El índice de analfabetismo en la provincia se ubica por encima de la media nacional. La mayoría se concentra en San Martín, Orán y Anta.
Están presos del ejercicio más pleno de sus derechos y obligaciones. Su condición los excluye del mercado laboral registrado y de muchas prácticas sociales. De este tipo de personas, en Salta hay más de 30.000 y la mayoría se concentra en las zonas rurales, particularmente en los departamentos de San Martín, Orán y Anta. En virtud de ello es que el Registro Nacional de Trabajadores Rurales de Argentina (Renatea) lanzó el programa “Yo Sí Puedo”, a través del cual pretende alfabetizar a la mayor cantidad posible de campesinos salteños que no saben leer. La iniciativa parte de un acuerdo de la Nación con las delegaciones de Renatea en las provincias.
La titular de ese organismo en Salta, la exministra Nora Giménez, sostuvo que “los índices de analfabetismo en Salta se encuentran por encima de la media nacional. Los datos no son alentadores, pero hay mucho para hacer”. Según la delegación de Renatea en Salta, el total de trabajadores rurales registrados asciende a 60.000. Es uno de los sectores donde mayor índice de informalidad laboral existe y entre éstos la cantidad de personas analfabetas es alta. “Hoy muchos campesinos firman las libretas colocando su huella digital porque no saben escribir sus nombres. Esto representa una traba porque no podemos implementar planes de capacitación en derechos o en otras materias que los benefician”, manifestó Giménez. La funcionaria agregó que “hay trabajadores que no conocen bien sus derechos y por eso no pueden detectar excesos de parte de los empleadores”.
La metodología
El convenio firmado por Renatea para que se implemente la campaña de alfabetización surge a raíz de que los programas que desarrolla el Ministerio de Educación de la Nación para alfabetizar a los trabajadores rurales tienen un plazo de duración de 7 meses. Pero la mayoría de los campesinos en Salta son trabajadores golondrina, de modo que rotan de lugar cada cuatro meses y no llegan a terminar los cursos. Por eso se escogió el programa Yo Sí Puedo, que es un método flexible basado en un sistema de aprendizaje que consiste en asociar un número que el analfabeto conoce y una letra que no conoce. Esto va acompañado de un material audiovisual y de una cartilla. Roberto Gil Martínez, cubano e importador del programa, sostuvo que “muchos aprenden en poco tiempo. Son 65 clases y como promedio dura 3 meses. Es increíble cómo aprenden a leer y escribir”.
Comentá la nota