El Presidente repasó gestión y habló de lo que se viene, prometiendo que este sí será "el año de la reconstrucción". Palcos militantes, ausencia de gobernadores y una plaza vacía.
Por Cecilia Camarano.
El presidente Javier Milei dejó inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias en un recinto prácticamente vacío en donde desfiló toda la plana libertaria, apenas unos pocos gobernadores, una Corte Suprema que avanza hacia la conformación deseada por el oficialismo y una vicepresidenta invisibilizada por el Ejecutivo. Con ese escenario de fondo, el primer mandatario aprovechó su discurso para recuperar iniciativa en un 2025 electoral, bajo la promesa de que este sí será el año "de la reconstrucción de la Argentina".
El jefe de Estado arribó pasadas las 21 a un Congreso de la Nación con alrededores sin gente. Como contó Ámbito, La Libertad Avanza decidió no movilizar y apostar al rating del prime time y las redes sociales (una estrategia fallida, dado que los números reflejaron una fuerte caída en el encendido televisivo, tanto en canales de aire como en señales de noticias). La imagen de la plaza desértica coincidía con lo que se registró adentro del edificio, en donde la mayor parte de la oposición decidió no bajar al recinto.
En el Gobierno ya estaban al tanto de la jugada, pero eso no impidió que Milei siguiera con su plan original de vender "el país que se viene", y asegurar que las promesas económicas que todavía no se cumplieron no fueron olvidadas. Pero además, el Presidente insistió en la batalla cultural para tomar distancia de la oposición y la casta, al tiempo que aprovechó la ocasión para volver a apuntar contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof y utilizó el tema inseguridad para profundizar la grieta.
Javier Milei junto a Karina Milei. Presidencia
Más allá de lo que se dijo en el recinto, las omisiones del Presidente también fueron un dato político en sí mismo. No hubo alusiones directas al escándalo cripto $LIBRA y ni al decretazo para completar el máximo tribunal de Justicia.
Pese a que tanto en el Senado como en Casa Rosada aseguraron que hubo un trabajo mancomunado para lograr que todo salga de la mejor manera posible, la apertura de sesiones ordinarias volvió a poner en evidencia la tensión entre el tándem Javier-Karina Milei y Victoria Villarreal.
El recibimiento de la presidenta del Senado fue cortado por la transmisión oficial, que eligió mostrar en ese momento un plano largo del lugar. Pero una vez que Milei inició su discurso, la imagen no se corrigió y se vio durante la hora y cuarto que duró la alocución al primer mandatario leyendo y, detrás de él, el torso de la Vicepresidenta y el titular del Senado Martín Menem, pero no sus caras.
Sí hubo, en cambio un reconocimiento para los miembros del Gabinete, a quienes Javier Milei mencionó y agasajó con una cena. Apostados a un costado, aplaudieron al mandatario el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; los ministros Patricia Bullrich (Seguridad), Sandra Pettovello (Capital Humano), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto), Mario Lugones (Salud), Luis “Toto” Caputo (Economía), Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado) y Luis Petri (Defensa). También su hermana, la Secretaria de Presidencia Karina Milei, y el vocero Manuel Adorni. En tanto, su asesor Santiago Caputo se ubicó en un palco destinado a la agrupación Las Fuerzas del Cielo.
Presidencia
Al ingresar al recinto el mandatario también encontró a los cuatro jueces de la Corte Suprema sentados en primera fila, a la derecha del estrado. Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz Ricardo Lorenzetti y Manuel García Mansilla escucharon atentamente sus palabras. Pese a que recibió invitación de Casa Rosada, en donde aseguran que el decreto presidencial era "suficiente" Ariel Lijo desistió de acudir ya que todavía está en análisis la validez de la licencia que le otorgó la Cámara Federal en su cargo frente al juzgado federal 4.
El sector destinado a los gobernadores no se mostró muy concurrido. Osvaldo Jaldo (Tucumán), Martín Llaryora (Córdoba), Leandro Zdero (Chaco), Claudio Poggi (San Luis), Ignacio Torres (Chubut), Gisela Scaglia (vicegobernadora de Santa Fe) y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Jorge Macri), completaron la foto política.
Javier Milei, discurso con pocos anuncios económicos y un nuevo cruce con Axel Kicillof
“Ustedes keynesianos no pueden parar de llorar”, lanzó Milei para defenderse de las críticas sobre su plan económico, que logró cierto orden de la macroeconomía pero a costo de una fuerte recesión. “Desde abril que la economía no para de crecer. Hablaban de la L, de la pipita de Nike pero fue en V corta aunque les duela a 'unión por la plata' o no sé cómo se llaman ahora”, dijo para criticar a la oposición peronista de Unión por la Patria.
Dentro del primer tramo económico de su discurso, adelantó que acelerará en el desguace del Estado y la privatización de las empresas públicas: “Empezamos a dar los primeros pasos para privatizar a todas las empresas públicas”, prometió el Presidente, aunque se vanaglorió de haber reacondicionado las cuentas de Aerolíneas Argentinas, cuya privatización el Gobierno aún no pudo concretar.
Planteó que “el Estado no está para reemplazar al empresariado” y festejó los despidos a empleados públicos: “Cerramos 200 áreas del Poder Ejecutivo y echamos a más de 40 mil empleados públicos.
Javier milei dejó inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias. Presidencia
En uno de los pasajes más salientes del texto, el Jefe de Estado adelantó que enviará al Congreso “en los próximos días” para su discusión un acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional, un programa con el que buscará reforzar las reservas del Banco Central y salir del cepo cambiario este año.
“Dada la importancia estratégica que tiene este acuerdo para la Argentina, quiero anunciarles que en los próximos días le pediré al Congreso que apoya al Gobierno en este nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, dijo el mandatario.
“Este nuevo acuerdo nos brindará las herramientas para allanar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente para todos nuestros ciudadanos y para poder atraer mayores inversiones que se traduzcan en menor inflación, mayor crecimiento y nivel de empleo, con las consecuencias mejores salarios que implican menor cantidad de pobres e indigentes”, agregó.
En otro tramo de su discurso, Javier Milei volvió a pedirle al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que "castigue a los delincuentes" o renuncie. “El orden público y la vida social en paz deben volver a ser la regla y no la excepción en la Argentina”, inició a la hora de referirse a la inseguridad y agregó: “Actualmente, tenemos un sistema judicial y un código penal repleto de grietas por las que se coló el virus del anti-punitivismo, que además de estar moralmente mal, demostró su estrepitoso fracaso”.
A la hora de referirse específicamente al caso de Kim Gómez, le envió un mensaje al gobernador: “Si Kicillof quiere resolver el problema, tiene dos alternativas: abandonar esa visión abolicionista y castigar a los criminales; o correrse del camino y dejarnos resolver el problema a nosotros”.
Javier Milei protagonizó un cruce con Victoria Villarruel. Mariano Fuchila
“Necesitamos aprobar la ley de baja de la edad de imputabilidad, para que quienes son lo suficientemente conscientes para cometer crímenes de adulto, paguen las consecuencias de sus actos. Necesitamos también agravar todas las penas del código penal, algo que tiene que ocurrir en carácter urgente”, agregó.
Por el caso, anunció que el Gobierno trabaja “en una ley de seguridad nacional que le provea herramientas al Estado argentino, a nuestro servicio de inteligencia, y a nuestras fuerzas, para perseguir a quienes quieran atentar contra la vida de los argentinos”.
El final del discurso fue accidentado debido a que el Presidente le llamó la atención a Villarruel cuando se aprestaba a concluir. "No terminé, no te apures", soltó el mandatario ante los dichos de su compañera de fórmula, quien atinó a responder: "Perdón, perdón". Al regresar a su rol de orador, el Presidente exclamó: "¡Viva la libertad carajo!", en tres oportunidades. A los pocos minutos, el diputado Facundo Manes aseguró que Santiago Caputo "lo amenazó" en el recinto -desde el palco-, y luego cuando se cruzaron cara a cara en el pasillo del Congreso. Mientras el radical se disponía a hacer la denuncia por lo sucedido, los ministros partieron raudos hacia Casa Rosada para compartir una cena con Milei.
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