Sigue aumentando el número de evacuados y, a pesar de que el río está bajando lentamente, el número de personas que debieron irse de sus hogares se incrementa y en forma preocupante. Aparecen nuevos testimonios y necesidades que hay que cubrir y si bien los fondos se acaban rápido, lo que aflora es la solidaridad de los vecinos.
“El panorama es desolador. Ya hemos pasado de tener una inundación controlable a vivir un desastre, una catástrofe sin control. Estamos haciendo todo lo posible pero es muy difícil luchar contra este tipo de fenómenos”, expresó el jefe del cuartel de bomberos, Osvaldo Lori.
Lo cierto es que por más ayuda que se solicite, por más políticos que recorran el lugar, lo que sobresale es la tremenda solidaridad del pueblo de Salto que se ha unido para vencer esta adversidad.
“No podemos hablar mucho porque nos emocionamos con la grandeza de la gente. Tenemos alojadas ocho familias en el patio. No sabemos que más hacer pero queremos estar para lo que se necesite, esto es muy grave y hay que estar presentes”, comentaron los dueños del Patio de Cunyi, uno de los centros de evacuados que hay en la ciudad.
Cabe aclarar que ya son más de 680 los evacuados, sin contar las familias que se alojan en otros lugares que consiguieron por sus propios medios. Contando a estas personas se dice que el número ronda las 3 mil.
“Le queremos decir a los damnificados que vengan a solicitar lo que necesiten que tenemos mercadería y es para ellos. Hemos declarado el estado de emergencia por lo que pedimos a los proveedores que nos tengan un poco de paciencia ya que el dinero que tenemos pensamos destinarlo en su totalidad a este problema”, expresó el intendente, Oscar Brasca.
Esperemos que agua siga bajando, la ciudad está en ruinas y la gente muy mal. Siempre que llovió paró dicen, esperemos que esta no sea la excepción. (www.SaltoCiudad.com.ar)
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