Sostuvo que “escuchar del propio ministro nacional de Energía, (Juan) Aranguren, el ministro al cual esta dirigencia de la oposición formoseña apoya, ratificando la decisión del gobierno nacional de que esta industria procesadora de uranio Dioxitek estará en Formosa, es una realidad que golpea muy fuerte a esta dirigencia opositora formoseña”.

“Escuchamos voces muy dispares, algunas honestas y otras no tan honestas, y esto último sobre todo proveniente de gente de la oposición política local. A esta dirigencia la venimos oyendo denostar tanto tiempo ante la radicación de esta industria”, advirtió.

Recordó el legislador que “ya en la plataforma electoral UCR-Pro, producto de un consenso de todos los especialistas en materia energética de ambos partidos, habían concluido en la necesidad de reafirmar el compromiso con la energía nuclear en nuestro país”, para conjeturar que “ante todo esto, o ignoran, o directamente se ha transformado en un capricho esto de seguir calumniando contra este proceso científico-tecnológico en franco desarrollo en la provincia”.

Samaniego aspira que la dirigencia opositora local “reconozca su error”, y luego “hablen a la ciudadanía con honestidad y digan que estuvieron equivocados”.

Entiende que “esto que está sucediendo viene a fortalecer este compromiso con la innovación científica y tecnológica, además de abrir enormes expectativas en lo relacionado a la transferencia de conocimientos y capacitación de técnicos en materia nuclear y generación de mano de obra. Incluso la continuidad de la obra para el Centro de Medicina Nuclear, que para que tengan una idea de su valor, será uno de los tres centros del país que realizara diagnósticos y tratamientos con tecnología de punta, son decisiones de una cuantía superlativa”.

Expuso que “la realidad es que gobiernos nacionales y populares, incluido el de Raúl Alfonsín, apostaron a la energía limpia y no contaminante como la nuclear, a la que el mundo elige, y sobre todo nuestro país en este escenario donde es necesario una diversificación energética”, de ahí que considerara “increíble que a todo esto se esté oponiendo el radicalismo formoseño, con lo cual uno concluye que anteponen intereses políticos por encima de los intereses de los formoseños”. 

Opino finalmente el legislador que Dioxitek es “parte de una transformación provincial que abre nuevos desafíos, a metas diferentes y de un valor que no alcanzamos a dimensionar”, de ahí que lamentara que “tratar de detener todo esto no habla bien de cierta dirigencia que uno espera que defienda lo nuestro”.