El diputado nacional y activo actor de la interna en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Salvador, habló con La Noticia Web, y buscó marcar diferencia respecto de las críticas señaladas desde el sector derrotado.

“Las elecciones internas de la provincia de Buenos Aires dejaron definiciones importantes: el contundente triunfo de la fórmula Abad-Revilla de Adelante Buenos Aires”, analizó y agregó que “el afiliado de la provincia de Buenos Aires optó por la continuidad del proceso que se viene llevando desde hace cuatro años, optó por el crecimiento del partido que ha sido sostenido en estos años”.

En ese marco sostuvo que “el afiliado optó por la gente seria y responsable que siempre va estar dentro del partido radical” y desmenuzó el triunfo de la lista de Abad al señalar que “los resultados fueron más que evidentes y sobre 135 distritos se ganaron 115, 6 secciones electorales, una quedó empatada (la tercera) y solo en una sección fuimos derrotados”.

“No hay dudas de cuál es el camino que quiere el radicalismo de la provincia de Buenos Aires”, sentenció.

Para Salvador, los votantes optaron por “la previsibilidad y la renovación”.  “Se puede ver en los  legisladores jóvenes, concejales jóvenes. Hoy tenemos 32 intendentes, legisladores, diputados nacionales por la provincia. Es un camino de crecimiento y renovación, luego de muchos años de atomización”.

Los comentarios del diputado nacional no quedaron en el análisis de los resultados, sino que también hubo duros señalamientos al sector liderado por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

“Los que quieren cuestionar la elección, son los mismos que fueron del partido para desde fuera hacerle daño. Hoy los hemos cobijado nuevamente y en el marco de una elección interna pierden con contundencia, pero sin embargo, quieren seguir dañando desde dentro del partido”, dijo y refrendó: “Eso no lo vamos a volver a permitir”.

Para el hombre de la primera sección, la elección puso blanco sobre negro sobre cuál es la orientación que desea el afiliado radical y despejó fantasmas sobre la especulación de que “alguien venido desde fuera”, pueda triunfar en una elección.