El triunfo de Unidos pone a JxC a tiro de gobernar siete distritos, como en 1983. Las cuatro chances para triturar el récord de 1999. El PJ acorralado.
Por Adrián D'Amore
Castillo; Rozas, Lizurume y Montiel; Iglesias, Verani y Avelín. Parece el equipo para un fulbito de siete contra siete, pero son los gobernadores radicales que a lo largo de 1999 fueron prologando el triunfo de la Alianza en las presidenciales de aquel año y llegaron al poder en Catamarca, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Mendoza, Río Negro y San Juan, respectivamente. Como Fernando de la Rúa llegó a la Casa Rosada siendo Jefe de Gobierno porteño, cargo que obtuvo en 1996, aquellas elecciones de finales del siglo XX marcaron la mayor cosecha a nivel provincial del no peronismo: ocho distritos. Hasta ahora.
El contundente triunfo alcanzado este domingo por Juntos por el Cambio en las primarias de Santa Fe abre la puerta a un predominio inédito a partir del 10 de diciembre de la fuerza que hoy es oposición y que, con las diferencias existentes entre la UCR de los 80 y la actual coalición opositora, desde 1983 está en minoría ante el peronismo a la hora del poroteo federal. Inclusive, cuando una figura no peronista ocupa el sillón de Rivadavia.
La sumatoria de los votos de la interna de JxC, de la que salió airoso Maximiliano Pullaro, casi triplicaba el total de la contienda peronista cuando se llevaba escrutado casi el 48% de las mesas santafesinas. Tamaña diferencia prácticamente asegura una victoria del dirigente referenciado en Martín Lousteau en las generales del 10 de septiembre para sumar a Santa Fe a las provincias que gobernará JxC desde diciembre: Jujuy, Corrientes, San Juan, San Luis y Mendoza y Ciudad de Buenos Aires, donde la alianza ya está en el poder y se encamina a repetir.
Antes, en solo 15 días, la oposición se ilusiona con arrebatarle otro bastión al oficialismo cuando el 30 de julio Chubut vaya a las urnas. El senador del PRO Ignacio Torres aparece como favorito en las encuestas frente al intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que será el candidato a gobernador de un panperonismo que está en el poder desde 2003.
Si ambas proyecciones se confirman, JxC contará con ocho administraciones provinciales en su haber, como en 1999, y tendrá tres chances para romper esa marca histórica a partir del 17 de septiembre.
Ese domingo, JxC intentará destronar a Jorge Capitanich y ganar en Chaco. En las PASO, lo superó por casi seis puntos y consagró a Leandro Zdero como candidato a la gobernación. El mandatario cristinista tiene antecedentes de remontar derrotas más duras que la del 18 de junio pasado. De hecho, en las primarias legislativas de 2021, el Frente de Todos cayó por ocho puntos, pero se recuperó en las generales y ganó por un punto y medio. Con todo, las candidaturas del intendente de Resistencia, Gustavo Martínez; del exgobernador Domingo Peppo y de Juan Carlos Bacileff Ivanoff, quien fuera dos veces el vice de Capitanich, dispersan el voto peronista y le harán cuesta arriba la remontada al gobernador norteño.
A la parada chaqueña, se suman dos estaciones que ponen a la coalición no peronista al borde de conseguir en las provincias su mayor cosecha en 40 años. El 22 de octubre, junto con los comicios presidenciales, Entre Ríos votará autoridades provinciales y Rogelio Frigerio arranca como favorito tras su arrasadora victoria en 2021. Un triunfo del ex ministro macrista aparece como la opción más probable para que JxC obtenga otra gobernación. Madre de todas las batallas, atravesada por la contienda nacional, Buenos Aires es una pieza codiciada que la oposición quiere volver a conquistar, luego del batacazo de María Eugenia Vidal en 2015. Las encuestas hablan de paridad y serán las primarias las que darán un panorama más claro de cuáles son las posibilidades de que la provincia del 37% del padrón cambie de manos.
Si la coalición opositora logra hilvanar los triunfos de Chubut, Santa Fe, Chaco, Entre Ríos y Buenos Aires y hacer realidad la "ola del cambio" que vaticinó Horacio Rodríguez Larreta este domingo, el 22 de octubre por la noche podrá contar 11 provincias en su poder a partir de diciembre, una cifra inédita. Con los provincialismos que mandan en Neuquén, Río Negro y Misiones, más la nueva fase del cordobesismo que iniciará el gobernador electo Martín Llaryora, al peronismo le quedarían solo nueve provincias, si se confirmaran las proyecciones en Santa Cruz. Aislado en el norte y en el extremo sur, con el manchón pampeano casi en el centro del país, un peronismo acorralado puede enfrentarse a un escenario desconocido y áspero, independientemente de cuál sea el resultado de las presidenciales.
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