, quien en diciembre dejará el Senado, será la cabeza de lista de la nómina para la Cámara Baja del armado consensuado entre el gobernador y las autoridades partidarias nacionales.
El conflicto interno se desató cuando el presidente, Alberto Fernández, y su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, advirtieron que las encuestas no eran favorables a Mirabella, el candidato de Perotti para continuar en el Senado.
Fue entonces cuando convocaron al entonces ministro Rossi, con mayor nivel de conocimiento en la provincia, para encabezar. Al armado del Chivo se sumaron los dirigentes del grupo peronista NES, que encabeza la vicegobernadora Rodenas. En ese esquema había quedado fuera la senadora cristinista Sacnun, por lo que la vicepresidenta se reunió de urgencia con Perotti y cerró un acuerdo que la enfrentó con su histórico compañero de militancia.
La pelea terminó con el pedido de renuncia del presidente a su ministro, por televisión. “Hicieron todo mal desde Buenos Aires”, se quejaban desde el rossismo. Después, Cristina y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, jugaron fuerte en un primer momento para apoyar a los candidatos perottistas. Del otro lado, Rossi basó su campaña en una mayor territorialidad.
Según cuentan en Santa Fe, el dispositivo de fiscalización será clave en una elección en la que cada voto cuenta. Del lado del rossismo apuestan a la militancia del Movimiento Evita, parte del PJ y parte del Frente Renovador. Del otro, está La Cámpora y el resto del PJ.
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