El dirigente del PSOE despeja el camino a La Moncloa a una semana del debate de investidura. Necesita sumar más apoyos.
El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, pactó un acuerdo de gobierno con el liberal Albert Rivera, tras aceptar públicamente las condiciones del líder de Ciudadanos para apoyar su investidura. Lo arreglado con la formación de centroderecha le permitirá al dirigente socialista allanar su camino a La Moncloa a una semana de someterse al debate de investidura, que tendrá lugar el 1 de marzo, pero aún no tiene garantizada su elección puesto que necesita sumar más apoyos o la abstención del Partido Popular (PP) o del izquierdista Podemos.
Sánchez aceptó ayer la condición que Rivera la presentó como irrenunciable para darle su apoyo: una reforma exprés de la Constitución española en cinco puntos. “Que no le quepa duda a los españoles de que habrá acuerdo”, dijo el líder del PSOE. Los socialistas y Ciudadanos, segunda y cuarta fuerza, reúnen 130 escaños, una suma insuficiente por sí misma para investir a Sánchez. Precisan al menos la abstención del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy (122 escaños) o de la formación de Pablo Iglesias, Podemos (69), primera y tercera fuerza en la cámara.
Al día de hoy, ninguna de las dos formaciones está dispuesta a facilitar la investidura de Sánchez con una abstención. El líder de Podemos, que sigue defendiendo un gobierno de coalición de izquierda con él como vicepresidente del líder socialista, fue tajante. “No los vamos a apoyar.”
El liberal Albert Rivera dejó ya abierta la puerta a entrar a un Ejecutivo con Sánchez y confía en poder convencer a Rajoy de que se abstenga en los contactos que su partido y el PP tendrán en los próximos días. Su principal argumento es que un pacto con su partido que el PSOE concrete una alianza con Podemos, la opción más temida por la derecha y por el sector empresarial.
El rey Felipe VI encomendó a Pedro Sánchez a principios de mes la tarea de intentar formar Gobierno tras declinarla Rajoy por no ver opción de reunir el apoyo necesario para ganar una votación de investidura. PSOE y Ciudadanos llevan dos semanas negociando en un clima de entendimiento de sus líderes, que el lunes empezaron a conversar lo que ayer finalmente fue acordado en secreto. El pacto se rubricará probablemente hoy y el PSOE lo someterá a referéndum entre sus militantes posiblemente el sábado, tal y como se comprometió a hacer. Sánchez explicó que no es sólo un pacto de investidura, sino un acuerdo de legislatura. “Estamos en un momento histórico, un acuerdo entre un partido de centroizquierda y otro de centroderecha es una buena base para liderar el cambio”, dijo.
La reforma de cinco puntos que demanda Rivera para abordar la “regeneración democrática” de España conlleva la supresión de los aforamientos de diputados y senadores (el derecho a los parlamentarios a ser juzgados por un tribunal diferente al que corresponde al resto de los ciudadanos), la reducción a la mitad del número de firmas para las iniciativas populares (a 250.000) y medidas para despolitizar la Justicia. Ciudadanos también propone la eliminación de las diputaciones provinciales y limitar el mandato del presidente del gobierno a ocho años. Sánchez explicó que coincide con las protestas del partido naranja en tanto signifique “abrir las puertas a las iniciativas populares”, también en la limitación del mandato en La Moncloa –el PSOE lo lleva en su programa– y en la reducción de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, así como en acabar con los aforamientos. Y respecto a la cuestión que parecía más complicada, la eliminación de las diputaciones, dijo que el PSOE acepta iniciar su supresión aunque en su lugar quiere crear nuevos entes públicos, los “concejos de alcaldes” para garantizar la igualdad de servicios en los municipios con menos de 20.000 habitantes.
El acuerdo entre PSOE y Ciudadanos llega una semana antes del arranque del debate de investidura de Sánchez. Ayer fue adelantado en un día, al 1º de marzo, para acomodar plazos legales y evitar que si hubiera que repetir elecciones en junio porque ni el socialista ni nadie lograra formar Ejecutivo antes del 3 de mayo, estas cayeran un lunes. El Congreso de los Diputados votará su investidura el 2 de marzo, pero será incapaz de lograr mayoría absoluta (al menos 176 de los 350 diputados) para ser investido.
Por su parte, Iglesias adelantó que votará en contra de Sánchez si pacta con Ciudadanos. “Si no se suma el PP a ese acuerdo, no es acuerdo de Gobierno ni de investidura”. La formación heredera del movimiento de los indignados sigue sentada a la mesa de las negociaciones con el PSOE y otros dos partidos de izquierdas más pequeños que se iniciaron el lunes. “Lo que nosotros proponemos es distinto y se acerca más a la realidad aritmética: un gobierno de coalición y progreso”, dijo Iglesias, que aspira además a ser un vicepresidente con gran poder en ese Ejecutivo que propone Sánchez. “No vamos a apoyar al resto de acciones.”
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