La aprobación del acuerdo con el FMI es tema excluyente en el Congreso, pese a que aún no se conoce el texto. Germán Martínez y Massa alineados con Alberto Fernández buscan el número mágico entre propios y ajenos.
La renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque del Frente de Todos movilizó por completo la estructura oficialista en Diputados, pero en medio de las discusiones con el Fondo Monetario Internacional la prioridad del nuevo titular Germán Martínez es reorganizar la tropa y sacar adelante el acuerdo. En el mismo rumbo está el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa quien durante la semana se dedicó a trabajar consensos con todos los sectores.
En público, el tigrense se mostró activo y recibió al ministro de Agricultura Julián Domínguez para dar impulso al proyecto de Ley Agroindustrial, enviada por el Poder Ejecutivo. En privado, se reunió con los tres jefes de bloques de Juntos por el Cambio Mario Negri, Cristian Ritondo y Juan Manuel López, además de otros contactos con fuerzas provinciales para intentar sumar adhesiones.
“Massa es optimista, su objetivo es sacar adelante el acuerdo”, comentaron desde su entorno. La confianza del líder del Frente Renovador no es menor luego de que el ala dura del bloque del Frente de Todos confirmara sus intenciones de abstenerse una vez que el texto pase por el Congreso.
“No tengo ninguna duda de que en los próximos días el Parlamento argentino va a aprobar el acuerdo que Argentina tiene en discusión con el FMI. No tengo dudas porque creo que hace a la responsabilidad de nosotros como dirigentes, como hombres de Estado”, afirmó Massa.
Itaí Hagman, representante del espacio Patria Grande, fue el diputado que dio un primer anticipo de cuántos podrían ser los díscolos y estimó en unas treinta las posibles abstenciones. Hagman no dio nombres, pero en ese grupo ya se incluye la quincena de legisladores de La Cámpora, y otras figuras duras como Leopoldo Moreau, Rodolfo Tailhade, representantes del campo popular como Juan Carlos Alderete, Natalia Zaracho, Federico Fagioli y también del ámbito sindical. A simple vista, la cifra de Hagman puede sonar exagerada, destinada a encaminar la negociación con la nueva conducción del bloque. Lo cierto es que después de esa declaración no hubo más detalles, en respuesta a un pedido que surgió del propio Máximo Kirchner para no dar pistas sobre quiénes estarían en el grupo de detractores.
Germán Martínez, por su parte, dedicó la semana a continuar con las reuniones con referentes de su bancada entre los que justamente estuvo Hagman. “Con el nuevo presidente del bloque Germán Martínez repasamos la agenda legislativa y acordamos darle impulso a la investigación sobre las responsabilidades del endeudamiento y de quiénes se beneficiaron con él. En ellos deberá recaer el esfuerzo principal para pagar la deuda”, remarcó el diputado de Patria Grande, poniendo el foco en uno de los ejes que el kirchnerismo no quiere dejar de lado: las responsabilidades del macrismo en el endeudamiento.
Precisamente, Martínez reflexionó ayer sobre ese tema durante el plenario de la militancia que cerró ayer en Rosario y recordó que “cuando se fue la dictadura y asumió Raúl Alfonsín la deuda externa era de 45 mil millones de dólares. Macri, en un solo acuerdo, con un solo acreedor superó ese monto en un año, en un acto irresponsable e incoherente. Eso también lo tenemos que debatir”, anticipó el santafesino, ligado a uno de sus predecesores al frente del bloque Agustín Rossi.
Senado. Si bien se menciona que el proyecto podría ingresar por la Cámara alta, en el otro extremo del Palacio reina el silencio, auspiciado por Cristina Kirchner, que al igual que su hijo no quiere dar a conocer los próximos movimientos. El jefe del bloque del Frente de Todos José Mayans fue crítico sobre la toma de deuda durante el macrismo y ya recibió la visita de Sergio Chodos, representante argentino ante el FMI, quien buscó transmitir la urgencia del oficialismo en torno a la aprobación.
JxC insiste con “ficha limpia”
La diputada del PRO Ingrid Jetter reflotó el proyecto para impulsar una modificación de la ley orgánica de partidos políticos para evitar que las personas condenadas por sentencia judicial en primera instancia o condena confirmada por un tribunal superior no puedan ser precandidatos en primarias o en generales.
La modificación conocida como “ficha limpia” incluye delitos dolosos graves, asociados a la corrupción y en contra de la integridad sexual.
Un texto de estas características ya fue sancionado en las provincias de Chubut, Mendoza y Salta y actualmente lo están tratando en la provincia de Córdoba.
Lo que se propone es poner fin a la participación de quien ha sido condenado y condenada por corrupción en la política viciando la representación.
La herramienta no tiene efectos retroactivos y una norma similar impidió que Lula da Silva vuelva a ser candidato presidencial en Brasil.
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