En los últimos tres años, se intensificó la crisis de la salud pública en la provincia de los Kirchner
El sistema de salud de la provincia de Santa Cruz atraviesa una crisis que se remonta a la última década, aunque en los últimos tres años se intensificó. Se refleja en problemas que van desde el éxodo de médicos hasta la falta de insumos, una constante en todos los hospitales públicos.
La presidenta Cristina Kirchner lo sufrió en persona anteayer, cuando llegó acompañada al Hospital Regional e ingresó por la puerta de guardia y pasó directo a la Sala de Rayos.
Allí, una monja que estaba asistiendo a enfermos y conocía a la Presidenta se le acercó y la tranquilizó. Según relataron testigos a LA NACION, la religiosa le ayudó a sacarse la bota negra del tobillo izquierdo, que se encontraba hinchado, mientras se disponía todo en la Sala 2 de Rayos. En el hospital, hay tres salas: una está desarmada y la otra, fuera de servicio.
Apenas 15 minutos estuvo la Presidenta en el Hospital de Río Gallegos. Allí se enteró de que el equipo de resonancia magnética de alta complejidad no funciona desde hace un año, por falta de mantenimiento, y que el tomógrafo se había roto hacía quince días. Desde el hospital dispuso regresar a Buenos Aires.
Un hombre que la acompañaba tomó prestada una silla de ruedas reforzada para trasladarla al aeropuerto. Una hora después regresaría la silla y una docena de facturas para el personal de Rayos.
Con el resonador fuera de funcionamiento desde hace un año y el tomógrafo fuera de servicio hace 15 días, los pacientes que llegan al Hospital Regional son derivados a los centros privados de la ciudad para su atención: en Río Gallegos hay dos resonadores y tres tomógrafos en medicina privada. Los costos luego son asumidos por el Hospital Regional.
No es la primera vez que la familia presidencial desiste de la atención en la salud pública de la provincia. Ya en 2012, Máximo Kirchner fue trasladado de urgencia a Buenos Aires en el Tango 01, para ser sometido a una cirugía en la rodilla. Médicos locales aseguraron que ésta podría haberse realizado en Río Gallegos.
"La actual crisis en la salud tiene varios años, faltan insumos en los centros de salud, en los hospitales, hay deudas con proveedores, faltan médicos especialistas", detalló a LA NACION Hugo Jerez, delegado de Aprosa, una asociación de profesionales médicos que nació a la luz de los conflictos en la salud pública.
Para Jerez, una de las razones de la crisis se origina en la fuerte deuda que mantiene la obra social provincial con el sistema de salud.
"Se generó una deuda por más de $ 30 millones entre la Caja de Servicios Sociales y el hospital, ante el atraso del pago del arancelamiento", detalló Jerez. El arancelamiento es un sistema a través del cual los pacientes que tienen cobertura se atienden en el sistema público y la obra social se hace cargo de la atención, al pagarle luego al hospital. En Santa Cruz, la obra social estatal reúne a la mayoría de la población.
La cartera de Salud ha sido uno de los puntos débiles de la gestión del gobernador Daniel Peralta, que en 2010 elevó al rango de ministerio a la entonces Subsecretaría de Salud. Desde entonces han pasado seis ministros, Roberto Ortiz, el actual, asumió hace cuatro meses.
Antes de Navidad, Peralta anunció el ingreso de ocho nuevos médicos a la provincia y convocó a profesionales a través de avisos en los medios de comunicación. También informó la compra de un nuevo resonador para el Hospital Regional.
Durante 2012, la salud pública provincial empezó a convivir con el Centro Articulador de Políticas Sanitarias, una entidad que depende del Ministerio de Salud de Nación y desde allí articulan programas con los municipios. Allí fue nombrada coordinadora en agosto pasado, Rocío García, la pareja de Máximo Kirchner..
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