Salarios: perdieron fuerte por la subestimación de la inflación y arrancaron mal el año

Salarios: perdieron fuerte por la subestimación de la inflación y arrancaron mal el año

A la espera de que esta semana el INDEC difunda el dato de inflación de febrero, un informe advirtió que “este año comenzó con la mayoría de grandes gremios perdiendo contra el IPC enero”. Cada vez más voces aseguran que existe un desfasaje de 15 a 20 puntos en contra de los salarios por la falta de actualización en el cálculo de precios minoristas.

Por

EUGENIA RODRÍGUEZ

 

A la espera del nuevo dato de inflación -de febrero 2025- que difundirá esta semana el INDEC, un informe privado advirtió que “este año comenzó con la mayoría de grandes gremios perdiendo contra el IPC enero”. Al respecto, “la pauta del propio gobierno del 1% mensual es una referencia que pretende que los salarios funcionen más como ancla de la desinflación”. Mientras al menos nueve de doce gremios importantes tuvieron un saldo negativo en el primer mes del año, las perspectivas de mejora son pocas ya que “para los primeros meses del 2025 los salarios estarían creciendo cada vez más cerca del 2% que del 3% mensual”.

Un aspecto no menor tiene que ver con que no sólo se considera que los salarios quedaron detrás del guarismo oficial difundido, sino que además se advierte sobre cómo afecta la actual medición de la inflación a la pérdida real de poder adquisitivo en el tiempo: “La magnitud de la caída del poder adquisitivo es sensible a las distintas mediciones del IPC. A mayor índice inflacionario, mayor contracción del salario real. Todo esto muestra que la recuperación de los salarios tiene matices, donde la caída del poder adquisitivo fue mayor utilizando una medición de IPC más actualizada”, señalaron desde la consulta Ecolatina desde donde se estima una diferencia de 20 puntos en la inflación de 2024 respecto del dato oficial.

Lo anterior tiene correlato en el comunicado publicado por más de una treintena de gremios (Aceiteros, ATE, Bancaria, SIPREBA, FESPROSA, Luz y Fuerza, entre otros) que señalaron públicamente que “los datos de inflación no coinciden con el impacto en nuestros bolsillos”, y aseguraron que existe “un desfasaje cercano al 15 por ciento en contra de los salarios reales”. Sobre ello agregaron: “Hay que actualizar la forma de medir porque periódicamente la Encuesta Nacional de Gastos de los hogares (ENGho) revela las variaciones del consumo y su impacto en el cálculo de la inflación, y hace muchos años que no se realiza una modificación integral y eso genera diferencias cada vez más agudas”. 

 

Así destacaron que la mayoría de las y los trabajadores está cada vez más lejos del Salario Mínimo, Vital y Móvil aprobado en la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución Nacional, que es “la remuneración menor que debe recibir un trabajador/a para asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, salud, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión”. Según estiman para cubrir esos gastos a finales de 2024 se necesitaba un ingreso bruto mínimo de 1.900.000 pesos mensuales, sin embargo, el monto fijado discrecionalmente por el gobierno nacional fue de 279.718 pesos al mes.

Salarios: cómo arrancó el año 

Después del golpe de la devaluación de diciembre 2023, la sostenida pérdida de poder adquisitivo de los ingresos y la destrucción de fuentes laborales, los salarios empezaron a recuperar, en la segunda mitad del año, parte de lo perdido. Sin embargo, los datos cerrados de 2024 ponen sobre la mesa la fuerte pérdida de poder adquisitivo de las y los trabajadores registrados en solo un año de gestión de La Libertad Avanza: el mayor golpe fue para estatales (-22%) seguidos de privados (-7%). “El salario real comenzó a recuperarse después de alcanzar un piso con la aceleración inflacionaria ocurrida pos-devaluación. De esta manera, las múltiples mediciones de salarios comenzaron a mostrar una lenta mejora durante la última parte del año anterior, que no alcanzaron para evitar que exista un deterioro en el promedio del año”, analizó un informe de la consultora Ecolatina. 

Ahora bien, ¿cómo comenzó 2025? El escenario no luce muy prometedor: la continuidad del modelo económico actual necesita de paritarias pisadas que, junto con el ancla del tipo de cambio, le aseguren al gobierno nacional -en un año electoral- mantener la inflación a la baja en los próximos meses. “La decisión del Gobierno de intentar moderar el proceso paritario, presionando vía la no homologación de acuerdos, provocó que el comienzo de año no fuera mayormente positivo para las paritarias de los grandes gremios”, agregaron desde dicha consultora.

En detalle, salvo excepciones, la mayoría de los "grandes" gremios quedó rezagado en sus aumentos salariales en relación al primer dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año. Sobre ello el informe privado puso la lupa en la evolución de los aumentos salariales consolidados frente a la inflación acumulada en enero para los “grandes” gremios del país. Así analizaron doce gremios importantes de los que solo dos tuvieron saldo favorable, uno empató con el IPC-INDEC y nueve fueron a pérdida en el primer mes del año. Según explicaron los economistas, los aumentos salariales están considerados sobre la base del mes anterior, representando el porcentaje de aumento sobre el salario bruto.

Los resultados de este año calendario mostraron que:

Comercio: 5,1% por tres meses: 1,7% (enero 2025), 1,7% (febrero 2025) y 1,7% (marzo 2025). En enero, la inflación mensual/acumulada fue de 2,2%. El saldo fue de 0,5% abajo para los salarios.UOCRA: pactaron 1,8% en enero, 1,5% en febrero y 1% en marzo. El saldo del primer mes del año fue 0,4% abajoUOM: 3,3% por dos meses: 1,8% enero y 1,5% febrero. El saldo del primer mes fue -0,4%.UPCN: 2,7% por dos meses: 1,5% enero y 1,2% febrero. Al momento perdieron -0,7%.Camioneros: 3,3% por dos meses: 1,8% enero y 1,5% febrero. El saldo de enero 2025: -0,4%.SUTERH: 3,3% por dos meses: 1,8% enero y 1,5% febrero. Saldo: -0,4%.Unión Ferroviaria y la Alimentación: sin acuerdo para enero, y con saldo de -2,2%.Sanidad (CCT 122-75): 6,1% escalonado desde febrero: saldo negativo de -2,2% en enero.Bancarios: 2,2% empatado con la inflación.SMATA (CCT 27-88): 8,8% a partir de enero y rige por tres meses. Saldo positivo de 6,5%.Estacioneros (SOESGyPE): 5,1% por dos meses: 3% enero y 2% febrero. Saldo a favor en el primer mes +0,8%

Por su parte, se advirtió también que, de cara al dato de inflación de febrero, es posible que varios de los gremios vuelvan a quedar por debajo del número mensual de la inflación. Sobre ello estimaciones de diferentes consultoras plantean que, tras la desaceleración de precios del primer mes del año, el dato del segundo mes que difundirá este viernes el INDEC, podría ubicarse por arriba, entre 2,3% y 2,7%: OJF & Asociados espera 2,3%; mismo guarismo que el estimado por Fundación Libertad y Progreso, mientras que Analytica proyectó 2,4%, Equilibra 2,5% y Eco Go 2,7%. 

 

 

Las estimaciones señalan el impacto de la suba del rubro alimentos en el primer mes del 2025 lo que, por su parte, ya se evidenció en el relevamiento de comercios de cercanía de barrios populares que realiza el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci). En febrero, los precios de los alimentos de la Canasta Básica (CBA) exhibieron un aumento promedio de 5,12%. 

“La pauta del propio gobierno del 1% mensual es una referencia que pretende que los salarios funcionen más como ancla de la desinflación que como acompañantes del deslizamiento de precios. Veremos cómo avanza este proceso, pero el comienzo fue deficitario”, agregó el informe de Ecolatina.

En este punto, vale señalar lo que plantea Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA–Autónoma, respecto de la pauta “no escrita” que busca imponer la Secretaría de Trabajo nacional, para homologar los convenios. Sin embargo, el especialista explicó también que más allá de los porcentajes, hay que mirar “la letra chica” de los convenios, y los intentos sindicales para compensar los menores incrementos oficiales. “Si bien no hay una pauta oficial, no hay mucha disposición a homologar aumentos superiores al 2% mensual, por más que no tengan facultades legales para ello. Establecida la pauta informal, comienzan las estrategias para dibujar los aumentos. Bonos extraordinarios, incrementos que quedaron pendientes de meses anteriores, y escalas que no responden a los porcentajes plasmados en el acta”.

Un ejemplo concreto es el acuerdo salarial de UOCRA: “pactaron una suba del 1,8% en enero, 1,5% en febrero y 1% en marzo, pero cuando sacaron las cuentas para calcular los básicos de convenio de febrero incluyeron una suma fija de $ 107,25 por hora para todas las categorías. Con esta suma fija, que no está incluida en el acta, el 1,5% de febrero se transforma en un porcentaje que va del 3,8% al 4,8% según la categoría”, explicó. 

 

Ante este panorama, la contracción del consumo interno sigue en el epicentro de las preocupaciones y esto se evidencia en la última encuesta sectorial de la Unión de Industriales Argentinos (UIA) que detalló que “la mayoría de las empresas registraron caídas”. El 42,3% de las firmas indicó una baja en su producción y el desempeño de las ventas fue más desfavorable, con un 44,8% de las empresas con reducción de sus ventas. En cuanto a las expectativas, si bien menos empresas percibieron una situación peor a la del año pasado, “de cara a futuro se moderaron, con una menor proporción de empresas que prevé mejoras en su situación económica empresarial (61,7% vs. 67,8% en el relevamiento anterior), en su sector de actividad (58,1% vs. 68,1%) y a nivel país (68,6% vs. 75,5%)”. 

 

 

“La continuidad en la desinflación se retroalimenta con el hecho de que los salarios se fijen cada vez más en función de la inflación esperada y no de la pasada”, plantearon desde Ecolatina y agregaron que “es poco probable que la magnitud de la mejora de los ingresos reales de la segunda mitad del 2024 se repita”. 

Salarios: cómo impactó la medición oficial de precios

Un aspecto clave en el análisis del poder de compra de los ingresos tiene que ver, justamente, con la medición de la inflación. ¿Se subestima la caída del poder adquisitivo? A partir de este disparador desde la consultora señalaron que “utilizando nuevos ponderadores, observamos que la inflación hubiese sido mayor en 2024” con una diferencia de 20 puntos porcentuales para la inflación de 2024: 118% oficial contra 137% con metodología actualizada. 

Al respecto, la medición del IPC de INDEC tiene en cuenta a los ponderadores de la Encuesta de Gasto de los Hogares (ENGHo) realizada en 2004 que, dados los cambios de consumo y hábitos de la población en el tiempo, subestima el peso de los servicios dentro del índice. En 2024 el INDEC informó que la inflación nacional alcanzó 117,8% en 2024, con un rango que va desde 103,9% en la región Noreste a 124,7% en la región Patagonia. Esto contrasta, por ejemplo, con la inflación calculada por el IPC CABA que publica la Dirección de Estadísticas de la Ciudad, y arrojó una suba del 136,7% en el nivel de precios a lo largo del año pasado.

Según Ecolatina, la diferencia se debe a que “el IPC CABA posee una estructura de ponderadores actualizada en base a la información sobre el gasto de consumo de los hogares que surge de la Encuesta de Gastos de los Hogares 2017-2018, más contemporánea que la versión del año 2004, que es la base del IPC Nacional que elabora INDEC. Esta actualización refleja que los hogares tienden a destinar una mayor proporción de su gasto a servicios -tanto privados como públicos- que hace 20 años”. A modo de ejemplo, capítulos como “Alimentos y bebidas no alcohólicas” son menos relevantes en el agregado, además de que se reemplazan gastos en desuso (por ejemplo, el teléfono fijo) por otros más novedosos como las plataformas de series y películas.

“Considerando que los Servicios subieron 189% (dentro de los cuales los Públicos aumentaron alrededor de 300%), bastante por encima de los Bienes (apenas 96%, siendo el ancla cambiaria el principal determinante de esta dinámica), la existencia de ponderadores más elevados para los primeros implica en un mayor crecimiento del Nivel General”, analizaron. Dichos aspectos metodológicos resultan clave en tanto “el cálculo del poder adquisitivo está influenciado por las características del índice de precios utilizado”. En ese sentido, la consultora replicó el cálculo del índice con las nuevas ponderaciones demostrando que “no es inocua la actualización por precios relativos en los últimos años”.

 

 

En conclusión, “la magnitud de la caída del poder adquisitivo es sensible a las distintas mediciones posibles del IPC”, en este caso “a mayor índice inflacionario, mayor contracción del salario real”. De esa manera, “medida de forma más apropiada, el orden de magnitud de la caída promedio en 2024 rondó -15% interanual para la remuneración promedio de los trabajadores estables (RIPTE) y en torno al -6% interanual para la remuneración promedio (SIPA), por encima del resultado que surge usando como deflactor el IPC Nacional, 13% y 3,9%, respectivamente”. Finalmente, “la curva muestra que la recuperación está siendo cada vez menos vigorosa, algo que esperamos continúe al menos en los primeros meses del 2025, con salarios que estarán creciendo cada vez más cerca del 2% que del 3% mensual”. 

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